—¿Como se me ve? -Le pregunte a Hyukjae cuando recorrí la cortina del proveedor. Levantó la vista y me recorrió con la mirada de arriba a abajo.
—Precioso. -Sonrió mostrándome sus lindas encías.
Cerré la cortina y me quite la ropa, abriéndola un poco para dársela. Tome unos jeans y me los medí, eran rasgados y deslavados. Se pegaban a mis muslos y traseros, perfectos.
Me probé otro conjunto, un pantalón a cuadros color ocre y un abrigo en el mismo tono con una camisa roja de cuello alto. Me gusto.
Volví a desvestirme por milésima vez en ese día y me puse la ropa que llevaba. Salí del probador y mire a Hyukjae justo donde estaba antes de que entrara. Sentado en una silla con una copa, esperándome. Empecé a avanzar hacia él cuando una de las chicas se me acercó.
—¿Desea probarse algo más joven? -Pregunto con tono amable y una suave sonrisa en su rostro.
Estaba a punto de negarme y decirle que no, pero recordé los abrigos de piel. Sonreí y mire a la chica un poco dubitativo pero al final le pedí dos para probármelos. Cuando ella se fue por ellos termine de avanzar hasta Hyuk. Me sentía un poco extraño, traía puesto unos jeans y una camisa además de los tenis y ahí todo luce tan elegante.
Al principio sólo la chica que acaba de ir por los abrigos había sido amable, todas las demás cuando me vieron hicieron que me sintiera fuera de lugar. Claro que cuando vieron al hombre de traje entrar y preguntarme ¿Que quiero? Las sonrisas llegaron.
—¿Y te gusto tu obsequio? -Dijo acariciándome la mejilla.
—Creí que después de los Brownies no me darías nada. -Sus ojos se achicaron y arrugó la nariz.
—Solo no te los zampes como si fueran dulces y no los compas tan seguido. -Asentí como un buen niño.
Me puse de puntillas apoyándome en sus hombros y le susurré "Si Daddy". Antes de que reaccionara la dependiente llegó con ambos abrigos, uno era largo de color blanco con manchas negras y el otro parecía la piel de un león.
Tome ambos agradeciéndole a la chica, tome la mano de Hyuk y corrí de regreso al proveedor. Una vez dentro cerré la cortina y me puse uno de los abrigos y se lo modelé a mi novio.
—¿Como me veo? -Pregunte con un tono juguetón.
—Como un sueño. -Me tomó de las mejillas y las apretó como si fuese un bebé. Empecé a reírme mientras daba manotazos.
Termine recargado contra el espejo del probador, una sonrisa juguetona adorno mis labios, mientras me giraba quedando de frente al espejo. Con las manos apoyadas en el vidrio, hecho mi culo hacia atrás mientras lo balanceaba de lado a lado provocativamente. Una risa salió de sus labios y sentí sus manos en la cadera, su cuerpo se pegó al mío y me beso la nuca.
—¿Ahora pretendes ir a Narnia por el espejo? -Su voz burlona me hizo enrojecer lo pude comprobar en el vidrio. —O acaso te pelearas de nuevo con tu reflejo. -La suave y baja risa me erizo la piel pero no iba a dejar que me hablara así si él también terminó igual que yo.
—Al menos no me subí al retrete del baño e intente ir al ministerio de magia mientras reía como un maniaco. -Levante la vista de mi rostro y mire sus rojas mejillas a través del espejo.
—No vamos a hacerlo en una tienda. -Dijo firmemente. Tomó ambos abrigos y salió.
Me cruce de brazos con un puchero ¿Qué tenía de malo? No nos interrumpirían. ¿O si?
Se encogió de hombros y salió, esta vez le dijo a la chica que no necesitaba nada más y le agradeció por su servicio. Me dirigí a la caja y ahí estaba una pila enorme de bolsas y más bolsas.
Hyukjae le dio la tarjeta de crédito a la mujer y está se encargó de lo demás, él firmó el recibo y no se que tanto. Mientras él estaba ahí fui hacia las bolsas para empezar a cargarlas. Eran un montón.
