Cap.12

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Y hay estaba el, con el torso desnudo y sus ojos cafés confundidos mirándome de arriba a bajo, de izquierda a derecha lentamente.

- Hola .- Le digo un poco tímida.

- Que haces aquí? - Pregunta sin ningún discreción mirando mis cajas.

- Puedo entrar, y explicarte todo.

- Claro, entra.- me dice mientras toma mis cajas y las pone a una esquina, luego toma mi mano para dirigirse a su enorme habitación.

- Quieres algo de tomar?

- Nop.- Le digo un poco timida.

- Se que si quieres, y tengo algo que se que te gustará.

Sale de la habitación al parecer en busca de alguna bebida, miro al alrededor, nada ha cambiado desde que marché, su habitación sigue decorada de azul Mario y blanco, incluso me sorprendo al ver una pequeña foto de nosotros en nuestras vacaciones en Ibiza, solo recordarlo me da mucho nostalgia, nuestra relación fue muy duradera, 6 meses saliendo y un año de noviazgo.

- Aquí está.- dice mientras entra.

- No puedo creerlo, no sabias que me estabas esperando de tal forma.- Le digo sonriente al ver que trae nuestra bebida favorita de cuando éramos novios.

Jugo de fresa, vodka y menta.

- No es sólo tú bebida favorita.- me contesta sonriendo de la misma  manera.

- Leo.... tengo que contarte algo.- retorno volviendo a la realidad.- pues mi apartamento se que...

- En Serio?.- me interumpe preocupado.- fue tu apartamento el que vi en la noticia?

- Si...- Le digo tristemente.- todas mis amistades ya lo saben,  y eso no es lo triste.

- Que puede ser peor que eso?- Pregunta angustioso.

Doy un largo trago a mi bebida para poder explicar mis desgracias rápido y preciso.

- Mis padres me despidieron, me cancelaron las cuentas, el seguro estaba vencido y solo me dieron once mil dólares.- Le explico rápidamente para que no trate de hacer muchas preguntas.

Y las lágrimas comienzan a surgir de solo recordarlo.

- Oh, Weynelil lo siento tanto.- me dice mientras me da un abrazo.- Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.

- Mis padres me odian.- digo entre sollozos.- Se aprovechan de que no puedo pagar un abogado y me cancelan todas mis cuentas.

- Pero y los once mil dólares?

- Eso no me da para nada! Tengo que sacarle una copia a la llave de mi Mercedes, pagar el seguro, la golosina... ademas perdí toda mi ropa otra vez.- grito entre lágrimas .- mi maldita ropa barata la deje en casa de mi estúpido asistente.

- Y por que tenias tu ropa en la casa tu asistente?- me pregunta con vez molesta.

- El....- trato de inventar algo.- es el hermano menor de una amiga de trabajo que esta fuera y me dijo que me podía quedar en su habitación por el tiempo que quisiera, pero discutí con mi asistente y ya no le quiero ver su estúpida cara.

- Entiendo... sabes que puedes vender tu Mercedes verdad?- Pregunta esta vez calmado.

Buena excusa sonrió sólo un poco ya que el no me está viendo por que sigo en sus brazos.

- Sabes cuanto amo ese carro, pensé que tendría más de tu apoyo.- digo mientras bajo mi voz poco a poco.

- Tu me dejaste, y luego vienes a mi sólo por que me necesitas.

- Leonardo, tu me...

- Ni lo digas! No sabes cuanto me arrepiento.

- Pues no me puedes juzgar.- miro Asia abajo.

- Tienes razón, no te preocupes, conseguiré un buen abogado para que recuperes tu dinero, y veré como me las arreglo para conseguir te la copia del Mercedez.

- No se como te lo agradeceré Leo.- Le digo suavemente.

- No tienes...

- De hecho hay algo más que me gustaría que hicieras por mi.- lo miro con ojos un poco penosos, siempre me dice que si con esa cara.

- Que? - Pregunta sabiendo que me estoy aprovechando un poco.

- Me podrías dar un empleo en la agencia?- le digo asiendo pucheros.

- No, lo siento Weynelil pero mi novia trabaja allá.

- Tu que ? - le pregunto en voz baja.

- Mi novia, Weynelil, trabaja allá.

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