diecisiete.

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-¿Lo viste durmiendo allí? 

-Sí tío,que fuerte.

-Es un pringado de mierda.¿Qué hace durmiendo bajo un puente?-ríe.

-Ni puta idea,le habrán echado de casa por ser tan gilipollas.-ríe el otro y chocan sus manos.

Y mientras yo ahí sentado,detrás de las taquillas,escuchando todo. Son las ocho de la mañana y sería cuestión de minutos que el hecho de que yo viviría en un puente a partir de ahora,se supiese por todo el instituto.

¿Por qué les importaba tanto? ¿Acaso eso afectaba a sus vidas? Idiotas.

Salgo de detrás de mi escondite y me encamino hacia mi clase,acaba de tocar el timbre. 

Una vez entro,voy a mi sitio y me siento. Vaya,no hay nadie. A Clea le está dando por faltar.

Dejo la bolsa con los libros encima de la mesa y miro hacia mi alrededor.

Todos mirándome y la mayoría cuchicheando. 

Un chico de mi clase se acerca a mi sitio. 

-Eh,tú. ¿Debajo de un puente? ¿Vas en serio? Yo creo que en vez de vivir debajo,deberías morirte tirándote de él. -dice y se va.

Todos ríen. 

Siento una especie de dolor en mi interior. 

Quiero llorar. Pero no de tristeza,sino de rabia. Quiero que cada vez que pronuncien un insulto para mí,se les pudra la boca. Quiero que cada vez que digan algo,sientan con cada palabra que dicen,una patada en el estómago. ¿Qué les cuesta dejarme en paz? 

Juro que algún día se arrepentirán de lo que una vez dijeron.

15:07

Los insultos,las patadas y cada puñetazo que me han dado por defenderme,duelen. Pero quizá no duelen tanto como los insultos. Al fin y al cabo,el dolor físico se cura,más tarde o más temprano. Pero las palabras duelen. Los insultos duelen más que cada golpe que me dan.

-¿Vas bien,Michael?

-¿Dónde estabas hoy?

-Quizá con la rabia de tu cuerpo,mi existencia se eclipsaba.

-¿Eh?-pregunté confundido.

-Nada. Sólo que tu rabia tapa todo ante tus ojos, y sólo eres tú y tú y todo el tiempo tú.

-Bueno,al menos por una vez en mi vida,pienso en mi mismo antes que en los demás.

-Sabes que eso no es así.

-Lo que tú digas.

-Esta noche dormiremos juntos.

-No hace falta,Clea.

-No era una pregunta. Voy a quedarme. Y me quedaré siempre.

23:36

La tarea ya estaba hecha. Clea me había ayudado un poco,aunque tampoco es que sea más lista que yo.Comí algo de la bolsa de comida que Marilyn me dió,Clea no tenía hambre.Tenía una manta tapándome del frío. Hace unos diez minutos me quedé embobado pensando en todo lo ocurrido y Clea,al ver que yo no hablaba me dijo que mejor se iba a descansar a casa.

Me acurruqué más,el frío me helaba los pies. 

Oigo algo. ¿Son sollozos?

Escucho pasos cerca de mí y se paran en el extremo contrario del puente.

Mi conciencia me dice que no pregunte la típica cuestión de ''¿Hay alguien ahí?'' porque siempre pasará lo que pasa en las películas que veía con Reen. Que al final es un monstruo y el que se jode eres tú. Pero mi corazón dice que haga algo,lo que sea.Voy a preguntar cuando una suave voz me detiene.

-¿Hay alguien ahí?-pregunta. Y suena asustada y fría y apagada.

-Bueno,haber alguien,hay. Otra cosa es que yo quiera decirte si hay alguien o no.

-No te conozco pero tu sentido del humor es una mierda.Hasta me ha costado entenderlo.

-¿Y tú quién eres,niña de la oscuridad?

-Acabas de decirlo,soy la niña de la oscuridad.

-Bueno niña de la oscuridad,yo no tengo un nombre tan chulo. Michael es un nombre bastante simple.

-Julie también lo es.

-Julie es bonito.

-No es verdad.

-Me apuesto toda mi comida a que te llamas Julie.

-Que inteligente.-ironiza.

-¿Qué hace una niña tan bonita como tú en un sitio como este?

-Ni siquiera has visto mi cara,Michael el simple.

-Bueno,Michael el simple detecta por tu voz que seguro eres bonita.

-Michael el simple se equivoca.

-Te equivocas tú,niña de la oscuridad. Michael el simple siempre llevará la razón.

-Tengo frío.

-Michael el simple tiene una manta.

-No debería acurrucarme con un extraño.

-Yo no debería cederle mi mantita a una extraña que además,es una niña oscura.

-En ese caso,me acurrucaré contigo.

-Trato hecho.

Y escucho como se levanta y sus pasos se acercan hasta mi.

Es de noche pero veo que es rubia y sus ojos son claros.Tiene pequeñas pecas en su cara,adornándola. Y pienso que es muy adorable.

-Hola niña de la oscuridad.

-¿Tú no eres el del puente?

Oh.vaya.

-Sí. Aunque si no quieres compartir manta con un vagabundo lo entenderé. Yo hubiera hecho lo mismo.

-Tengo demasiado frío como para rechazarte.-dice sonriendo.

-No sé cómo tomarme eso.

-Tómalo como quieras. 

Y se acurruca en mi hombro. Y se siente tan real. No me siento sólo,no hay miedo. No hay nada. 

Me encanta.




Anomalías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora