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Solo cuando Allyson terminó de cantar y América me tocó levemente el brazo para revisar si todavía seguía viva fue que solté el aliento que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Para mi desgracia lo solté en forma de suspiro y América a mi lado me dedicó una pequeña sonrisa cómplice

—Aww, quién te viera. Toda irónica y fría y haciendo como si nada te importara por fuera pero por dentro estás hecha de algodón de azúcar ¿No? Eres tan gay— me tomó una mejilla con su mano y la pellizcó haciendo que me quejara y me buscara apartar de ella ocasionando su risa. Odiaba que en realidad tuviera algo de razón pues sí, a veces yo era algo, muy, gay.

La profesora Michi siguió en lo mismo hasta que por fin todos terminaron, pues en la anterior clase habían pasado la mayoría. Está clase extra la veíamos dos veces en la semana por lo que de una vez se puso a explicar un tema teórico que se encargó de que entendiéramos para en la siguiente clase hacer una actividad. Tal vez el tema teórico fuera un comienzo básico de lenguaje musical pero la actividad sería vocal pues ella quería que tuviéramos bien claro todo.

Nos puso en equipos de cuatro y por supuesto quedé con América, teníamos que escoger una canción emotiva que nos hiciera sentir algo y tratar de transmitir el sentimiento. Sonreí internamente porque era mi oportunidad perfecta. Le regué a América que convenciera a los otros chicos —una chica castaña con lentes y un chico moreno— de cantar la canción que le propuse. Al final fue fácil pues la chica estuvo súper emocionada porque se la sabía y me preguntó si era que la había escuchado por la cantante original o un cover y cuando respondí que por un cover de un cantante coreano empezó a chillar enloquecida mientras que el chico hacía como si no la conociera por el escándalo que estaba causando.

Tendría que esperar hasta el jueves para poder cantarla pero eso estaba bien porque tendríamos que ensayar y aparte yo tendría que prepararme mentalmente para cantar nuevamente delante de tantas personas.

Cabe destacar que estaba orgullosa porque en todo el rato no había mirado a Allyson ni una sola vez. A veces escuchaba su risa y sentía ese impulso de mirar pero hacía uso de todo mi autocontrol. Así que genial. Tendría que acostumbrarme a no mirar tanto, o no mirar en absoluto pues era cierto lo que decía Riley y lo que señalaba Gastón.

Aún si tuviera una mínima oportunidad con esa chica ella igual seguiría enganchada de Jace, siempre lo he sabido. Al final terminaría lastimándome mucho a mí misma y solo sería culpa de mi pendejez porque yo sé que ama a alguien más. Tenía que tener tantita madre y amarme a mí misma.

Olvidar mi crush con Allyson no sería fácil pero tampoco imposible. Y fue bueno en realidad distraerme con la actividad del jueves pues me mantuvo concentrada en eso y no en Allyson.

El jueves estaba de los nervios pues no solo cantaría frente a muchas personas sino que también haría otra cosa. En el almuerzo aunque estaba sentada en la misma mesa me negué a echarle un vistazo a Allyson y en cambio me obligué a seguir la conversación hasta que me di cuenta de que había alguien que aunque escuchaba no aportaba nada a la conversación: Riley.

Decidí sacar mi teléfono y entrar a la Rainbow App.

_Windflower327: Oye, que aún me odias y eso pero ¿Vas a aceptar la invitación de América?

Riley notó que la pantalla de su teléfono se iluminó y notó que yo tenía el mío en las manos así que lo ignoró. Esa pequeña zorra. Más bien hasta se unió a la conversación y empezó a burlarse de Demián y duró así unos largos minutos hasta que al fin su majestad se dignó a revisar su teléfono.

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