Sadie.
Mire mi reflejo en el espejo del baño, observo mi rostro, pinto mis labios de un rojo intenso y acomodo mi cabello rojizo, me doy una ultima mirada para ver que todo este en orden, una vez comprobado salgo del baño.
Agarro mi bolso con fuerza, comienzo a caminar, sonrió a las personas con las quien me cruzo, saludo a un par de compañeros.
Pronto me encuentro donde están Millie y Noah. Juntos no dirijamos a la cafetería, al entrar algunas personas no se molestan en vernos y siguen comiendo o conversando, pero la mayoría nos ve caminar, como si fuéramos estrellas de Hollywood.
La división de grupos sociales en la cafetería era bastante notoria. Cada quién está con su respectivo grupo.
Cómo en todos los colegios, los populares estaban por su lado (en el centro para ser específicos), los inteligentes por otros, los "raros" y asociales apartados.
Nos sentamos en una mesa cerca al centro. Millie y Noah empiezan a conversar sobre cosas triviales, pronto pierdo el hilo y me pierdo en mis pensamientos.
-¿Esta todo bien? -pregunta Millie.- Llevas viendo el vacío un buen rato.
-No has tocado tu comida.- señala Noah.
-No pasa nada, solo no dormí bien.
-¿Tuviste una noche alocada con Aidan?- Dijo pícaramente Millie.
-Por noche loca entendemos discutir gran parte de ella, entonces sí.
Aidan es mi novio, llevamos un año juntos, todo estaba marchando bien, pero desde un mes para acá no hablamos, ni nos vemos, solo discutimos por teléfono, y qué fuéramos en escuelas diferentes no estaba ayudando para nada.
Cómo todas las parejas tenemos altas y bajas, esto solo era una baja. A decir verdad lo quiero mucho y no me gusta para nada está situacion.
-Oh nena, ánimo, pronto todo estará bien.- Dijo Millie mientras me daba un corto abrazo.
-Todas las parejas tienen malos momentos, incluso Millie y yo, tenemos nuestros malos ratos.
Les regale una sonrisa.- Lo sé.
Terminamos nuestra comida, nos fuimos de la cafetería a nuestra clases, solo faltaban la mitad para terminar el día.