Caputulo 10 - Cena con los Lee

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— Gire a la derecha.- Indicó el GPS y en cuanto lo hice pude ver la casa de Donghae, vivía en un vecindario bastante familiar y tranquilo. Estacione el auto frente a su casa y salí, lleve una botella de vino, me pareció buena para la ocasión.

— No puedo creer que llevarás tantos meses con Donghae y no conocieras a su mamá.- Asentí en silencio ya que no recordaba cuanto le había dicho a mi hermana que llevábamos Hae y yo, ni porque no le había dicho la verdad. Sora había llegado de sorpresa, como siempre y se me salió decirle que conocería a la mamá de Donghae y a ella se le ocurrió acompañarme. Trate de negarme pero cuando a Sora se le mete algo a la cabeza nadie se lo saca.

— Solo no hagas preguntas incómodas ¿De acuerdo?- Asintió sonriente mientras se colgaba de mi brazo.

— Nuestros padres también quieren conocer a Donghae.- Suspiré, no quería asustar a Donghae o presionarlo, aunque habíamos intentado ir despacio y no funcionó, pero obviamente no es lo mismo tener sexo en la primera cita que conocer a los suegros que en realidad ni siquiera lo son. Quería pedírselo formalmente pero era mejor esperar al mes. Toda la semana lo noté nerviosos por la cena no quería saber cómo se pondría si le hablo de otra.

— ¿Se los contaste?.- Le pregunte finalmente a mi hermana.

— Obviamente, desde la innombrable estábamos esperando a alguien que te sacara de la calle de la armagura.-me dio un suave empujón. Llegamos a la puerta y toque el timbre esperando a que mi hermana dejara el tema por la paz obviamente me equivoque.

— Sora...

— Mis padres están felices y nos les molesta para nada que andes de asalta cunas, con tal de que te cases y les des nietos. Aunque sean adoptados no les importa.- Estaba a punto de replicar cuando la puerta se abrió y la mamá de Donghae nos recibió con una gran sonrisa.

— Buenas noches señora Lee, espero que sea de su agrado.- saludamos ambos con una reverencia mientras les ofrecía la botella, ella la tomó alegremente. Era una mujer muy guapa con unos ojos amables y sonrisa deslumbrante, llevaba un bonito conjunto color hueso que la hacía lucir como toda una empresaria, que combinaba bastante conmigo y Sora, ella en su vestido negro y yo en un traje del mismo color.

— Muchas gracias, no debiste haberte molestado, ni tú, ni amm...- Se quedo en silencio mientras miraba a Sora esta sólo devolvía la sonrisa.

— Lee Sora, mi hermana.- Su rostro se iluminó totalmente cuando lo escucho.- Trajiste a tu hermana, oh Dios. Adelante, adelante. Permítanme sus abrigos.-tomó ambos y los colgó en la percha a lado de la puerta.

— Su casa es tan bonita y acogedora.- Le dijo mi hermana a la señora Lee y está enrojeció creo que ya se de donde lo heredo Donghae.

— Muchísimas gracias, síganme por favor, mi hijo ya está poniendo la mesa, ya debió de haber terminado.- Atravesamos la sala y el pasillo que se dirigía a las escaleras para poder llegar al comedor. Y ahí estaba Donghae poniendo el último platillo en la mesa lucía precioso con una camiseta amarilla con un tigre en el centro fajada sólo del frente bastante casual, me encanto. Le sonreí y él me respondió con una tímida sonrisa.

— Perdón por colarme en la cena.- Se disculpo Sora luciendo apenada, como si realmente lo estuviera, se encontraba más emocionada por la cena que yo. Debo admitir que lo estaba al principio, pero con Sora ahí...

— No te preocupes el que estés aquí sólo me hace pensar que Hyukjae se toma totalmente en serio a mi hijo. Tomen asiento, por favor.- Voltee a ver a Donghae y vocalizo un "lo siento" señalando discretamente a su mamá, le respondí con un "no importa" y un guiño que por alguna razón lo puso totalmente rojo.

