El proyecto Berwick

Capítulo 20. Dos de tres (I parte)

Anteriormente en el proyecto Berwick:

*Sasha apareció en televisión defendiendo a Ben de ser un terrorista. Cristina fue por ella para protegerla en caso de que ello llamara la atención del Museo.

*Gideon es un doctor alcohólico que solía vivir con la familia de Naturales también. Ben lo conoció en el escondite de Nueva York (para más información, búscalo en el glosario de personajes)

*Recordatorio: Parásitos son brujos que pueden tener influencia sobre la mente de otras personas (los poderes de este tipo pueden variar)

Cualquier otra pregunta, las respondo en los comentarios.

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Capítulo 20. Dos de tres (I parte)

Desperté violentamente. No respiraba. No podía moverme. Estaba atrapado, amarrado contra el asiento.

―Shh. Shh. Está bien. Estás bien.

Una mano se paseó por mi pecho, luego mi hombro izquierdo, y luego mi cabello. Su voz, sin embargo, fue suficiente para calmarme. Para recordar que estaba en un carro, con el cinturón de seguridad puesto. Nadie nos seguía. No había nada de qué preocuparse, pues ya era muy tarde para eso.

Sin mirarle, volví a dormitar contra la ventana. Pero las imágenes seguían grabadas ―siempre lo estaban― en la retina de mis ojos, por lo que no aspiraba poder descansar mucho.

Y cómo quería descansar. Estaba exhausto; estaba aturdido; estaba pérdido. Mi mente se encargaba de que siempre me mantuviese en ese estado. Las mismas secuencias se repetían, se mezclaban, se volvían todo. La mirada vacía de Sasha llorando por su padre; su cuerpo colgando sobre el fuego; el olor de la piel derritiéndose... En mis sueños los recuerdos eran incluso más vívidos; tanto que me hacían pensar que podría cambiar algo. Pero despertaba ante la desesperación de no lograr hacerlo.

A veces podía escapar. Pequeños intervalos en los que, si me concentraba lo suficiente, era consciente de lo que ocurría a mi alrededor. Un apartamentico tipo estudio con varios sillones. Cristina echada en una cama. David, Elena y Liam rodeándola mientras le abrían el estómago. El pequeño Leo envolviendo mi mano con una venda. Mi pie oculto por una bota inmovilizadora del que no estaba seguro de dónde había salido. David durmiendo en un sofá con Leo. Elena llorando en el baño.

Después contemplaba la mirada pérdida de Sasha...

Hubo muchas discusiones al día siguiente. Me acuerdo de ello con más claridad que lo demás. Cristina seguía inconsciente. Liam y Leo habían salido (ni idea adónde), y mientras tanto, David y Elena discutían sobre lo que no hubo tiempo de hablar la noche anterior.

David nos contó que él, Cristina y Elijah habían llegado a Minnesota al mismo tiempo que el proyecto Berwick, y en el camino, Paul y su equipo los interceptó, diciendo que estaban ahí para ayudar. Elena prosiguió a contar que yo les había advertido que seríamos asediados. A lo que yo tuve que admitirle finalmente que Stefan había estado viviendo conmigo en mi mente todo ese tiempo. Ella y David se miraron como si les sorprendiera que yo hubiera hablado, pero no se dijo nada al respecto. Si hubiese sido Elijah, probablemente habría habido gritos. Se dedicaron después a preguntarse docenas de veces de cómo el proyecto Berwick nos pudieron encontrar en primer lugar, pues habían tomado todas las precauciones. Y así, empecé a contar mi versión de la historia: desde que subí al segundo piso a buscar a Sasha ―David se vio obligado a gritar mi nombre para regresarme a la realidad cada vez que me trababa en mi relato― hasta la parte en que capturaron a Elijah.

―No entiendo ―dijo Elena―. ¿Cómo es posible que Sasha fuera una fantasma?

«Es un nuevo brujo ―me dijo entonces Stefan―. Un Parásito. No tengo mucha información sobre él, pues hasta ahora pensaba que era un rumor, pero al parecer hace aquelarres con fantasmas y así los controla. Mi suposición es que, basado en la relación que tiene contigo, el proyecto Berwick se hizo con Sasha antes de que Cristina fuera a por ella. Le inyectaron la Poción y pues... se convirtió en fantasma».