Patitos de hule _Omegaverse_ - YoonMin-

Capitulo 23. Confesión

Podía distinguir en el aire el olor a frustración y enojo de Yoongi, sentía que no podía decir ni una sola palabra antes que el me mandará a la mismísima mierda.

¿Porque si no había echo nada malo?, A él no le tenía que interesar nada de lo que yo hiciera, claro, fuera del entrenamiento. No lo sabía, había algo en mí que me impedía revelarme contra él.

-Sube al auto ahora –Demando con voz rosando lo gutural.

-Yo... P-podria explicarl–Fui callado inmediatamente por él.

-¿Puedes explicar que te halla encontrado casi teniendo sexo con tu asistente enfermero?– El olor a enojo y tristeza llenaba el auto.

-N-no es algo de t–Me volvió a callar.

-¿¡Puedes explicarlo o no!?

-¡No! mierda, solo fue el calor del momento, nada más

Río de manera amarga.

-Él calor del momento –Dijo sibilino– Ni con el calor del momento yo te hice eso –Volvio a reír.

¿De qué estaba hablando?, ¿Antes en alguna fiesta él estaba dispuesto a tener sexo conmigo y no lo hizo?

-No entiendo

-No, claro que no entiendes, todo pareció borrarce de esa cabecita tuya, así, en un dos por tres, no te entiendo... Fueron más de dos años, si no soy lo que esperabas dímelo, me ahorras el dolor

Estaba conduciendo a gran velocidad, ya era de noche y no conocía hacia donde nos dirigiamos, ¿esto podría ser calificado como secuestro?

-En serio, no se de qué hablas

-Primero, ¿porque estabas en el patio?, estaba lloviendo a cántaros, milagro que no estás enfermo... ¿Y porque de un momento a otro tú aroma cambio?, no lo entiendo, y ni hablar de tus ojos, ¿o estás usando le tés de contacto?.. ¿Todo de ésto es una farsa no?, tú y tu padre debieron ser, querías quitarme del camino y no te importaba llevarme contigo, perfecto, lo lograste Park Jimin

Algo en mí cabeza dolió, acerqué mi mano izquierda hasta ésta dando leves masajes.

-Esta vamos tan bien, dime con qué estás inconforme y trataré de cambiarlo–Lagrimas salieron de sus ojos– Ésto que se siente en el pecho es una mierda, ¿que tú no lo sientes?

Y como si arte de magia fuera, allí, en mí pecho, comenzó un dolor fuerte que empezó a cortar mi respiración.

Vete, no te quiero, ésto no era lo que quería, nos estás haciendo sufrir, vete

¿Desde cuándo sentía que alguien más me hablaba que no fuera mí lobo? Y de nuevo no pude respirar, todo a mí alrededor de desvanecía.

•••••

-Pequeño... Abre tus ojos, p-por favor –Aquella voz triste... Y este sentimiento en mí pecho– No pensé en agobiarte tanto con mi aroma, lo siento, pero es que no entiendo nada de ésto

Sintiendo mis párpados pesados intenté abrir los ojos lentamente. Yoongi se hallaba a mí lado y yo estaba en... ¿Una cama? Seguí tratándo de divisar el panorama, pero mi cabeza dolía demasiado, volví la mirada hacia Yoongi, éste sorpresivamente me estaba viendo con ojos llorosos, hacía a mi alma llorará también.

–P-pequeño, ¿te sientes mejor?

Como pude, hice saliva y la pasé, sentía que estaba seco. Vacile en hablar.

–¿Y-Yoonnie?, porque lloras...

–T-tus ojos, de nuevo son avellanas... Ésto es una jodida mierda, ¿estoy mal de la cabeza o que?

Y otro fuerte dolor de cabeza llegó para hacerme cerrar los ojos.

N

o de nuevo porfavor.

-Oye, pequeño, pequeño, no de nuevo porfavor

Abrí de nuevo los ojos.

-¿Entrenador?

-¿Pequeño?

-¿Desde cuando me llama por un apodo?

Yoongi pareció totalmente asombrado.

–¿Jimin?

–¿Ahora se hace el desentendido?

Yoongi carraspeo, tenía aspecto de haber llorado.

–Veo que te sientes mejor, ahora... Tengo que hacerte una confesión, ése será tú castigo, pero antes, vamos

-¿Eh?

-Vamos a entrenar y te voy hacer llorar, levántate

Baje saliva, todo ésto por pasarme de confianza y porque me encontró en el acto. Me levanté de la cama en donde estaba y le seguí el paso.

-¿A donde vamos?

-Eres un niño pequeño o que, ya te dije que a entrenar

El lugar parecía ser una gran mansión.

-¿Dónde estamos?

-En mí puta casa, ¿bien?–Gruño y baje mi cabeza en sumisión. Lo que faltaba.

Bajamos por unas escaleras del lugar hasta llegar a dónde se encontraba una piscina, un poco más al fondo, habían vendas, guantes de boxeo de varios colores,  varias manoplas, tres sacos de boxeo colgado y otros en el piso, también colgados varios punching ball. Ese "pequeño' lugar parecía el paraíso de un boxeador.

-Vamos, a calentar

Empezó haciendo ejercicio de cuello, después sus brazos.