Unas semanas después continuaba triste, no es como que fuera a superar mi relación de un año, 3 meses, en un día.
Millie había estado a mí cuidado, había hecho todo lo posible para mejorar mi ánimo.
Por otro lado Finn y yo pasábamos mucho tiempo juntos, en tan poco tiempo nos habíamos convertido en grandes amigos.
Hoy era sábado, iría con Noah y Millie a comer, tal vez después a ver una película.
Al llegar a la plaza, me quedé helada, ahí estaba Aidan, solo y caminaba hacia mi, que mierda.
Mire a Millie y Noah en busca de ayuda, ambos me miraron incómodos, ellos lo sabían.
Antes de que pudiera decirles algo o huir, Aidan estaba enfrenté de mi.
-Hola a todos.
-Nosotros vamos dejarlos solos.- dijo Noah.
-¿Quieres ir a sentarte?
-¿Para que? - obviamente no quería hablar con él, una parte de mi estaba muy dolida.
-Necesitamos hablar.- dijo apenado.
-¿Ahora si tenemos que hablar? ¿Por que no solo me llamaste?
-Lo siento, se que lo que hice no estuvo bien, por eso estoy aquí, mereces más que una llamada.
-Bueno explicate.
-Estaba muy confundido, me enamoré de alguien más, y no mereces estar con alguien que no está contigo al 100%
Me quedé congelada intentando procesar lo que había dicho- ¿Y por qué solo me llamaste para terminar?
-Por que te sigo amando, y estaba tan confundido, que si veía tu ojos azules, tu cabello rojizo, y tus labios rosa, no lo hubiera hecho. No era mi intención lastimarte, simplemente pasó, no pude evitarlo.
-¿Y llegaste a engañarme?
-No, por supuesto que no, es todo muy complicado, puede que tuviéramos actitudes muy cariñosas, pero jamás hice nada con ella.
- Valoro mucho tu sinceridad, gracias por venir a hablar conmigo, quedé muy desconcertada cuando terminamos, pero ahora me siento más tranquila.
-Eres una chica asombrosa Sadie, gracias por todo este tiempo a mí lado.
-Gracias a ti también.- Ambos nos miramos, nos acercamos y nos dimos un abrazo.