Cap.14

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-Buenos días.- me dice Alberto mientras me desayudo un plato de avena con frutas.

- Que guapo estas.- le respondo al verlo. El sonríe.

Lleva puesto un traje azul marino oscuro, y una corbata amarrillo mostaza que lo da vida a su atuendo, Alberto es delgado, tiene labios carnosos y el pero rizo, su tez es blanca pero se puede notar a simple vista que tiene dependencia latina, Alberto es un puro ejemplo de superación a pesar del racismo, sus padres llegaron al país antes de que el naciera, y paso de ser un simple inmigrantes bastante lindo para tener padres Mexicanos, a ser un hombre con bastante dinero para ser de padres Mexicanos, y lindo por supuesto.

- Weynelil, quiero que sepas que se que vas a dar lo mejor de ti en este trabajo.- Me dijo mientras se veía su taza de café y su pan tostado.

- Gracias.- Le respondí un poco sonrojada.

- Hoy vas a conocer a Loraine, espero que se puedan llevar bien.

- Si hoy voy a conocer mucha gente, no crees.

- Pero quiero que tu y ella se lleven bien en especial.

- Y por que te importa tanto.

- Enserio lo preguntas.- Me mira directamente a los ojos.

- Espera, Loraine, ella es .- comienzo a reír.- Ella es tu novia.- Sin poder evitarlo sigo riendo.

- Y por que diablos eso te causa riza.

- Pues por nada. Sigo riendo.- A lo mejor seremos mejores amigas.

La señora de limpieza ríe entre dientes.

Después de un no muy largo trayecto, al fin llegamos a la oficina, todos nos miran, con cara de que diablos esta pasando, puesto que todos me conocen y saben que Alberto me engaño con su gerente de ventas, la que ahora es su novia.

No saben ni que decir, este es uno de los momentos mas incómodos que he tenido, pero mi cabeza a lo mas alto como siempre.

- Buenos días.- dice la asistente de mi ex.

- Buenos días.- Le responde.- Quiero una reunión con todos los empleados en 10 minutos, y asegúrate de que la gerente de ventas este hay.

La secretaria, la cual es una señora de unos 50 años asiente amablemente, ella es la única que no sabes lo que esta pasando, puesto que al parecer la antigua secretaria que era muy amiga mía ya no esta trabajando aquí, no me sorprende.

Alberto me abrió la puerta, luego entro detrás de mi y la dejo entrecerrada. Prendió su computadora. Yo me senté en el asiente de al frente.

- Seras mi asistente de ventas, ahora que voy a abrir otra sucursal, en realidad necesitare un poco de ayuda.

- Estas loco, yo seré tu sustituta cuando no estés aquí, será la jefa sustituta.

- Jajajaja, como quieras Weynelil.

- Si dices que soy tu nueva asistente, tomare mis cosas, luego tomare un auto de mi preferencia, lo venderé, y tomare el dinero para mi, menos trabajo.

- Jajaja.

La sala de reunión es amplia, hay solo 15 asientos en una mesa amplia, todos los empleados mas importantes están aquí, ansiosos por saber que es lo que esta pasando.

- Buenos días.- decimos yo y Alberto a la vez.

- Buenos días .- dicen todos al unisono.

Sonreí al ver la cara de Loraine, tenia cara de confucion, furia, desespero por saber lo que estaba pasando.

Mire a Alberto, el la miraba, trago saliva.

Algunas personas tenían un triangulo en los ojos, me miraban, miraban a mi ex, y miraban a Loraine.

Ella se sentía incomoda, se sentía furiosa.

Yo me sentía feliz. Tenia semanas que no me sentía tan feliz.

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