—¡Que no, no estoy embarazada!— le grité a América cansada haciendo que un par de miradas curiosas se fueran a nuestra mesa.
—Si me mirara con esos ojazos que tiene hasta yo quedo embarazado— dice Demián causando la risa de todos a excepción mía y de Riley. A quién por cierto, no he pensado en una manera de disculparme.
—La chica siempre busca mirarla. Yo creo que tanto acosar con la mirada funcionó y que al menos ahora tiene una oportunidad— expresa Emily
—¿No está enamorada de ese chico, Jace?— inquiere Gastón.— Eso no se olvida de la noche a la mañana—
—Pero al menos ahora se da la oportunidad de mirar a alguien más— le devuelve América
—¡Si! ¿Todos estamos de acuerdo en que nuestra chica tiene una oportunidad?— todos levantan la mano y yo solo me encojo en mi asiento, noto que los únicos que no levantaron la mamo fue Gastón y por supuesto la más pequeña del grupo
—¿Que pasa Gastón?— inquiere Emy a su novio—¿No crees que tenga una oportunidad?—
—Yo me quedo con no sé, porque puede que a la chica le esté llamando la atención pero sigue ese Jace ahí y no me cuadra
—¿Y tu, Ri?— prueba el terreno América con una pequeña sonrisa. Ya veo que se está cansando de esperar a que las cosas las resolvamos nosotras.
—Me reservo mi respuesta— dice simplemente la pelinegra
—¡Vamos Ri! Sé que están mal pero siguen siendo amigas y eres libre de expresar tu opinión— insiste Mer y veo como todos tratan de decirle con señas que lo deje así y estoy a punto de decir que no es necesario nada cuando Riley decide hablar
—Si tantos insiste, diré mi opinión— la pantalla de su teléfono, el cual estaba encima de la mesa sin usar, se enciende anunciando alguna notificación y Riley lo revisa tranquila pero continúa hablando —Improbable. Me parece muy improbable que Crystal llegue a tener una oportunidad con esta chica y en caso de que la tuviera existe una variedad de factores negativos—
Estaba a punto de escupirle “¿Quién te preguntó?” cuando recuerdo que fue América. Emily frunce el ceño tan confundida como el resto.
—¿Factores negativos?
—Si, factores negativos
—¿A qué te refieres con eso, Ri?— pregunta Demián
—Como yo lo veo no tiene futuro. Incluso aunque acepte la realidad y vea a Crystal como algo más. Primero, como dijo Gastón no olvidará a Jace de la noche a la mañana y cargar con eso puede hacerlo doloroso ¿Que pasa si la chica te usa para olvidarlo y al final no puede y lo elije a él? ¿O crees por un segundo que te elegiría a ti?— no le respondo, no lo necesita. Sabe la respuesta tanto como yo.
Siempre, siempre lo va a elegir a él.
—Segundo, la chica es una cobarde por lo que de seguro querrá mantener lo de ustedes en secreto ¿Y eso no siempre sale mal? A largo plazo se tendrán que aguantar muchas cosas y contenerse de muchas cosas. Como eres tú y por lo que he visto de ella terminará mal. Serán como una bomba de tiempo
—¿Como que es una cobarde? Ni siquiera la conoces— le repliqué molesta
Se encogió de hombros
—La conozco lo suficiente
—No, no lo haces. Solo buscas cualquier excusa para...
—No busco excusas. Sabes que no me baso en suposiciones, todas las cosas que digo son ciertas porque reúno la información requerida
—Bueno, bueno— Emily alzó las manos en señal de paz, supongo que a nadie le gustaba el rumbo que estaba tomando esta conversación.
Una vez más, encontré similitudes entre Riley y yo. Si alguien quién fiera un mediador terminaríamos odiandonos a muerte... O bueno, al menos defender nuestra opinión con uñas y dientes y es porque ambas cuando creíamos que algo era de una manera lo defendiamos hasta el final. Es un arma de doble filo, pues bien si esa característica puede ser muy buena también puede ser un defecto muy grande porque no siempre tenemos la razón.
Ambas somos tercas hasta la muerte. Orgullosas a más no poder. Buscamos ganar siempre y si no ganamos empatamos.
Eramos tan parecidas que era imposible que no chocaramos.
—Podemos hablar de esto en otra ocasión— siguió diciendo Emily —Podemos cambiar el tema a algo neutral...—
—¡Como a quién le gusta Riley!— chilló Demián y aunque no lo vi si escuché cuando Gastón se dio un golpe contra su frente
—A Demián le gusta...— empezó Riley a lo que el castaño que estaba a su lado le tapó la boca con las manos velozmente con una mirada aterrorizada
—¡Eh! ¡Eso no se hace! ¿Que tienes con revelar los secretos de la gente últimamente?— se quejó y todos le echamos una miradita —¡No me miren así que yo lo hice por un buena cau~¡Lame mi mano todo lo que quieras que no te voy a soltar!—
—Si la dejas tranquila y no haces ningún comentario con respecto a quién le gusta ella no te amenazará con revelar lo tuyo— le digo mientras vuelvo a mi comida tranquilamente
Demián miró a Riley como para confirmar y ella asintió, sus mejillas estaban rojas y se notaba desesperada por salir del agarre del castaño. Demián la soltó a lo que ella de inmediato empezó a escupir.
—¡Tú, Jodido imbécil! Me estabas asfixiando— se queja la pelinegra —Tu mano sabe patético y ni siquiera sé en donde estuvo— saca la lengua con asco —Cloro, necesito cloro—
—Vamos, no exageres
Ella le sonrió —Eso mismo me dijiste cuando reaccioné incrédula porque te gustaba América desde tercer grado—
—¿¡Qué!?— exclamaron todos aunque yo más bien lo hice para aparentar porque Riley me lo había contado sin querer y me suplicó/amenazó con que no dijera nada
América lo miró turbada y algo incómoda, era obvio que ella no sentía lo mismo. Y volvemos a caer en el dichoso karma.
Al mirar hacía otra mesa también vi como Jace bromeaba con Allyson y ella estaba con una sonrisa de oreja a oreja mirándolo como si el supiera todos los secretos del universo.
Siempre sería él.