Al llegar a mi salón de clase nos comunicaron que el profesor no podría llegar, todos entendimos, pero ahora tenía ni primer hora libre. Hacia demasiado frío para ir a fuera, tal vez daría una vuelta.
Camine por los pasillos, a esta hora todo era muy oscuro, parecía una película de terror.
-Finn.- alguien recargo me dio un pequeño empujón.
-Madre divina de dios.- dije casi gritando, voltee para ver de quién se trataba.- Me diste un buen susto.
-Esa era la intención.- dijo Sadie entre risas.
-Eso no se quedará así Sink.- dije.
-¿Qué haces vagando por los pasillos a esta hora?
-No tuve clase ¿Y tú?
-Llegue tarde, mi profesora ya no me dejó pasar - hizo puchero, por lo que reí.- no rías, iba a dejar mis cosas para ir a desayunar a la cafetería.
- si quieres te acompaño, aunque yo ya desayuné.
Caminamos a la cafetería, all llegar estaba vacía, como era de esperarse, fuimos al mostrador, Sadie pidió un desayunó completo y yo un chocolate caliente.
Nos sentamos en un mesa cerca de la puerta. Una vez sentados comenzamos a platicar de diversas cosas.
-Mi amiga Millie ama los waffles, a mí me gustan porque siento que tienen compartimentos para la miel.
Comencé a reír de su comentario.- Concuerdo.
Una vez término de comer, dimos unas vueltas por el instituto hasta que comenzará la siguente clase.