Noona ➵ Im Jaebum

Ira

No se cuanto tiempo pasó luego de que la liquidación, de mi parte, hubiese terminado.  Mis pensamientos estaban completamente en blanco, mi mente no estaba procesando correctamente la información y el sentimiento que estaba acaparando todos mis sentidos era la ira.  Y eso no era bueno para nadie, incluyéndome.

Salí de aquel cuarto y le di instrucciones a los dos mandados de mi padre a que recogieran la escena que estaba frente a ellos, una no muy bonita. Caminé hacia el baño, necesitaba tirar un poco de agua en mi rostro, necesitaba reaccionar, tratar de volver a la normalidad.  Cuando limpié mi rostro mis manos quedaron manchadas de un rojo intenso...era sangre y estaba llena de ella por todo mi rostro y mis manos.  Miré mi reflejo en aquel espejo, era otra, era mi lado oscuro, aquel lado que traté de eliminar por completo, mi verdadera identidad. 

Limpié mis manos y mi rostro hasta que el agua saliera completamente limpia.  No importaba si mi maquillaje se había jodido luego de aquella limpieza, y no me importaba, en mi mente lo único importante era hablar con Choi Youngjae y exigirle una explicación.  Cuando caminé acercándome a la habitación donde estaban los chicos fui negada acceso por los dos monstruos que había frente a la puerta custodiándolo. – ¿Ustedes saben quien soy? – trate de utilizar el poder que tenía mi nombre, pero al parecer no era suficiente.

– Con todo el respeto señorita Bang, tenemos instrucciones de parte del Señor Bang a no darte acceso a esta habitación– Esto era el colmo, papá estaba limitando el tipo de información que recibía. – los señores Wang y Choi estarán por salir, si podrías esperar por aquí – me dirigieron a un pequeño cuarto que tenía unos muebles bastante cómodos y con demasiado estilo, se notaba que era algo de lo cual Youngjae se encargaba.  El enojo seguía creciendo en mi como espuma, y lo único que quería era gritarle a Youngjae y cuestionarle todo. Esperé sentada a que los chicos terminaran, o mas bien, hasta que me permitieran hablar con ellos.  Al igual que hacían unos minutos atrás, se escuchaban los gritos de las víctimas que Jae y Jackson estaban cuestionando, para luego escuchar el estruendo causado por el método preferido de castigo.

-¿Dónde está Soo? – escuché a Jackson preguntar por mi.  Me puse de pie y caminé siguiendo su voz, y ahí estaba, limpiando sus manos llenas de sangre en un envase que sujetaba uno de los nuevos. – Ya te lo puedes llevar. – le dijo al chico que miraba hacia el suelo mientras se retiraba. Intenté ver su rostro, pero lo tenía cubierto por una bufanda, algo que solíamos hacer con los nuevos. – ¿Como te fue? – preguntó mientras retiraba el exceso de agua de sus manos con una toalla. – Veo que...un poco violento. – acercó la toalla que tenía en sus manos  a mi rostro ensangrentado – espero que tengas información y no los hayas liquidado por que tocaron tus botones. – seguía limpiando mi rostro con detalles que yo había pasado por alto y con una delicadeza inmensa.  Era en esos momentos en los que Jackson podía ser un frío témpano de hielo pero a la vez ser el más sutil y delicado hombre.

–Me enteré de algo bastante interesante algo que me tiene TODOS los botones descojonados. – quité su mano de mi rostro y me acerqué mirándolo con la ira que aun corría por todo mi cuerpo. – Sabías de Youngjae y...  –

–No, él no sabía nada. – Youngjae salía de la habitación mientras yo arrugaba la camisa de Jackson.  Caminé hacia él y lo empujé, su espalda chocando con el cemento mientras me dirigía una de esas miradas que en otro momento me haría estremecer. Era como si le traía placer estar en esa situación.

–Necesito que hables y es ahora Choi Youngjae, por que las ganas de volarte la cabeza ahora mismo son intensas. – Jackson se interpuso entre nosotros, empujándome lejos de él mientras nos miraba a ambos confundido.

–¿De qué demonios estás hablando Soo?

–Estoy hablando de que aquí nuestro amiguito Youngjae sabía que el maldito bastardo de Mark había matado a Haneul, estoy hablando de que dió instrucciones especificas de no decirme nada, y estoy hablando de que se quería encargar de Mark por su cuenta. De eso hablo Jackson. – el coraje que sentía dentro de mi me estaba volviendo un tanto loca.  Sentía que todo mi cuerpo ardía en llamas, necesitaba respirar, necesitaba recomponerme antes de cometer una locura, y no volvería a tomar una decisión así.