DEBERIAS INTENTARLO

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"Deberías intentarlo", era lo único que estaba en su cabeza mientras caminada por los pasillos camino al comedor, "sexo" "sexo" "sexo" "es lo mejor que hay" ¡no salía de su cabeza! ...¡¿Qué diablos le estaba pasando?! , ¿Qué acaso no había entendido el mensaje de Malfoy? La estaba provocando y ella estaba cayendo, tendría que detenerse o sino no tendría salida cuando estuviera completamente hundida.

-¡Cálmate Hermione!-se reprendía ella misma-tienes que controlarte, pon tus pensamientos en orden, no caigas en la tentación.

-Hola Herm-saludó un entusiasta Ron- ¿estás bien?-pregunto al ver a su amiga tan distraída.- Herm? ¿Estás?...yuju- movió una mano frente a su cara para llamar su atención, lo cual no logró- ¡HERMIONE!- gritó con todas sus fuerzas provocando que varios estudiantes que se encontraban transitando esos pasillos y Hermione se asustaran.

-¡RONALD WEASLEY! ¡NO VUELVAS A GRITARME DE ESA FORMA, ME PUEDES OCACIONAR UN INFARTO!- gritó asustada con una mano en su pecho, definitivamente los juegos de Ron eran algo pesados.

-Lo siento- se disculpó apenado-pero era la única forma que encontré para llamar tu atención, estas muy ausente, ¿te pasa algo?

-No nada, estoy bien, disculpa- dijo un poco más calmada-es solo cosas de estudio, los trabajos que tocan para el siguiente mes, las calificaciones, tengo que mantener mi buen promedio si quiero obtener un buen trabajo.

-Herm...tienes el mejor promedio en todo Hogwarts...

-¿Y eso que Ronald?.. Porque tenga el mejor promedio no quiere decir que tenga que dejar que mi promedio baje, debo solamente... mantenerlo- levanto la barbilla orgullosa de sí misma, definitivamente sus amigos eran los mejores, eran los únicos que podrían sacarla de su patético mundo de problemas.

-¡ay Herm! ¡Mi bella Herm!- le pasó un brazo por sus hombros invitándola a caminar con él- tan gruñona como siempre- ella riendo lo golpeó provocando un pequeño quejido por parte de él.-No me golpees, soy sensible.

-¿en serio? - pregunto aguantando la risa- eres tan idiota Ronald- soltó una carcajada para después correr siendo perseguida por él.

Su momento de tranquilidad había durado solo lo que restaba del día de clases, ahora que se encontraba de nuevo sola, las palabras de Malfoy volvían a su mente "sexo" "deberías intentarlo" "es lo mejor que hay", ¡NO OTRA VEZ!, pensaba.

Casi todas las mujeres de Hogwarts habían perdido la virginidad, pero habían sido con personas sin importancia para ellas, en cambio para Hermione, su virginidad era algo tan importante como su propia vida, no podía perderla con cualquier chico, tendría que ser con la persona a la que ella amara y de una forma romántica, perfecta, siendo ella la prefecta perfecta de todo Hogwarts no podía pasar por alto algo tan importante... la perfección.

Levantándose de su cama con fastidio, decidió salir a dar un paseo por esos solitarios pasillos, aunque sabía que era prohibido caminar a esas horas de la noche, sentía la necesidad de hacerlo, siempre vio a Hogwarts como su segunda casa, los lugares más extraños le daban calma y otros paz.

No muy lejos de donde se encontraban se oían unos pasos, ella se detuvo en guardia, debería ser el cuidador o peor aun uno de los profesores...asustada corrió al lado contrario a donde se dirigía, pero chocó violentamente con un fuerte pecho, soltó un grito ahogado al momento que sentía como esa persona tapaba su boca para que no emitiera otro sonido alguno.

-Cállate Granger, soy yo- le decía Malfoy en susurros.

-Ay si mira que tranquilidad- le respondió de la misma forma pero con un toque sarcástico, después de que él le destapara la boca.

-¿Qué haces a estas horas por aquí?

-¿Tu qué haces a estas horas por aquí?

-¿Ya empezaste de nuevo con las estupideces Malfoy?

-¿Ya empezaste de nuevo con los insultos Granger?

-¡UY! Eres insoportable- dio la vuelta para seguir en la dirección a la cual anteriormente se dirigía, pero oyó que los pasos se sentían mas y mas cerca, los dos corrieron a encontrar un lugar donde esconderse, que mal lugar encontraron al darse cuenta que era uno de los armarios, tan pequeño, tan cerrado, que podían sentir sus cuerpos rozándose.

-No vayas a quejarte Granger, veo tus intenciones...

-No me voy a quejar, solo...- incomoda trato de acomodarse de una mejor forma para que su pierna descubierta no rozara la de Malfoy tapada por su pijama de dormir.- Échate a un lado, para, para-sentía como su garganta se secaba al sentir el cuerpo de Draco rozar el suyo.

-¿Qué pasa Granger?-indagó con una seductora sonrisa- ¿dices un trabalenguas?

-Nada.

-¿Nada qué?-preguntó extrañado.

-Tú no provocas nada en mí.

-¿Y quién está diciendo lo contrario?- pregunto levantando una ceja y acercándose más y más a Hermione tan lento que a ella le pareció eterno. -Bésame- era un reto que él le estaba haciendo.

-¡No!-dijo con el poco de cordura que le quedaba. Pero él la tomo del cuello para acercarla y besarla con ansias, no sabía cuánto tiempo había pasado solo que las caricias y los besos los encendieron a ambos, haciendo cada vez más intensa la situación en la que se encontraba, Hermione tenía sus piernas alrededor de la cintura de Draco mientras él la arrinconaba en el estante que quedaba a espalada de ella, la situación era completamente nueva para Hermione, la cual se estaba abriendo a un nuevo mundo de experiencias y sentimientos, de repente Malfoy se separó de ella, trayendo como consecuencia que ella volviera a la realidad.

-Ya se fue-dijo refiriéndose a la persona que estaba en el pasillo- deberíamos regresar antes de que vuelva- trató de salir de allí, pero una delgada mano lo detuvo.

-A no, ni creas Malfoy que esto se va a quedar así, tu empezaste esto y vamos a llegar hasta el final-lo jaló de nuevo hacia dentro y cerró la puerta, allí acabarían lo que empezaron.

EL AMOR SECRETO DE HERMIONE GRANGERWhere stories live. Discover now