—Gracias. -Me giré hacia la voz y era Hyuk que venía en mi ayuda. Tomó las restantes y salimos de ahí.
—No recordaba que fueran tantas. -Le digo mientras caminábamos pasando por enfrente de los escaparates.
—Realmente te emocionaste. Pero te lo mereces, te fue muy bien en la universidad, el equipo de fútbol pasó a las finales y...- Me deposito un beso en la sien antes de seguir hablando y caminando a mi lado. —...tu escrito gano un premio de literatura. -Enumeró cada una de ellas con el orgullo destilando en su voz. Mamá también le presumía eso a sus amigas cada que podía. Lo hacían sentir esa calidez en su pecho y el resto de él.
—Solo fue un pequeño reconocimiento de la Universidad. -Dije avergonzado.
—De una de las mejores universidades de Corea del Sur. -Dijo alzando la voz.
—Hyukkie.
—Vamos babe, aquí está la joyería.
¿Joyería?
Lo seguí hasta el interior de esta. No hablaba en serio ¿Cierto? Llevaba un diamante en el cuello y pensaba darme más.
Pues si, relojes, sencillos y extravagantes. Todos los anillos que me gustaron, sin importar el precio o piedra preciosa que tuvieran, el me los compro. Cadenas e incluso un pendiente con un pequeño diamante. Sentía que era demasiado pero quien soy yo para decírselo.
Cuando llegamos a mi casa mamá ya había preparado la cena e iba de salida. Nos abrió y casi gritó cuando vio todas las bolsas.
—Voy a ir a pasear con un apuesto caballero del trabajo así que no me esperen despiertos pillines. -Enrojecí totalmente ante eso.
—¡Mamá! -Le dije poniendo las manos en mis mejillas.
—Señora Lee. -Llamo Hyuk, le trajimos esto, creímos que tal vez sería de su agrado.
Rebusco entre las bolsas hasta encontrar la correcta y se la tendió a mi madre. La tomó enseguida y la abrió, encontrándose con un reloj de pulsera bañado en oro blanco con pequeños diamantes incrustados.
—Es tan hermoso, no debieron molestarse. Que hombre tan encantador es mi yerno ¿Verdad que si? -Me pregunto mamá. Solo asentí con una sonrisa en mis labios.
—Hay un bolso y un collar pero no se exactamente donde está. -Lucía apenado.
—No te preocupes, luego me lo muestras.
Se despidió de nosotros y se fue alegremente a su cita. Me alegraba que saliera a divertirse, había estado una semana en la casa de Hyuk y en algún momento me iría de su lado, no significa que no la veré pero no será igual y que tuviera un compañero era realmente dulce. Aunque no podía evitar sentir esa punzada de celos y sobreprotección. Le pedí que me llamara para ver qué estuviera bien, que fuera a un lugar concurrido y ya que iría en su auto que no bebiera demasiado y muchas cosas más a los cuales ella asintió.
Una vez se fue Hyuk se acercó y me beso la frente abrazándome. Me acurruqué en su pecho.
—¿Has ido a Grecia?
—No .- Respondí antes de darme cuenta de lo que realmente me estaba preguntando.
—¿Quieres...? -Me abrace a él y lo bese.
—Sabes que no tienes que hacer eso por mi, te querré aunque...
—Lo se y por eso lo hago.- Me sonrió con sus lindas encías y las arrugas en las comisuras de sus ojos. Se veía adorable.
—Creo que no has visto mi habitación ¿Quieres...? -Pregunte con una sonrisa pícara.
—Estaré encantado. -Dijo mordiendo mi mejilla con cuidado.
—Sabes que todo el día estuve escuchando la canción de Pretty Woman en mi mente. Ambos reímos mientras subíamos lentamente las escaleras entre besos y abrazos.
No podía dejar de sonreír y se sentía tan bien.
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Sugar Baby [En Edición]
FanficDonghae despierta al día siguiente de una borrachera en una mansión lujosa, con una jaqueca y un dolor en su espalda baja. No deja de preguntarse ¿Como llegó allí?, pero lo más importante ¿Con quien? #09 - sugardaddy - 12/04/2020