Capítulo 22

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Satisfacción era sin duda lo que sentía Lee DongMin. El domingo, él y MyungJoon habían trasladado algunas de sus cosas desde el departamento hasta la casa, las demás llegarían después en un camión de mudanzas. La casa Moon-Park se había convertido en la casa Kim-Lee-Moon-Park. Todo parecía salir a la perfección y actualmente el actor se encontraba en su camerino esperando a ser llamado para una nueva filmación.

- ¡Cha EunWoo! ¡Cha EunWoo! – entró NamJoon gritando al camerino del actor.

- ¿Qué sucede RM-hyung? – preguntó.

- Ya prepararon el set para el nuevo drama, esta semana verán qué papel tendrá cada quien y todo ese rollo, solo faltas tú – explicó emocionado.

- Vamos para allá.

- ¿No preguntarás quién producirá el drama? – cuestionó el mayor arqueando una ceja.

- ¿No lo hará Bang SiHyuk?

- Sí y también yo. Al fin decidió adaptar una de mis tragedias para un dorama – anunció contento.

- ¡Felicidades Hyung! Ya era hora, sé que te has esforzado mucho en eso, me alegro por ti, no me imagino lo feliz que ha de estar Jin-hyung.

- Se puso como un loco, por cierto, si no llegamos rápido va a matarnos – comentó NamJoon y ambos fueron al set.

NamJoon explicó a los actores de qué se trataba la tragedia adaptada a dorama.

Contaba la historia de un niño inglés llamado John Austin, quien era heredero de grandes fortunas y además vivía  en una gran mansión cómodamente y sin preocupaciones, pero un día, en vista de que nadie en su casa le ponía atención, se escapa de su casa y es cuando conoce a un muchacho pobre, Paul Smith, que tocaba la guitarra para poder subsistir, el pequeño John queda tan encantado con el instrumento que decide seguir visitando al guitarrista, e incluso habla con él y eventualmente aprende a tocar el instrumento, todo esto a espaldas de su adinerada familia. Finalmente llega el día de la muerte del padre de John y por ende, éste debe sustituirlo como dueño de la reconocida empresa inmobiliaria; aunque naturalmente el joven, quien ya no era tan joven, seguía tocando la guitarra a escondidas. Pero un día, la prometida del protagonista, Elizabeth, decide seguirlo para ver a dónde se escapaba tan seguido y al descubrirlo tocando la guitarra como si fuese un Don Nadie, corrió escandalizada a casa de su futura suegra para delatar al protagonista. La viuda, aterrada, apresuró la boda de su hijo para imponerle más responsabilidades y que ya no tuviese oportunidad de seguir con su guitarra. Sin embargo, al ser la guitarra su gran pasión, John siempre encontraba tiempo para salir a tocar. Furiosas, su madre y su esposa lograron dar con el guitarrista que le enseñó todo y, después de contratar gente que lo investigara y descubrir lo miserable que era su vida, lo mandaron matar. John sufrió con la noticia y estuvo en depresión por un tiempo, pero un día escuchó a las dos terribles mujeres platicar sobre que el plan no había servido de nada ya que él se encontraba deprimido y no podía hacer su trabajo. John, al escuchar lo sucedido, se empezó a comportar hostil con aquel par de mujeres, a quienes consideraba unas brujas. Y así pasaron los años, su madre murió y su esposa le dio un hijo llamado Richard, mismo al que, aunque apreciaba, no atendía como un niño lo merecía, ya que sus responsabilidades del trabajo eran su prioridad; aunque procuraba darle todo lo material que el niño pudiese desear, de modo que el chiquillo vivía rodeado de lujos. Un día, aquel hombre que alguna vez amó la guitarra más que a su vida, regresaba a su casa tranquilamente, ya que ese día pudo salir más temprano del trabajo, y al mirarse en el espejo, se dio cuenta de que se había convertido en lo que más temía: su padre. Angustiado, buscó a su hijo por toda su casa e incluso obligó a su despreocupada mujer a que lo ayudara, y, al no encontrar al niño, John y Elizabeth salieron a la calle a buscarlo. Lo encontraron escuchando atentamente a un saxofonista callejero; Elizabeth, molesta, se aproximaba a Richard para retirarlo de ahí, pero John la detuvo, diciendo que a Richard le vendría bien la música, aunque internamente él se veía reflejado en su hijo y recordaba con añoranza al guitarrista que alegró sus días cuando era niño. La que no estaba contenta era Elizabeth, quien encerró al niño para que no siguiera frecuentando al saxofonista, pero el pequeño siempre encontraba una forma de escapar, volviendo loca a su madre. Todo lo contrario a su padre, quien incluso le compró un saxofón para que aprendiera a interpretar el instrumento. Elizabeth se volvió loca, aquello era algo incomprensible para ella, y en uno de sus episodios de locura, terminó asesinado a John para después suicidarse ella. La custodia de Richard pasó a sus abuelos maternos quienes le dieron la misma educación que en su momento recibió John. Sin embargo, él seguía escapándose para visitar al saxofonista, fue comprometido con una muchacha de buena familia, poco después de su boda el saxofonista fue asesinado y Richard se convirtió en el magnate al cual estaba destinado a ser desde su nacimiento. Tuvo un hijo que recibió más de lo que un niño pudiese desear, pero nunca el amor de un padre y el ciclo se repitió una y otra vez.

Pedrería a colores (Rocky Y MJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora