quince.

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La llegada al orfanato no duró mucho. Quería que el trayecto con Olga fuera más largo para así disfrutar de su compañía pero,fue al contrario. 

Comenzamos a hablar,cuando ya creía que el trayecto pasaría en silencio. Sus manos manejaban el volante,y parecía diminuta y pequeña aunque sólo tuviera unos pocos años más que yo. Hablábamos de todo tipo de cosas,claramente evitando el tema del que no queríamos decir una palabra : mi ida del orfanato. Al final,la conversación siempre llegaba a ese tema y parábamos de hablar. Así que puso la radio. 

''And all the roads we have are winding

And all the lights that lead us there are blinding

There are many things that i would like to say to you

But I don't know how

Because maybe

You're gonna be the one that saves me

And after all

you're my wonderwall''

Dijo Olga después de escucharme cantar el estribillo:

-¿Cómo te has aprendido la canción?

-El profesor la puso un día por los pasillos del instituto y bueno,algo salió.

-Pues cantas bien.

-Ya,quizá podría ganarme la vida con eso. Aprenderme más canciones que pongan en el instituto e ir a la gran plaza a cantarlas y que me den céntimos. Lo estoy viendo en un futuro.-dije alzando la mano,como tocando algo.

Olga bufó.

Bueno,aquí el que debería bufar soy yo,que hoy duerme en la callecita.Hoy y probablemente el resto de su vida.

Y en ese viejo coche de los años cincuenta,pasando por aquel fornido bosque con la luz del sol dando en la luna del auto,y de fondo la canción aquella terminando,me di cuenta de que la suerte nunca estaría de mi lado y que yo por mi cuenta tendría que tratar estar bien.

18:37 p.m

Ya estábamos a las puertas del orfanato,Olga abrió la pequeña puerta medio rota con las llaves. Mi orfanato no es que fuera lujoso ni mucho más. Mi orfanato era un orfanato perdido en alguno de los picos de la ciudad,roto y destartalado,comedor era triste como el sólo y los dormitorios eran un pasillo con habitaciones una pegada a la otra. En cada habitación dormían cuatro y había unas cuantas habitaciones.Yo dormía con Gale ,Charlie y Reen. Pero eso ya no volverá a pasar. Yo ya no estaré ahí para darles consejos por las noches o para calmar entre todos a Gale cuando le pegan en el colegio. O simplemente para contarles la cantidad de gente que ha pasado por este lugar. El calor de los radiadores,la comida caliente y la compañía se han terminado para siempre en este orfanato más o menos desamparado por la ley.

Al entrar veo guirnaldas de colores hechas por los niños y al pasar al comedor una tartita en la mesa. Los chicos se abalanzan a mi,haciendo que casi me caiga al suelo.

No sabéis cuantísimo echaré esto de menos.

Marilyn pone música y me coge de los brazos haciendo que baile.

''You're the one that I want  du du du,

You're  one that I want  du du du honey

You're the one that I want  du du du,

You're  one that I want  du du du honey

The one that I need,

Oh yes indeed''

Y así el comedor se hizo un salón de baile enorme,la música por todos lados,y globos en el techo y guirnaldas.

Después comimos la tarta e intentamos pasárnoslo lo mejor que pudimos.

Pero todo tiene un final.

Olga vino con una bolsa de plástico con mi ropa.

Los niños hicieron un corrillo detrás de mi y la señora Kerr tenía una cara muy triste.

-¿No se puede quedar más?-pregunto Reen.

-Lo siento,no puede.-dijo suspirando Kerr.

-Oooh.-dijeron todos los niños al unísono. 

Yo observaba a Gale. Tenía diez años más o menos pero era mi mejor amigo.Incluso nos hicimos una pulsera de amistad,idea de Ellein. Bobadas de chicas.

La cuestión era que Gale tenía la cabeza baja y no había comido tarta ni había bailado. Quizá el pensaba que no era un día para celebrar aunque fuera el último que pasaría conmigo.

-Gale.-me acerqué a él. Le levanté la cabeza y vi que estaba llorando.

-No Gale,por favor.

-No quiero que te vallas,Michael.-dijo entre sollozos.

-Pero tengo que irme.

-Pero somos mejores amigos y los mejores amigos no se separan.

-No nos separaremos,Gale.

-Sí,porque te vas.

-Me iré pero seguiremos siendo mejores amigos. Alguna vez te visitaré al colegio,al igual que a los demás.-dije intentando secar las lágrimas de sus ojos.

-Te quiero Mike.

-Yo también Gale.

-Prométeme que seremos mejores amigos.-dijo alzando su dedo meñique.

-Para siempre.

Podría jurar que todos estaban hechos mares de lágrimas y sólo faltaba yo por llorar. Pero yo ya estaba llorando hace tiempo,por dentro. 

Todo se llenó de abrazos y de despedidas y una bolsa de comida grande y muchas cosas. Al menos los primeros días no viviría mal.

Pero sobretodo fueron lágrimas las protagonistas de esta despedida.

Y yo al final lloré,pero por fuera.

Cuando intenté caminar a buscar algún lugar para dormir,algo se me agarró al pie.

-No te vallas por favor.-dijo ese alguien agarrado a mi.

-¿Gale?

-Me moriré si te vas.

-No,Gale.

-Mike,por favor. Te ordeno que te quedes.

-Yo te ordeno que te vallas,no me hagas esto peor Gale.

-No Michael,no me dejes sólo.

-No estarás sólo.

-No.-dijo llorando mucho. Toda su cara eran lágrimas.Caían miles y miles sin fin.

La señora Kerr y Olga salieron corriendo a por Gale.

-Gale,detente.

-¡No!-chilló.

-¡Gale!

Y al final lo arrancaron de mi.

-¡No! ¡No! ¡No te vallas! ¡Michael!-chillaba más y más fuerte.

-Lo sentimos.

Negué con la cabeza.

-Yo estoy igual que él,pero por dentro. Sé controlarme.

-Puedes venir cuando quieras,Michael.-dijo la señore Kerr.

-Recuerda que te queremos.-dijo Olga.

Yo también os quiero.

Anomalías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora