No puedo contra ti

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Habían varios sutiles cambios en Mizuki ese día, llevaba parte de  su copete  recogido hacía un lado en su orquidia de conejito, había cortado un poco las puntas de su cabello, recogido un centimetro su falda y se había puesto un lindo brillo en sus labios, muestra de que ahora iba esforzarse más en conquistar el corazón del joven Subaru.

El club se encontraba en silencio hasta que la puerta se abrió de golpe mostrando a una determinada Mizuki, estaba avergonzada, pero decidida.

-¡B..Buenos días!-

La respuesta tardo en llegar, los miembros que se encontraban la miraron con una expresión de terror ¿tan mal se veía? Volteo con rapidez a ver el pequeño vidrio que tenia la puerta. Se peino el cabello torpemente con sus dedos, pero no veía nada raro, en su opinión estaba bonita. Todo cobró sentido cuando en el refrejo vió como Colette corria con un cuadro hacía el sillón.

-Cole-chan.

Los tres culpables se estremecieron ante el imponente cambio de voz de la castaña, un tsunami se acercaba.

-¿Ese cuadro que llevas no es el mio verdad?

Exclamo mientras le regalaba una sonrisa a la menor, sonrisa que hizo sus delgadas piernas tembrar y sus palabras tropezar.

-Si...Si...Si lo fuera....¿Habría algún problema?

Usami suspiro, se acerco a Colette y jalo la manta que cubría el cuadro, para toparse con una mancha azul cubriendo sus relucientes manzanas.

-¡Si no estuviera todo lleno de pintura no habrían problemas!

Subaru usando las dos neuronas que Usami todavía no había matado opto por erroneamente interrumpir.

-¡No esta TODO lleno Usami-san! Se alcanzan a ver las manzanas, es como.....-

-¡Una metafora!

Interrumpio el presidente pensando que podía apasiguar un poco la masacre, pero no hacían mas que poner sus cabezas en la guillotina.

-Vamos a enseñarle esta metafora al director.

Dijo Usami pensando hacer público el problema, antes de poder girar para salír, los chicos se avalanzaron hacía ella, Colette abrazo su cintura y cada chico una de sus piernas.

-¡Lo sentimos, lo sentimos muchooo!

La chica suspiró y aunque esperaban un regaño de su parte solo los miro con tristeza.

-Espero que valoren más mis cosas.

Salío del salón dejando a los tres chicos con un saco de culpa a cada uno.

Apesar de haber tomado las expresiones  de Usami como inspiración para sus esposas, Uchimaki no sentía nada de ganas de dibujar a alguna chica con una expresión como esa, no una tan triste.

-Chicos, creo que ahora si se pasaron.

Dijo el presi mientras se rascaba la nuca y miraba a los chicos con desaprovación.

-¿Pasarnos? Si usted fue el que dijo que se quitaba con agua!

Replicó un indignado Subaru al ver que el presi se quitaba su saco de culpa y se los ponía a sus Kohais.

-Pero quién fue el listo que me hizo caso? Era obvio que no iba a funcionar.

Buscaba justificarse, pero no se podía sacar oro de una alberca de pelotas, culpable era del caso y de la tristeza de la castaña.

-¡Todo es su culpa por hecharle pintura azul!

Copiando la tecnica del presidente de una manera más sinica, Colette, (quién tiro la pintura por accidente) se encontraba culpando a su senpai. Viendo como aquella discusión no iba para ningún lado y aún con el vivido recuerdo de la desepcionada mirada de Usami, el amante de las chicas 2D salio tras la real.

No fue difícil encontrarla ya que no había ido muy lejos, estaba en las bancas de la planta baja jugando con los dobleces de su falda.

-Usami-san.

La chica volteo por instinto olvidando que sus ojos estaban cristalinos de las recientes lagrimas que cayeron en sus piernas. ¿Porque siempre hacía expresiones tan lindas?  Era lo unico que pudo pensar en ese momento.

Avergonzada por haber sido vista en un momento de debilidad, Mizuki se limpió las lagrimas con rapidez, se sento de manera derecha y lo miró intentando verse firme.

-¿Qué quieres?

El chico sonrió enternecido por aquella acción y se sentó a un lado mientras ella lo seguía con la mirada. Al sentarse se recargó en el asiento de manera comoda y miró al cielo.

-Quiero proponerte una idea, aunque más bien es una invitación.

La miro y su expresión de sorpresa le basto para continuar hablando.

-Mi hermana tiene un estudio de arte, ¿Quieres pintar ahí? Si se lo pido no creo que se niegue y te puedo prestar todas mis pinturas, pinceles lo que quieras, nadie te interrumpira y podras hace....-

-Basta.

Paro en seco y la miró con algo de preocupación, pero esta cambio a sorpresa al verla sonreir de esa manera tan linda que ella solo podía hacer. Usami se acomodo un mechón atras de su oreja y mirando al frente enternecida le dijo.

-Yo se que tu no fuiste Uchimaki-kun.

Rio un poco por la cara de sorpresa de Subaru  y al igual que hizo el con anterioridad continuo hablando sin esperar una respuesta.

-Se que nunca eres tu....Se que siempre ayudas a solucionar lo insolucionable de los problemas de los chicos, pero yo se que sí alguíen valora lo que hacen los demás ese es Uchimaki kun, siempre lo he sabido.

Aquellas palabras, con aquel suave tono de voz dichas por aquella chica de rojas mejillas como sus lienzos de manzanas hacían que el corazón de Subaru se encojiera y sintiera que debía retratar cada expresión que hiciera Mizuki.

-No puedo contra tí Usami san.

Dijo mientras soltaba unas tenues carcajadas calladas por su mano, haciendo sentir a Usami avergonzada sin saber bíen la razón.

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