Leila Stark [SteveRogers Y Tu]

‡PROLOGO‡

Los seres humanos han sobresalido entre muchas otras razas a lo largo del universo por su imaginación y capacidad de crear todo tipo de ideas magníficas con solo su mente. A lo largo de los años se han creado miles de leyendas o historias fantasiosas, usualmente contadas de generación en generación a los niños antes de la hora de dormir; el conejo en la luna, los diferentes dioses creados para de alguna manera poder explicar lo inexplicable, el amor imposible entre la luna y el sol, y sobre seres de otros mundos.

Todo aquello puede parecer simples cuentos de hadas, invenciones hábilmente elaboradas por mentes soñadoras, y que no son nada más que eso, simples cuentos de hadas, sin embargo, no todas las veces es de esa forma, y ésta ocasión es esa misma excepción.

En un planeta oculto, uno tan alejado que se perdía entre la oscuridad de su propia galaxia, fuera de los límites de nuestra poco conocida vía láctea, había pues una mujer, inteligente, una guerrera feroz, con una belleza sin igual, carente de emociones pero curiosa de todas ellas; heredera de gran responsabilidad y descendiente directa de un linaje honorable bendecido con los dones más importantes de los dioses de su propio mundo.

Durante una década, se llevó acabo en aquel mundo conocido como Antares, una investigación exterior sobre los otros planetas inteligentes a lo largo del universo. Aquella mujer, hija de uno de los más respetados capitanes de exploración; fue llevada al planeta tierra hace 26 años para mantener comunicación con las personas más relevantes en el mundo y su desarrollo. Industrias Stark era el imperio armamentista y tecnológico mas importante del momento, por lo que tuvo que reunirse con el CEO Anthony Stark.

El resto de la historia puede caer en lo cliché, una típica historia de romance, el amor a primera vista que se fue convirtiendo en un amor imposible entre seres de mundos diferentes.
En un acto de valentía la mujer se reveló hacia su padre y se quedó en la tierra para formar una familia, dejando atrás todo lo que tenía para convertirse en lo que los demás habitantes de su mundo llamaría una traidora, y en consecuencia, convirtiendo a su heredera, fruto de aquel amor prohibido en la hija de la traidora. Todo parecía ir bien hasta que por diferentes razones, ella tuvo regresar a su planeta, tomando la decisión de llevar a su hija consigo.

Toda aquella transición fue una experiencia traumática para la niña, tener que alejarse del único hogar que conocía y de su familia, para ir a un mundo completamente diferente, y como si no fuera suficiente; tener que aprender que los habitantes de Antares eran completamente diferentes a la gente con la que había crecido, no necesariamente en el aspecto físico, sino con respecto a su carencia emocional, éstos eran seres totalmente insensibles, incapaces de amar, odiar o llorar, criados meramente para cumplir una labor; hacer de Antares el mejor planeta de toda la galaxia.