Anomalías.

tres.

Bajo a cenar.

Las escaleras parece ser que se hacen más largas. Aunque me haya acabado de levantar de una ''siesta'' sigo teniendo mucho sueño.

Bajo las escaleras con cuidado de no caerme y llego al gran comedor.

Es tan gris y tan poco alegre que hace que cada vez que lo veo me entren escalofríos.

Me siento en uno de los bancos mientras Suzzy sirve la comida. 

A mi lado encuentro a un dormido Gale.

-Eh Gale,tio.

Aprieta los ojos.

-Gaaale,a comer. ¿Has olvidado que estás aquí para cenar?

-Mike,hay espinacas. Prefiero quedarme dormido y que me manden a la cama sin cenar.-dice aún con los brazos en la mesa y la cabeza con los ojos cerrados sobre éstos.

-¿Espinacas?

-Sí.

-Puaj.A este paso me duermo yo también.

Suspira.

-Gale,venga. Hay que cenar algo...aunque sean unas asquerosas espinacasa verdes y mugrientas.-respondo riendo.

-Al menos tú no tendrás que soportar esto mucho más.

-¿Por qué dices eso?

-Mañana,tu cumpleños,serás mayor de edad y podrás irte de aqui. Yo sólo tengo diez años.

-Créeme Gale,ojalá y pudiera quedarme aquí siempre. 

-¿Qué dices tonto?-dice abriendo los ojos de golpe.-¡Allá afuera puedes hacer millooooones de cosas! Aquí sólo puedes ir al colegio y comer las espinacas podridas de Bertha.

-En realidad no es así como funciona.

-¡No mientas,Mikey! Allí puedes tener un trabajo y tener una mujer y ser sofis-sof-isti-sofistica-do. ¡Ay que no me salía la palabra! Bueno,y ser guaaay y vestir esmóquin. Tal y como lo vestía Deen.-dice poniendo su cara triste.

-Deen está bien,Gale. Además,los esmóquines son aburridos.-digo revolviéndole el pelo.

-Son grises y feos,es verdad,pero son sof-is-ti-sofistica-d-dos. ¡Ay,que asco que nunca me sale la palabra! 

Sonrío.

Echaré de menos a Gale.