Anomalías.

trece.

Me pongo en pie y voy al instituto. Es increíble que mi vida sólo se base en estar triste y sentirme sólo. Cambiando de tema,creo que haré una cosa y no estoy demasiado seguro de ella. La idea que se me ha pasado es pedir. Ya sabes,pedir limosna en las calles y así ganar para al menos comer algo. No creo que sea mala idea,después de todo. Ha habido veces en las que he visto a gente en malas situaciones pidiendo dinero en plena calle y siempre he pensado que hay que tener mucha voluntad para hacer eso. No es fácil sentarse ahí y ver cómo la gente va pasando de largo con sus bolsos enormes y su ropa lujosa. Y ni hablar de cuando es invierno,esa es la peor estación. Ves a las señoras mayores con sus abrigos de piel mientras tu te intentas mantener caliente haciéndote un ovillo. Y ya no mencionemos cuando pasan con sus castañas asadas en diminutas bolsas,desprendiendo el maravilloso olor y calor que contienen. Y tú mientras ahí observando,luchando por conseguir algo.

Paso a clase y veo mi asiento vacío de nuevo. Clea hoy tampoco está. Me siento e intento escuchar a las palabras de ese viejo señor luchando por conseguir un poco de atención de entre ese burullo de gente formando escándalo en clase. Parece mentira que estén aquí para comportarse y conseguir un futuro y parezcan niños de párbulos jugando y formando ruido.

Aun así,me da envidia. Porque tienen con quien hablar y yo no. Odio estar tan sólo.

-Hola Michael.

-Hola...¿Clea? -digo una vez he reaccionado.

-Ahá.

-¿Cuando has venido?

-Llevo toda la clase aquí.

-No,no Clea.

-Michael para. -dice con lágrimas en los ojos. Y me siento triste y siento una sensación horrible en mi interior. Siento miles de cosas pero una de ellas es como si me dijera que esto es mentira. Y que ella no está llorando. Antes no me pasaba esto.

Pero bueno,Clea apareció cuando más sólo me encontraba. Y no voy a hacerle daño,aunque llore y se enfade por tonterías. Espero que esto luego no sea un error.