Perdidas En El Mundo De Harry Potter [HP4] (Editando)

Capítulo 27: Escena Extra

Capítulo 27: Escena extra

Magnus se había marchado y Flor no sabía cómo explicárselo a Jully. Estaban solas, aunque en ese momento estuvieran rodeadas de alumnos en el Gran Comedor.

—¿Sucede algo? Desde la mañana has estado actuando rara. – Habló Jully antes de meter un buen pedazo de calabaza en su boca. El comedor estaba lleno de alumnos, la única manera de hablar era alzando un poco la voz, así que no era buen lugar para explicarle a Jully lo que había pasado.

—Si, ocurre algo pero te lo diré más tarde para que tengas toda la noche para asimilarlo. — Habló Flor sintiéndose cada vez más nerviosa. Masón tampoco sabía nada, las había estado evitando a toda costa y a Flor no podía importarle menos. Julissa la miró, su amiga sólo picoteaba la comida, no era normal en ella al menos que estuviera a dieta.

—¿Estás a dieta?

Flor negó con su mirada perdida, y Jully empezó a preocuparse. El estado de su mejor amiga es porque está ansiosa por decir algo, y no algo bueno. Los gemelos Weasley llegaron, Fred se sentó a un lado de Jully y George con Flor, las chicas creyeron que les pedirían ir al baile pero simplemente hablaron sobre negocios, los gemelos querían que las chicas las ayudarán a vender boletos de apuesta en la siguiente prueba.

[...]

—Creo que deberías tranquilizarte. No es tan grave como parece. — Palmeó suavemente la espalda de su amiga mientras ella lloraba en el suelo de la sala de Menesteres. —Piensa que por lo menos estamos en nuestra saga favorita, y sabemos lo malo que pasará y que al final todo sale bien.

—¡Yo quería volver! — gritó haciendo un berrinche. — Solas es imposible que podamos regresar. Lo intentamos antes y no pudimos.

Julissa se sentó a un lado de Flor, la cual seguía llorando la partida de Magnus Bane. Tomó su mano y la apretó para que la volteara a ver, cuando lo logró Jully le sonrió consoladoramente a su amiga.

—También quiero volver Flor, pero no podemos dejar que nuestro deseo nos lleve a un lugar más incierto. Miranos. Deseábamos estar en el mundo de Harry Potter, se concede y empezamos a llorar como nenitas, después deseamos volver, regresamos y estaremos llorando nuevamente.

—No puedo acoplarme a esta nueva vida. Tengo miedo de arruinarlo todo y que el pobre Harry o alguién más pague mis platos rotos. Además quiero ayudar a papá, mamá y a Magnus a luchar contra Valentine, Jully somos cazadoras de sombras, recuerda que desde pequeñas hemos practicado artes de combate. Fuimos hechas para luchar aunque no sabíamos contra qué.

—Pero no en su causa. Nuestra familia nos envió aquí por algo, no quieren nuestra ayuda.— Jully soltó la mano de Flor y sacó su varita de la túnica. Hizo un poco de magia. — Poseemos magia, sabemos la dirección de esta historia, sabemos pelear y estamos unidas. Creo que nuestra batalla está en este mundo, piénsalo un poco... Nuestra verdadera familia nos envió para protegernos, seguramente no quieren que volvamos por el mismo motivo, además las otras Flor y Julissa están en vigilancia de nuestra familia, ya que saben que nosotras estamos aquí. Tu padre sabía que esta saga es nuestra favorita, que nos la sabemos de memoria, es decir, sabe que sabemos de qué defendernos.

Flor talló su cabeza con frustración. —Me duele la cabeza, parece que estás diciendo un trabalenguas.

—¡Claro que te duele! ¡No es comido en todo el dia! —Jully suspiró de frustración. — No eres feliz porque te limitas demasiado. La saga no va a cambiar el transcurso verdadero por detalles tan insignicantes como sí vas o no al baile con Harry. Te la vives con miedo y piensas demasiado las cosas, relajete y vive tu vida. Hazte a la idea de que este es nuestro destino, tenemos una misión en Hogwarts y es asegurarnos de que nuestras clones no regresen nunca a este lugar.

Flor comenzó nuevamente a llorar. —Soy tan patética, ¿cierto?

Jully sobó su espalda con lástima:—No lo eres, tú estás dejando más que yo en tu mundo. Tú tenías una familia entera, yo solo tenía a mi abuela, la cual pronto fallecerá ya que estaba muy enferma. Además creo fue mi culpa que te presionaras tanto, jamás te dije que yo era feliz aquí, sé que te exigías más por mí.

Y dentro de poco, ambas chicas estaban llorando, como si se tratara de una despedida... A su antigüa vida.

Hola, una disculpa a todos por no actualizar. Trabajo y estudio, y se me complica un poco venir a escribir. Ya en esta semana salgo de vacaciones y tendré tiempo de actualizar. Espero concluir la historia en estos dos meses.