Capítulo 09.- Cita

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Disclaimer: Los personajes de Sherlock Holmes no me pertenecen, sino a su autor Sir Arthur Conan Doyle, la serie "Sherlock" pertenece a la BBC. Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Personajes: Sherlock, John Watson y otros.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Slash, lemon, y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

Resumen:¿Sherlock Holmes tiene una hija?, ¿Cómo es eso posible? La vida del detective consultor dará un giro de 180°

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La familia de papá

Capítulo 09.- Cita

John bajó a la sala, donde Sherlock ya lo esperaba; el detective usaba su típica ropa, lo que hizo sentir un poco mal al doctor, pues Holmes parecía no darle importancia a su primera cita.

Las cosas mejoraron un poco al salir de casa. Un auto negro se encontraba aparcado en la entrada del 221B; Sherlock se adelantó para abrir la puerta del copiloto, sorprendiendo a John, quien jamás se imaginó que el detective tuviese un auto (o si quiera supiera manejar).

—¿A dónde vamos? —preguntó John después de unos minutos de estar en el vehículo, pero no obtuvo más respuesta que una sonrisa gatuna de parte de su novio. La sorpresa no terminó con Sherlock manejando aquel Mustang negro, también fue el hecho de haber sido llevado a un campo de tiro; era cierto que en su primera cita con Sarah, el detective le había dado entradas para una representación teatral de una compañía china, se divirtieron mucho, sí, casi los mataban cuando lo confundieron con Sherlock y a causa de eso, Sarah dejó de hablarle un tiempo, pero había valido la pena.

El campo de tiro era enorme, a John le sorprendió encontrarlo vacío, pues era fin de semana y lo normal es que hubiese mucha gente.

—La dueña me debe un favor —dijo Sherlock adivinando los pensamientos de su doctor. John sonrió negando con la cabeza.

—¿Hay alguien en Londres que no te deba un favor? —cómo respuesta, el detective lo tomó por la cintura, pegándolo a su cuerpo, le dio un casto beso en los labios y sonrió.

—Tú, John, sólo tú —Watson no pudo evitar sonrojarse y es que Sherlock lo miraba con tanta intensidad que se sentía tan especial y único.

John se dejó llevar por un nuevo beso, sintiéndose libre de poder ir más profundo; en casa no se sentía cómodo, pues a pesar de que Sherly aceptaba gustosa la relación, él no veía correcto pasearse enfrente de la niña, en plan romántico con su padre, sobre todo con la muerte de Isabel tan fresca en la memoria de la pequeña.

—Vamos —dijo Sherlock con voz ronca. Llevaban una semana de ser pareja, pero a lo más que habían llegado era a darse un par de besos furtivos, pues John se cohibía frente a Sherly o cualquier otra persona, además, trataba al detective como si fuese una clase de doncella virgen, bueno, sí, era virgen, pero eso no significaba que el sexo le fuese desconocido, había visto suficientes vídeos y leído el libro que su hija le consiguió. Sherlock sabía que las personas necesitaban satisfacer su libido (eso incluía a John), y aunque él no tenía necesidad de ello, deseaba complacer a John, ¿pero cómo decirle sin que él creyera que lo estaba forzando?

Sherlock condujo a John hasta una sección especial del campo de tiro, ahí, cuidadosamente acomodadas se encontraban diferentes tipos de armas, desde una ballesta, hasta una ametralladora; Watson estaba encantado con lo que veía, muchas de ellas, eran de uso exclusivo del ejército y otras más, debían de estar en un museo y no en ese lugar. No se molestó en preguntarle al detective como había hecho para conseguirlas, sabía que la respuesta no le iba a gustar o simplemente no la obtendría, en su lugar, se dedicó a inspeccionarlas hasta que se decidió por tomar un fusil BAR*, un arma de la segunda guerra y Sherlock lo imitó, tomando otra igual.

La nueva familia de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora