– No creo que sea una buena idea Soo. – Jackson repetía continuamente mientras le daba mi tarjeta de crédito a la empleada. – No lo hagas, no creo que sea una buena compra. – ignoré sus pedidos mientras tomaba lo que había comprado y caminaba fuera de la tienda.
Continuaba en mi oído hablando sobre el tema y a pesar de la costumbre de tener que soportarlo yo también tenía un límite. – Jackson ¿te puedes calmar por favor? – me detuve en medio de la calle donde estábamos y aunque una que otra persona se nos quedó mirando, no me importó.
– Baja la voz, estás haciendo un escándalo frente a todos– avergonzado intentaba cubrir mi boca, causando que mi irritación aumentara. – no es para que hagas tanto ruido.
– No te doy con la bolsa por respeto a la ropa tan cara que hay dentro. Todo este tiempo has estado hablando sin cesar. Literalmente no te has callado sobre el asunto de mi ropa. Es un simple traje, ¿te podrías calmar? – había ido a comprar un traje que vi en internet, lo encontré tan y tan hermoso que no podía pasar la oportunidad de ir a comprarlo. Asi que eso hice, cuando me estaba preparando Jackson me preguntó que a donde iba y voluntariamente se auto invito a ir conmigo.
– Sí, pero cuando te lo vi puesto comprendí que tenía que decir algo.
–¡JA! – me reí en su cara y seguí mi camino. Completamente confundido trató de caminar junto a mí, pero el coraje que se había comenzado a manifestar.
– Soo, espera, ¿por que te ríes? – perfecto momento para darle una pequeña lección a mi gran amigo. Sus ojos llenos de curiosidad me daban cierta lastima por él y su diminuto cerebro.
Me detuve, aún en el medio de la calle, y aunque su cara de asombro y un poco de vergüenza estaban siendo la principal audiencia, no me importó en lo absoluto. – Déjame dejarte una cosa clara, que te ayudara no tan solo en lo personal, si no en tu vida amorosa querido Wang Jackson. La ropa que pongo yo en mi cuerpo, mío, propio, es asunto de la dueña del cuerpo. Fíjate, que cosa mas interesante, la dueña de mi cuerpo, que conveniente... soy yo. Tu no tienes que decir algo, tu tienes que cerrar el pico y dejar que las personas vivan, y dejar de decirle a las mujeres, en este caso yo, lo que debo o no debo ponerme.
El camino a la casa fue silencioso, Jackson caminó con sus manos escondidas en los bolsillos de su pantalón y su cara valía un millón. Era como un cachorro que había sido castigado por su reciente comportamiento. Llegamos frente al elevador para ir a nuestro apartamento, y aún no decía ni una palabra, pero cuando las puertas del elevador se cerraron, todo lo que tenía dentro lo sacó.
– Yo entiendo Bang Soojin, que tu cuerpo es tuyo, y que estas libre de hacer lo que te plazca, pero ten bien claro que una de mis misiones más importantes es cuidar de ti. No estoy diciendo que estas poniendo tu vida en riesgo al ponerte ese tipo de vestimenta, pero la provocación que causarás con el traje será indudable.
– Jackson no puedo creer que pienses así. ¿Estas consiente de lo que estas diciendo? ¿Has analizado de raíz lo que estas expresando? ¿O simplemente estas repitiendo lo que te han estado enseñado? Que déjame aclarar esta completamente erróneo. Realmente no puedo creer que de todas las personas que me rodean, tu seas una de las mas ineptas.
Cuando las puertas del elevador abrieron caminé como si mi vida dependiera de llegar a mi habitación en menos de 1 minuto. Jackson corría tras de mi llamando mi nombre, pero estaba completamente incrédula. ¿Cómo es posible que alguien tan cercano a mi pudiera tener ese tipo de mentalidad? Tampoco es que quiero ser ahora la mas feminista, pero hay una cosa que debería ser lógica común, y es que la mujer tiene el derecho a ponerse lo que desee, hacer lo que le venga en gana, y ningún hombre la debe menospreciar o faltarle el respeto por ello.
Entré a mi habitación olvidándome por completo de todos. Necesitaba bajar el coraje que tenía y hablando con los chicos justo ahora no lo resolvería.
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Noona ➵ Im Jaebum
Fanfiction-No necesito nada de nadie, y mucho menos de ti - dije con el pecho agitado mientras él se acercaba aún más y más a mí. - Ahí es donde te equivocas, yo soy todo lo que necesitas... -y sin esperar más me tomó por la cintura y me besó, como si el mund...
