Pedrería a colores (Rocky Y MJ)

Capítulo 16

MinHyuk y Moon Bin volvieron a su hotel en la Ciudad de México. Habían pasado todo el día en Chapultepec y estaban agotados, ni siquiera pudieron recorrer todo el lugar. Cada uno tomó una ducha y luego se pusieron a cenar tacos; por cortesía del hotel.

- Muy cansado el viaje – comentó MinHyuk.

- Sí y aún nos falta un destino.

- ¡¿Otro?!

- Ya es el último.

- Hemos estado en muchos sitios.

- A mí me gustó mucho Veracruz, sobre todo por esa fortaleza que tenía algunas paredes de coral y también esa canción.

- ¿Canción?

- Ya casi me la aprendo en español. Para bailar la bamba se necesita una poca de gracia...

MinHyuk no pudo evitar soltar una risilla por lo que acaba de decir Moon Bin.

- Bueno, al menos los guías han sido muy amables hablándonos en inglés – dijo para luego preguntar: - ¿Cuál es la última parada? -

- Chiapas. Según el plan de la señora Kang partimos mañana y el viaje es de todo el día; duraremos tres días ahí y luego regresaremos a Corea.

- Voy a extrañar estas cosas – declaró MinHyuk en referencia a los tacos. Justo acaba de terminar los suyos.

- Hay tanto que extrañaremos de aquí – concluyó Moon Bin y después suspiró. – Vamos a dormir, que mañana nos espera un buen viaje - MinHyuk asintió y ambos fueron a dormir.

Al día siguiente se levantaron muy temprano para terminar de hacer sus maletas y partir a su último destino. El viaje fue largo, pero al menos una chica que viajaba en el autobús hablaba coreano y tuvieron con quién conversar. El viaje fue de prácticamente todo el día y llegaron en la noche, justo a tiempo para cenar chapulines. El lugar donde comían era una palapa casi al lado de su hotel. La gente los veía con extrañeza, algo normal considerando que eran extranjeros. Sin embargo, en ninguna de los otros lugares donde habían estado se habían sentido tan incómodos.

Al día siguiente, guiados por uno de los folletos que los Kang les dieron antes de su viaje, recorrieron la ciudad y pudieron localizar a alguien que les explicara en inglés.

El segundo día, seguían pasando por la ciudad cuando un guía de turistas se les arrimó preguntando si querían ir a explorar la selva, pero al ver que no hablaban español, los condujo a una caseta de información, donde la misma chica del autobús laboraba. Ella les contó del recorrido en la selva y les sugirió que lo tomaran. Moon Bin y MinHyuk decidieron hacerlo porque la chica les habló sobre lo maravillosa que era la selva.

Tercer y último día en Chiapas. Estaban muy temprano en la plaza esperando al coche que los llevaría a la selva. No eran los únicos extranjeros que no hablaban español, por lo que habría dos guías, uno hablando español y el otro traduciendo todo al inglés; pero sí eran los únicos asiáticos.

El cochesito llegó y todos se subieron. Los guías empezaron a hablar sobre la belleza de la selva y por qué hay que cuidarla y otros tópicos ecologistas. Llegaron a la entrada de la selva y fueron bajados del cochesito, ya que éste no podía entrar. Se dividieron en dos grupos: los que hablaban español y los que no.

Moon Bin y MinHyuk siguieron al guía junto con dos suizos y tres estadounidenses. Se introducían en la selva con la confianza de que el guía sabía por dónde iban. Después de mucho caminar, llegaron a donde un árbol gigantesco que tenía una marca con cal. El guía les dijo que eso significaba que era momento de tomar un descanso. Todos tomaron asiento y contemplaron la selva. Uno de los estadounidenses, quien era un niño, y naturalmente tenía mucha energía, dijo que ya se había aburrido y comenzó a hacer un berrinche. Su madre intentó hacer que se calmara, pero fue imposible y el guía tuvo que regresar a la familia estadounidense a la entrada de la selva, pidiéndole a los suizos y al par de coreanos que lo esperasen un momento. Los suizos se pusieron a platicar entre ellos y Moon Bin y MinHyuk hicieron lo mismo.