Finn
Busqué a Sadie por los pasillos, moría por hablar con ella desde el sábado, que se fue repentinamente.La encontré caminando a la salida.- Sadie
Se volteo a mi dirección.- Finn
-¿Cómo estás? El sábado me quedé preocupado por ti.
-Estoy bien, no era mi intención preocuparte, o arruinarles la noche a los chicos y tú amiga.
-No para nada hiciste eso, Ayla se preocupo un poco por ti.
-Luce como una buena chica.
-Lo es, es buena persona. Una buena amiga, solo eso.- dije, por alguna razón necesitaba que supiera que solo era una amiga.
-¿Solo eso?- me miró confundida.
-Si.
Sadie comenzó a caminar, la seguí, no sabía a dónde iba, estaba lloviendo, lo mejor sería esperar a que terminara, para ir a casa.
-¿A donde vas?
-Afuera.- dijo obvia.
-Pero estaba lloviendo.
-¿Le tienes miedo a lluvia Wolfhard?
Salió del edificio sin más, el agua pronto comenzó a escurrir sobre ella. Pronto se encontraba riendo y jugando.
-Vamos Finn.- dijo acercándose a mí.
La lluvia me gustaba, pero no me gustaba mojarme; así que esperaría a que Sadie recapacite y se de cuenta del resfriado que cojera por mojarse.
En un intento de hacerla entrar fue ella quién me jalo de mi, haciendo que me reuniera con ella. Sentí como el agua empezaban a mojarme.
-Te vas a arrepentir Sink.- pronto los dos estábamos pisando charcos intentando mojar al otro, corríamos y reíamos, hasta que dejó de llover.
Ambos estábamos temblando de frío, pase mi brazo alrededor de Sadie, quien se refugió en mi haciéndolo un abrazo. Mi corazón comenzó a latir muy rápido, espero que no lo notara.
Se separó de mi.- vez como no fue tan malo Wolfhard. Solo es agua.
-Si me enfermo te culpare a ti.
-No sea dramático.- sin previo aviso Sadie comenzó a hacerme cosquillas.
Como aún había agua en el piso, me resbalé en un intento de quitarme, ambos caímos al piso. Sin duda dolió, fui yo quien se estrelló en el piso, por lo que Sadie quedó encima mío, al abrir mis ojos note lo cerca que estábamos, si me levantaba un poco la podría besar.
No sabía porque estaba pensando en besarla, mi corazón se aceleró de nuevo. Deje de mirar sus labios y mire sus ojos quienes me observaban atentamente, recorrían mi cara, cada centímetro, hasta que se detuvo en mi mirada.
Poco a poco se fue acercando a mi, con su mirada me pedía permiso de continuar, fue cuando decidí terminar el espacio entre nosotros.
Sentía como algo explotaba dentro de mi, estába besando a Sadie, decir que este era uno de los mejores momentos de mi corta vida era poco. Sus labios se movían en sincronía con los míos, como si no quisiera que esté momento acabará, colocó una mano en mi mejilla, y yo tomé su cintura, para que no se despegará de mi.