Capítulo 13.

2.3K 318 126
                                    

Cuando el sol ya había vuelto a esconderse para darle paso a la despejada noche, Kai y YeonJun estaban en alguna burbuja de silencio para nada incómodo en la sala de estar de la casa del menor.

El padre de Kai entró de pronto al pequeño espacio, tomando por sorpresa a su pequeño hijo pelinegro, en sus manos traía un par de sábanas y almohadas para que YeonJun pudiera pasar la noche por lo menos un poco cómodo.

El señor padre de Kai le brindó una miradilla a su hijo, y sin que YeonJun pudiera ser capaz de ver, le dio alguna clase de indicación.

—Pero papá...

—Es tarde, Kai, debes dormir y él también.

Kai no quiso reprochar ante la orden de su padre y sólo le dirigió una mirada a YeonJun para volver al lugar en donde horas antes estaba sumiendose en el hoyo del aburrimiento.

Cuando verificó que Kai había cerrado la puerta de su habitación, habló:

—¿Estarás bien, YeonJun? —preguntó con una pizca de preocupación.

—Estaré bien —aseguró el menor.

—¿Estás seguro? De todas formas, si necesitas algo, estaré justo al lado, cualquier cosa solo, toca.

YeonJun solo asintió.

—Trata de dormir.

—Claro, me muero de sueño.

— —

Eran pasadas las tres de la mañana y YeonJun seguía viendo el techo del hogar sin poder dormir, su cabeza reposaba en sus brazos, mientras su inquieto pie se movía, golpeteando con el otro.

Y de algún momento a otro estaba de pie, dirigiéndose hacia la habitación de Kai, entró a un pasillo y no se le hizo difícil encontrar la puerta, un llavero colgaba del picaporte de la puerta, así que tocó.

—¿Kai? —apenas y su voz se alzó, lo menos que quería era que un oficial de policía le estuviera castigando por entrar a la habitación de su hijo a media madrugada.

Tocó con sigilo la puerta, esperando solo despertar el pequeño.

Pasaron segundos en los que YeonJun se sentía ansioso cuando la puerta frente a él fue abierta y mostró a un Kai.

—¿Qué pasa? —preguntó el menor.

—No puedo dormir —contestó el mayor con una sonrisa divertida.

Kai lo evaluó un poco, sin embargo mencionó: —Pasa.

Kai sacó la cabeza de su habitación para ver ambos pasillos con precaución, si su padre se llegara a enterar de esto, tremenda charla le esperaría.

Cerró la puerta con cuidado, procurando hacer el menor de los ruidos.

Su padre era un hombre cauteloso y al primer ruido que escuchaba, ya se encontraba recorriendo la casa con su bate de béisbol, Kai suponía que se trataba a que era un oficial de policía y que lo había heredado de su oficio.

Al pasar los minutos en donde el uno al otro solo podía dedicarse a verse, sin necesidad de las palabras y sólo con gestos comunicarse, con tacto, YeonJun pensó que era hora de romper el silencio.

Quería hablar, quería soltar todo lo que le estaba carcomiendo.

—Tenía diez años o menos cuando los abuelos comenzaron a notar cierto comportamiento extraño en mí. Ellos siempre fueron una cosa a parte con respecto a mis padres. Eran más libres. Me sentía muy bien con ellos. Sin embargo mis padres, son un caso. No quería decepcionarlos. Quería ser el hijo perfecto, el hijo que ellos siempre quisieron tener. Me presionaba a mí mismo, me asfixiaba yo mismo. No era yo.

Kai observaba con detenimiento a YeonJun, el ambiente era cómodo, solo ellos dos convirtiéndose en uno solo.

Todo era perfecto, ¿cierto?

—Cuando comencé a salir con Arin, hace exactamente cinco meses ellos estaban tranquilos. Todo estaba bien —Kai sonrió al escucharle—. Hasta que apareciste tú.

Kai se tensó de pronto.

Este es el estudiante de intercambio, espero y lo traten bien. Aún recuerdo la primera vez que te vi, que nos vimos, nuestras miradas se encontraron y sentí como en las películas, en donde solo éramos tú y yo y los demás simplemente no existían —YeonJun rió sin gracia.

HueningKai de pronto no sabía que hacer, si responder o simplemente dejar a YeonJun liberarse. Aunque recordó que debía de darle un puñetazo.

—Fue la primera vez que sentí que algo me pasaba. La primera vez que sentí algo distinto, era una sensación que me gustó y a la vez quería arrancarla de mí porque aparecía cada vez que te veía o pensaba. Me volvía loco.

Kai sonrió algo tímido, las palabras dichas por YeonJun lo estaban deslocando un poco. Comenzaba a sonrojarse.

Y las palabras fueron suficientes cuando se recostaron en la cama y el sueño comenzó a invadirlos a ambos.

HueningKai abrazó a YeonJun mientras que este le acariciaba el cabello, cuando lo único que se escuchó no fue otra cosa que sus respiraciones al compás y tranquilas.

Pero en medio de la noche, en otra habitación, el padre de Kai dio un respingo y salió de la cama con curiosidad y con precaución, conocía a los jóvenes de hoy y confirmo sus suposiciones cuando encontró el sofá en donde había dejado a YeonJun, totalmente vacío.

Atravesó la sala de estar hasta caminar hacia el pasillo en donde estaba la habitación de su pequeño hijo y sin esperar, abrió la puerta encontrándose al chico sigiloso durmiendo tranquilamente con su hijo.

Suspiró, cerrando la puerta, dejándolos ser y volviendo a su cama.

Esperen... ¿Volvió a su cama o salió a ver a alguien en específico?

——

Oh yaaaasss, volví. Perdón por tanta demora, pero ah, espero y hayan disfrutando mucho el capítulo, gracias por leer ^^

Bon Bon Chocolat ➸ YeonKai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora