Cuarenta y tres

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Sus piernas se elevaron por si solas, poniéndose de pie de inmediato. Minho miraba al de pecas con clara confusión sobre el porqué estaba ahí.

— ¿Qué haces aqu--...— sus palabras se vieron interrumpidas por el fuerte abrazo que el pelinaranja le brindo.

— ¡Bobo, idiota, estúpido! ¿Creíste que podías irte así como así, sin decirme nada?— el mayor abrió sus ojos de par en par— ¿Creíste que no sentiría nada? ¡Eres un idiota hyung!

El australiano sintió su corazón detenerse en cuanto el mayor le correspondió al abrazo rodeando su cuerpo. Apoyo su cabeza sobre el hombro del contrario.

— No te preocupes, ya llamé a tus héroes.

— ¿Qué?

¡Hey, Felix!

AT MY DOOR LOVE NEVER CAME BACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora