CAPITULO 31

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- ¿Están listos? - pregunta Stephen sentado en el banco del comedor

- Un segundo más - dice Steve mientras sigue escribiendo cosas en el cuaderno desgastado que yo había conseguido minutos atrás

- Bien - suspira el hechicero supremo, mientras hace aparecer una manzana para luego morderla

- ¿Usted siempre supo hacer magia, doctor? - pregunto hacia el hombre que está sentado al otro lado de la isla de la cocina

- No me hables de usted - reclama una vez tragó su comida - Y no, aprendí las artes místicas hace algunos años

- ¿Te fue muy difícil? - pregunto nuevamente

- Sí, lo fué, pero tuve una gran maestra - dice para sonreír con melancolía - pasé por un momento muy difícil antes de volverme el hechicero supremo

- ¿Crees que gracias a eso pudiste lograrlo?

- Sí, definitivamente - dice y me dedica una sonrisa - todo sucede por una razón, Leila, solo debes ser paciente

- Estamos listos, Doc. - dice Tony entrando a la cocina

- Entonces, ¿Cuántos portales tengo que hacer?

- Bruce, Visión y yo, necesitamos ir a la torre Stark - dice Tony a Stephen, y éste hace un portal casi de inmediato, por lo que estos desaparecen apenas cruzan el portal

- Necesitamos un portal hacía las afueras de Nueva York - dice Nick. Stephen solo asiente con la cabeza y crea otro portal, en el cual entra Fury, María, Will, Romanoff y Clint

- ¿Puedes hacer un portal hacía Queens?

- Peter, ya hablamos sobre esto

- ¡Quiero ver a mi tía! - exclama el castaño haciendo un puchero

- Solo tienes que esperar una semana más - dice dándole un apretón en el brazo - Nosotros no saldremos muy lejos, no necesitamos un porta - dice Steve esta vez hacía Stephen, quién solo asiente con la cabeza y desaparece por un nuevo portal, no sin antes despedirse con un ademán

- Nosotros nos iremos ya - dice Wanda poniéndose una mochila al hombro y una cachucha negra. Thor, por el contrario toma una cachucha roja, en la cuál intenta esconder su rubio cabello

- Bien - dice Steve y se da vuelta mirando a Peter y a Scot - ¿Estás seguro de que puedes manejarlo?

- Tengo una hija, no veo que tan difícil puede ser

- Yo no necesito ser "manejado", soy un adulto, un hombre, un macho.

- Sí algo le pasa, Tony te asesina - dice el rubio ignorando el comentario de Peter, lo que hace bufar al menor

- Lo sé - dice Scot tomando otra mochila y saliendo del cuartel con Peter siguiéndole

Steve se gira encarandome, lo que provoca un hormigueo en mi estómago, y el echo de estar los dos solos en el cuartel provoca que me sonroje - ¿Vamos a empezar? - dice Bucky entrando a la cocina. Solos, excepto por el otro Súper-Soldado, carajo.

- Yo también tengo que irme - dice Steve y desaparece por la puerta

- Creí que estabas de mi lado - exclamo dándole un manotazo al ojiazul

- ¡Auch! - se queja con el entrecejo fruncido - ¿Qué hice?

- Estábamos solos, él y yo, y tú llegaste - le reclamo, sintiendome avergonzado justo después de decirlo

- ¿Lo querías besar? - pregunta subiendo y bajando las cejas pícaramente, por lo que lo miro mal

- Vete a la mierda, Barnes - le gruño antes de ir hacia el ring de entrenamiento.

Comienzan a pasar los minutos demasiado rápido, por el exhaustivo entrenamiento que tengo con el castaño, y aparte por las agradables charlas que tenemos en los pequeños descansos. Y es que, a pesar de que Bucky es una persona seria la mayoría del tiempo, es un gran conversador.

Luego de un rato, y después de que Bucky diese por terminada la "clase" con un - Ya me cansé de patiarte el trasero -, decidí darme otra ducha, una exageradamente rápida, si lo comparamos con los casi cuarenta minutos que tardé por la mañana.

Y luego de estar completamente limpia y vestida, decidí practicar un poco de lo que había aprendido, dando golpes al aire de manera "relajada", para no volver a sudar.

- Lo estás haciendo mal - escucho la voz de Steve detrás de mí, lo que hace que dé un brinco, ya que ni siquiera había notado su presencia - Es mejor si lo haces así - dice pegando su cuerpo al mío lo suficiente para que puedas sentir su duro abdomen contra mi espalda, y tomando mis puños con sus grandes manos, traza diferentes trayectorias - Un golpe así, y con tu fuerza, uf... - dice cerca de mi oído

Siento mi corazón latir con fuerza, y giro la cabeza, aunque la tengo que levantar un poco para quedar a la altura de su rostro. Termino de girarme, quedando frente a él, pero sin disminuir la distancia, y lo miro directo a los ojos. Y poco a poco se acerca a mis labios, y correspondo el beso sin ningún tipo de resistencia

Al profundizar el beso siento nuevamente el sabor a whisky, sus manos bajan por mi espalda hasta mi cintura, y yo le rodeo el cuello con los brazos, nos separamos unos segundos pero de inmediato volvemos a besarnos, sus manos bajan un poco más, y yo doy un pequeño salto para así enrollar mis piernas alrededor de su cintura.

Comienza a caminar de manera torpe hasta dar con el sofá, dónde prácticamente se sube encima mío, pero sin lograr aplastarme. Toco la suave piel de su espalda por debajo de su playera, y el besa mis labios para luego bajar levemente hasta mi cuello, haciéndome jadear levemente, abro más las piernas, acercándolo mas a mí, y puedo sentir un bulto por dentro de su ropa.
Con algo de brusquedad le ayudo a quitarse la playera, y una vez se encuentra con el abdomen descubierto me tomo mi tiempo para contemplarle, paso mis manos por su abdomen, y él me mira con una sonrisa arrogante

- ¿Te gusta lo que ves? - oh mierda, claro que me gustaba

Me acerco a su oído y le susurro un "he visto mejores", para luego pasar mis manos por toda su espalda

- Voy a pretender que no dijiste eso - dice con la voz entrecortada para luego volver a besarme con brusquedad

Las caricias torpes continúan hasta que nos vemos interrumpidos por su celular, y luego de sacar su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón el nombre "Peter" aparece en la pantalla
Nos levantamos de inmediato, él atiende la llamada y yo comienzo a acomodar mi ropa

- ¿Qué sucede? - su voz suena entrecortada, y con su mano libre recoge su playera del suelo y comienza a acomodar su ropa - Sí, aquí estoy. Te abro en un momento - dice colgando la llamada. Sus ojos se posan en mí, pero no dice nada, simplemente termina de vestirse y camina hasta la puerta, para luego abrirla

- Estábamos tocando, ¿Por qué no abrías la puerta? - pregunta Scot dejando un par de mini-bolsas sobre la isla de la cocina

- No los escuché - dice Steve, y para ese momento, su voz se escucha normal - Estoy ocupado con algo, ya vuelvo - dice y desaparece por el pasillo hasta entrar en su habitación, pero en ningún momento se digna a mirarme, lo que hace que se me retuerza el estómago

Leila Stark [SteveRogers Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora