Una semana, desde hace una semana había aceptado que me gustaba Finn, y desde entonces disimular mis sentimientos era imposible.
Me encontraba en mi casillero, estaba dejando mis cosas, para irme de la escuela, las clases habían terminado al fin.
Las vacaciones se acercaban, por lo cual el periodo de evaluación estaba a la vuelta de la esquina, junto con el bailé.
Al pertenecer al comité del baile, estaría muy ocupada, organizarlo es más difícil de lo que podría parecer.
Estando tan concentrado en mis pensamientos, no note que Finn estaba a un lado de mi, hasta que toco mi hombro.
Al verlo sentí como mi corazón se agitaba, mis mejillas se sonrojaban, y mis manos sudaban.
-Hola roja.- oficialmente estaba muerta.
- Ho-hola.- dije.
- Vamos juntos a casa, los perdedores están afuera.
-Claro.- dije emocionada.- solo deja le avisó a Noah y Millie.
-De acuerdo.- saque mi celular para mandarles un mensaje. Antes de enviarlo una chica se me acercó.
-Sadie, que bueno que te encuentro, estaba pensando que como jefa del comité del baile, sería buena idea que empecemos a poner fechas para las citas.
Antes de poder decir algo, otra chica apareció.- Sadie, con el equipo de Matemáticas estamos pensando empezar el proyecto.
De un momento a otro había un grupo de personas alrededor de mi, lo peor es que no podía ignorarlos y solo irme con Finn, eran cosas con las que estaba comprometida.
Busque a Finn quien se encontraba atrás de todos. Lo miré, le dedique una sonrisa apenada, la cual contesto con un gesto de mano y se fue.