DESPEDIDAS

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-Bueno, me has dejado sin....palabras- articuló tras su sorpresa.

-Y a mí casi sin amigos- replicó.

-No me puedes echar la culpa a mi tampoco de eso- entrecerró los ojos- no te obligué y lo sabes muy bien, los dos lo decidimos y sabíamos a que nos enfrentábamos, así que no trates de hacerte la mártir en esto.

-¡No lo hago!- exclamó enojada- sé muy bien a lo que me afrontaba...no es que seas un buen partido Malfoy- insinuó mientras un gesto sarcástico invadía su rostro.

-No sé si te has dado cuenta, pero eso que acabas de decir es ofensivo- dijo con fingida tranquilidad, sentía que muy dentro, casi en la boca del estomago una burbuja de lava reventaba.

"¿Qué no soy un buen partido?" pensó indignado "para cualquier persona sería un buen partido, ¡estas demente Granger!" gritó su mente.

-Pues ofensivo o no es lo cierto ¡piensa Malfoy!-exclamó- ¡Nos odiamos!

-Nos odiábamos-corrigió recalcando la primera palabra.

-Bueno, las demás personas creen que nos odiamos y creen eso por lo que tú nos has hecho pasar.

-No te pediré disculpa por eso- dijo con indignación.

-¡No te estoy pidiendo que lo hagas!- inhalo una gran bocanada de aire- de hecho lo que hayas hecho no me interesa, solo me interesa el ahora, necesito una respuesta... y de una vez te digo Malfoy - tragó el nudo que de repente se le formó en la garganta- si tu respuesta es negativa, puedes irte olvidando de mí, porque no seguiré escondiéndome, podrán ser muy excitantes nuestros encuentros a escondidas de las demás personas... pero otras cosas se complican cuando solo nos concentramos en eso...¡por Merlín, no soy una criminal y me escondo como si lo fuera!...

-No exageres Granger- la interrumpió. Miraba un punto tras la espalda de ella pensativo, con su ceño fruncido- no es tan complicado-tragó en seco al pensar que en verdad si lo era... y demasiado.

Un temor se apoderó de él al imaginarse lo que pasaría si las demás personas se dieran cuenta, una serie de ideas cruzaron su mente:

1.- Terminaría castrado y por ende no tendría descendencia (aunque el no tener descendencia no le inquietaba mucho) pero la castración... un escalofrío lo invadió, estar sin su Draquito sería insoportable.

2.- Terminaría siendo un hurón de por vida.

3.- Terminaría colgado de la torre de astronomía boca abajo.

Obligo a su cabeza a pensar en las Pro de la situación:

1.-....

2.-....

3.-....

No es que él fuera pesimista, pero las posibilidades de que nada malo pasaran eran casi bajo cero... bueno quizás si fuera un poco pesimista.

-Me haces tomar una decisión muy difícil- se pasó las manos por el cabello alborotándolo mientras miraba a los lados sin saber que hacer- me retracto, es muy complicado. No está en mí salir a la luz pública como pareja ni mucho menos dejarte...

-Pues o es eso o nada- respondió fingiendo normalidad en el asunto, trataba de comportarse como una mujer experimentada, pero le era imposible, porque era primera vez en la que tenia papel en una situación como esa, no quería dejarlo, le era casi imposible, pero si tenía que hacerlo por su bien lo haría. Sabía que estaba siendo un poco egoísta solo pensando en ella, pero él también tenía que pensar un poco y saber que las cosas no se resolverían como lo estaban haciendo, sencillamente porque...no habían estado haciendo nada para resolverlo.

-Nunca pensé que me pedirías algo así...

-Siempre hay una primera vez- lo cortó- además ¿qué pensabas? ¿Qué iba a estar todo el tiempo en esta situación?

-Puedes dejar de replicar a todo lo que digo- se quejó apoyándose en la pared, mientras cerraba los ojos y se masajeaba las sienes- me está empezando a dar jaqueca - murmuró apesadumbrado.

-Lo siento, no es mi intención -se acercó a él para retirar las manos de sus sienes- pero estoy estresada, no es fácil decidir algo así, lo sé...además no es que te hayas enamorado de mi - dijo con sarcasmo a la vez que una carcajada salía de su garganta.

Pero él no respondió, la miraba a la cara, completamente serio, como si ella hubiera dicho algo de mal gusto. Suspiró pesadamente, algo no andaba bien, él la miraba sin mediar palabra. Sus ojos grises al pasar los segundos se fueron oscureciendo, ella conocía muy bien esa expresión y cuando iba a retroceder para impedirlo era muy tarde. Ya él la tenía tomada de la cintura con su boca hambrienta posada en la de ella, trató de calmarse, mantener su mente en lo que estaban hablando, tratar de solucionar ese problema, pero como pasaba siempre que él la besaba... su mente se nublaba.

Podía sentir los latidos de ella en sus oídos, su pulso acelerado, la respiración entrecortada cuando el beso se empezó a prolongar y a profundizar más y más, sin hablar del calor que invadía su cuerpo. Posó sus manos en los hombros de él, pero no pudo evitar enredar sus dedos entre sus cabellos.

Sentía sus besos en su cuello mientras una de sus manos atrevidas jugaba con su muslo por encima de su jean, el tacto caliente de él la volvía loca, lo natural era que su tacto fuera frío, pero cuando estaba en esas situaciones el tacto de el lograba hasta quemar, lograba incendiar su cuerpo en una bruma de placer y su aroma, cada vez que el exhalaba con fuerza el aire caliente de sus pulmones, debido a un roce de la mano de ella con su anatomía, era el paraíso.

No se hubieran separado si hubiera sido un día cualquiera, pero ese era el problema, no era un día cualquiera, ese día se despedirían porque no se verían en unos cuantos días, no se tocarían, no se besarían, no se quemarían juntos en el fuego del placer, estarían separados a miles de kilómetros y dependiendo de lo que él respondiera... estarían separado para siempre.

-Necesito tu respuesta- suspiró pegando su frente a la de él- necesito saberla ahora.

-No puedo...- respondió separando un poco su frente de la de ella.

Hermione podía jurar como un balde de agua fría le había caído encima, muy en el fondo esperaba que el aceptara, porque pensaba que quizás él se arriesgaría por ella, por sus momentos, pero lo que más se reprochaba era haberle guardado esperanzas a algo imposible. Se apartó de él con rapidez antes de que viera las lágrimas invadir su mirada. Solo con un escueto "Adiós Malfoy", se apresuró a marcharse de allí.

-Dejarte ir - completó la frase gritando para que ella lo escuchara a lo lejos, lo cual el stop de sus pasos le indicó que le escuchó a la perfección.

No sabía en que se estaba metiendo, bueno en realidad si tenía una mínima idea de lo que sería, pero... no podía perderla.

EL AMOR SECRETO DE HERMIONE GRANGERWhere stories live. Discover now