Leila Stark [SteveRogers Y Tu]

CAPÍTULO 12

Juego con mis dedos en un gesto ansioso, y me muerdo la parte interna de la megilla, recibo un apretón en el hombro por parte de Steve pero apenas y logra reconfortante, nos encontramos en lo que parecer ser una enfería, una realmente moderna. El hombre ya se encuentra bien y consiente, lo único que llena los huecos de silencio en la sala es la hermana de T"Challa quien está gritándole a los trabajadores para que den una explicación de lo ocurrido.
Los chicos permanecen en silenció intercambiando miradas entre ellos, a decir verdad yo sigo estando en chock ya que todo pasó demasiado rápido ante mis ojos, el hombre se desmayó, el doctor Banner comenzó a darle primero auxilios y la sala se llenó de los hombres que nos habían interceptado antes, y eso es lo último que mi cerebro puede recordar

- Ya me encuentro mejor - dice el hombre a su hermana, quién bufa molesta

- Te encontrarás bien cuando yo lo diga - la mujer lo obliga a colocarse de nuevo la mascarilla de oxígeno - Quiero que me digan  con lujo de detalle todo lo que hizo ayer y hoy, quien le habló, que comió, por dónde caminó y si parpadeó, lo quiero escrito y si hay videos de seguridad, mejor - la chica grita a los hombres quienes salen casi corriendo de allí -¿Porque siguen aquí?, ¿No vieron lo que pasó?

- Sí, de hecho, creo que nosotros te llamamos a ti - dice Banner con una ceja alzada lo que llama mi atención ya que el doctor parecía ser el más calmado del equipo

La chica abre la boca dispuesta a contestarle pero su hermano levanta la mano indicándole que guarde silencio - Suficiente, déjanos solos - ella no parece muy contenta al respecto, pero aún así sale de la habitación - Parece que alguien no quiere que tengamos esta conversación

El hombre se incorpora de la camilla pero mientras lo hace tiene una mueca de dolor y de manera casi automática comienza a abotonar los botones de su camisa que fueron desabrochados para una mejor atención médica por parte de los enfermeros y de Bruce

- ¿Te has sentido raro? - pregunta Steve siendo el primero de los chicos en hablar directamente con el pelinegro, el hombre niega mientras termina de abotonar su camisa - ¿No viste a alguien raro o sospechoso? ¿Tomaste algo diferente?¿Alguna molestia?

- Ahora que lo mencionas, en la mañana fuimos a establecer un trato con una de las tribus cercanas y me sentía bien, pero, después de ir a una comida de negocios en LA, cómence a sentir dolor de cabeza

- ¿Que comiste? - ésta vez pregunta el doctor Banner mientras examina lo que los enfermeros anotaron sobre T'Challa

- Eso no es relevante, fue realmente después de comer, bastante después - dice mientras lleva una mano a su espalda baja con mueca de dolor

- ¿Comieron en un lugar público?

- Sí, en un restaurante local o algo así

El chico rasca su cabeza de nuevo, en el mismo sitio, lo cual llama mi atención.
En Antares, estamos obligados a ir a la escuela 12 horas al día durante toda la semana hasta cumplir los 25 años, y las otras 12 horas se dividen en 8 para dormir y 4 para presentar educación militar, dónde además de entrenarnos para pelear también nos enseñas los métodos de inteligencia con lo que vigilan a los oponentes o futuros aliados.

Sacudo la cabeza para concentrarme en el hombre, lamo mis labios buscando recordar algo de lo que me enseñaron allá y luego de unos segundos las ideas y pequeñas imágenes comienzan a llegar a mi mente, pero a pesar de que tengo algunas ideas de lo que pudo haber ocurrido todo se limita a una cosa después de ver qué además de rascar continuamente su cabeza hace lo mismo con su espalda baja y luego en su muñeca, y es que a pesar de parecer un gesto ansioso o inconsciente puedo notar que no se rasca porque le de comezón, sino porque le arde

Me acerco a él, lo que llama la atención del equipo y del hombre mismo - ¿Puedo? - inquiero apuntando a su cabeza de manera vaga y él dice que sí asintiendo. Me pongo detrás de él y puedo notar una pequeña roncha color rojo detrás de su oreja, paso el dedo por allí y esto causa un quejido del hombre - sí, allí está - digo al confirmar mi teoría

El doctor Banner se pone a mi lado y frunce el seño al mirar lo mismo que yo - ¿Qué es?, ¿Qué tengo? - inquiere el hombre alarmado

- Es un micrófono subcutáneo - le explico mientras busco entre los cajones que hay a un lado de la camilla un bisturí o algo útil con lo que pueda sacarlo

- Y eso significa.. - dice el hombre mientras pone una mano en el área

- Que la persona que te lo puso quiere escuchar todo lo que pasa a tu alrededor - digo y sonrío al encontrar un bisturí

- ¿Y eso para que es? - dice alejándose un poco

- Hay que sacarlo - le digo mientras me acerco a la camilla

- No, de ninguna manera - dice mientras niega con la cabeza, para luego jadear de dolor por la cosa en su cuello, a lo que le alzo una ceja - está bien - dice de mala gana y se acomoda en la camilla y acto seguido cierra los ojos y aprieta los labios

- Hay dos maneras de sacarla, a la fuerza o cuando estés relajado, ya sabes lo que dicen "duele menos si no te lo vez venir" - digo mientras me pongo a tras de él, tomo unas pinzas con la mano izquierda y coloco el antebrazo en su otro hombro para tener mayor alcance - ¿Porque contrataste a Katya?

- ¿Qué? - inquiere el hombre desconcertado

- Si estás distraído no te va a doler... tanto - digo para terminar susurrando la última palabra

- Pues llegó una vez, y se ofreció a trabajar, y se me hizo buena idea tener a alguien de otro país

- ¿Aunque sea una maldita?

- Nadie había dicho que era una maldita, aunque en realidad no hay mucha gente por aquí

- Agradece que no haya mucha gente por aquí, a mí me dieron ganas de arrancarle la cabeza, ¿Te imaginas a tus socios y gente importante?

El hombre ríe al respecto, sonrío al mirar mi oportunidad aparecer, antes de comenzar la extracción noto que los chicos me están mirando extrañados

- Perdón por meterme en su conversación, pero, ¿Quién mierda es Katya? - inquiere Tony con una ceja alzada como si acabará de hacer la pregunta más importante del momento

- La perra de mi secretaría - dice el hombre y puedo sentir como su cuerpo se relajada, mi sonrisa se ensancha al ver el momento perfecto y de un movimiento rápido hago un corte y saco el artefacto de su cuello

El hombre jadea y lleva una mano a su cuello, tengo el micrófono atrapado con las pinzas, lo dejo sobre la bandeja metálica a un lado de la camilla

- Genial, ahora solo faltan dos - digo y le sonrió al hombre, quién pone una mueca de desagrado total