La mesa era para seis personas así que la señora Lee se sentó en la cabecera, Donghae del lado izquierdo, yo del derecho y Sora a mi lado. Éste estaba bastante tímido y sonrosado, se veía tan lindo. Comenzamos a servirnos en silencio comida y vino, que de algún modo era cómodo, pero no duró tanto.

— Perdón que mi hijo esté en estas fachas.- dice mientras revisa a Donghae de arriba abajo con ojo crítico.

— No se preocupe, se ve precioso.- Dije mirándolo fijamente, sus mejillas y orejas se colorearon de un rojo profundo.

— Verdad que si, lo que sucede es que apenas llegó de trabajar y no le dio tiempo de ponerse algo decente.

— ¿Donde trabajas? Yo nunca he trabajado.- Dijo Sora alegremente.

— Durante la Universidad, ella quiere decir que nunca trabajo mientras estudio.- Interrumpí a Sora.

— En un restaurante como mesero tal vez algún día puedan...

— Dame el nombre y te visitaré, me encantaría poder tener una charla de cuñados.- Donghae sólo asintió tímidamente y se levantó a apuntarle la dirección en un papel, se la tendió y Sora la guardó felizmente. Que no lo encuentre, por favor.

— La comida está deliciosa...- Antes de terminar mi hermana me interrumpió.

— Me encanto, cada platillo es mucho mejor que el anterior, insuperables.- Dijo de forma halagadora.

Me incline hacia mi hermana tomando el plato del postre y le susurré "Sora, por favor", " Por favor ¿Qué?" me susurro mientras volvía a su lugar. Tomamos el postre mientras la señora Lee hablaba de su hijo y todo lo que respecta a él, desde su medida y peso al nacer hasta cada uno de sus hobbies actualmente. Hae permaneció rojo y callado toda la conversación en la que sólo interrumpía con ahogados "Mamá"

— Lo hubieran visto cuando tenía tres años, tenía un trasero hermoso más que el de cualquier bebé y aún lo conserva, a que sí.

— Apuesto a que Hyuk ya lo comprobó.- Sentí como el vino en lugar de irse por mi garganta, se atoró y tomó rumbo por la nariz, tosí y tosí mientras me deshacía de esa sensación de ahogo. Sora quería matarme podía apostarlo.

— Sinceramente por mí esta bien, como sino lo supiera, se fueron de fin de semana juntos y no ha venido a dormir algunos días de la semana.- Termino la señora Lee juguetonamente a la vez que nos regalaba un guiño a ambos. Y ahora fue mi turno de ponerme rojo.

— Usted y mamá se llevarán tan bien.- Comentó Sora alegremente. La señora Lee rió por lo bajo.

— En serio, mientras lo hagan con protección, uno nunca sabe que enfermedades pueden contagiarse, ante todo la responsabilidad.- La señora Lee se giró con Donghae para corroborar lo que acaban de decir y Sora río y aprovecho para inclinarse a mi lado.

— Que curioso pues yo no he visto un solo paquete de condones en toda la casa.- Susurro mientras se llevaba un bocado de tarta a la boca.

— Tú no entras a mi habitación.- Respondí ahora llevándome yo un trozo a la boca.

— Como si sólo lo hicieras en la habitación.- Contestó con una sonrisa burlona mientras me arrebataba una de las fresas de mi plato. La mire lo más intimidante que pude y ella me saco la lengua.

— Sigue así y al salir voy a tirarte a los rosales de la entrada.

— La cena estuvo exquisita señora Lee.- Dijo Sora tan alto que los vecinos debieron escucharla.

— Muchas gracias. Tienen que irse o pueden quedarse y ver un álbum de fotos de Hae.- el rostro del mencionadoe se volvió totalmente escarlata y negó rápidamente mientras Sora y yo estuvimos de acuerdo en algo por primera vez en toda la noche.

— Por supuesto señora Lee.- Contestamos ambos a la vez, sonriendo ampliamente. Después de todo la cena estuvo realmente bien.

Sugar Baby [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora