Bon Bon Chocolat ➸ YeonKai

Capítulo 6.

El tono de llamada siendo rechazada resono de nueva cuenta. Kai comenzaba a desesperarse, sabiendo que YeonJun rechazaba las llamadas. Con esta vez ya eran diez llamadas rechazadas.

—Yeon, sé que las rechazas, ¿podemos hablar? Necesito hablar contigo.

Volvió a intentar llamarle, aunque fuera en vano, sabía que el castaño no iba a contestar sus llamadas. Se sorprendió cuando escuchó un ¿Qué necesitas para dejar de molestarme?

—Creí que no contestarías —dijo Kai al otro lado de la linea.

—No iba a hacerlo. Pero si no lo hacía, ibas a seguir insistiendo. Y créeme que no quería eso.

—Espero y no estes ocupado o este interrumpiendo algo.

—Pues sí, de hecho si lo estas haciendo. Estoy con Arin en estos momentos, ¿qué necesitas?

Kai sabía con exactitud que no debía de malinterpretar eso, que a duras penas ellos dos habían cruzado palabra cuando él recién llegó del intercambio, y que le tomó por sorpresa lo del beso, cuando ni a compañeros llegaban. Por eso mismo se detuvo a soltar algún comentario fuera de la conversación.

—¿Podemos vernos? Necesito... hablar contigo sobre algo relacionado con el equipo.

☆

YeonJun estaciono su auto a unos pocos metros de donde el pelinegro le esperaba.

—¿Qué era lo importante que querías saber? Habla rápido, deje a una chica sola en casa —preguntó, cruzandose de brazos.

—Sobre la foto... no fui yo. Tampoco sobre lo que estaba escrito en el pizarrón —soltó.

—Lo sé. Sé que no fuiste tú. Es alguien que solo quiere traer problemas.

Eso tomó por sorpresa al menor, que no lo pudo ocultar.

—¿Eso era lo que querías decir? ¿Para eso me llamaste y me hiciste venir hasta acá?

—No, no solo era por eso.

—¿Entonces? —Kai se acercó hasta que solo quedaron escasos centimetros entre ambos.

—Quería verte.

YeonJun supo que con aquel beso le haría dar esperanzas a ese chico. Notó sus constantes miradas en las clases, por los pasillos, en los entrenamientos y en la cafetería. Supo que eso no era normal, claro que el también estuvo observandole por un buen tiempo, pero se hacía a la idea de que solo era a causa de la curiosidad e intriga.

Cuando notó que Kai tenía intenciones de acercar su mano a la mejilla, reaccionó rápido y se alejó, dejando un hueco intencional.

Algo más que pudo notar Kai, fue que el chico frente a él estaba algo desarreglado y lo notó por la manera en que estaba su cabello y su camisa algo torcida. También algo que no paso desapercibido fue las pequeñas marcas rojizas en su cuello y clavícula.

Su atención a eso fue interrumpida al escuchar la voz que tanto le robaba los pensamientos.

—No soy como tú. —soltó con brusquedad—. Ese beso solo fue una prueba, algo insignificante. También sin evadir que queria hacer eso, aun cuando sabía que me observabas —mintió.