Doce

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Felix recuerda que por algún extraño motivo, los labios de ChangBin siempre sabían a cereza, de hecho esa era una de las razones por las que al menor le gustaba robarle besos de vez en cuando para después salir corriendo lejos de el. Y ahora sabía que no habían cambiado en nada, pues tenía de nuevo los labios que tanto había anhelado por dos años, moviéndose sobre los suyos.

Seo encima suyo acorralando su cuerpo acorralado contra la banca. Lee tomo fuerzas para empujar a ChangBin y hacerlo caer quedando libre.

— ¿Por qué?— preguntó con voz quebrada, el mayor solo se limitó a verlo. Las lágrimas de Felix no dudaron en salir, se paró de la banca y corrió lejos de aquel lugar.

En el camino se encontró con Minho, quien al ver a su amigo en mal estado quiso preguntarle qué pasaba. Sin embargo, el de pecas solo paso a su lado.

Lee divisó a alguien más, corría en la misma dirección que Felix.

Y justo cuando iba pasar a su lado, lo detuvo.

— ¿Qué hiciste ChangBin?

AT MY DOOR LOVE NEVER CAME BACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora