CITA

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Con los ojos dilatados del susto, corretearon por la habitación sin saber qué hacer, los golpes en la puerta aumentaban a medida que pasaban los segundos, su desespero crecía al no saber qué hacer, chocando contra si recobraron la compostura.

-No estamos pensando con claridad- susurró ella. Los golpes en la puerta volvieron a sonar, haciéndola reaccionar- escóndete bajo la cama.

-¿Qué? ¡NO!- se quejo en un incrédulo susurro.

-Házlo Malfoy- suplicó.

-No pienso esconderme bajo la cama, ¿estás loca?

-¡Loco estas tu!, que por lo que veo quieres que te maten.

Su conversación transcurría en fúricos susurros, sin llegar a una conclusión, solo cuando sonó la puerta de nuevo, fue que lo hicieron. Una determinada Hermione tumbo a Malfoy al suelo, produciéndole a él un doloroso gemido al salirse el aire de sus pulmones, logró convencerlo - entre su ahogo - de que se metiera bajo la cama. Cuando estuvo bien oculto, adoptó su mejor cara de sueño y se dispuso a abrir la puerta.

-Hola Herms- canturrio la pelirroja.- ¿Dormiste bien?, por lo que veo si - hablo sin dejar que ella respondiera- ¿se te pegaron las sabanas o qué?

- Algo así- respondió al fin- ¿cómo te fue?

- De maravilla, baile toda la noche con Harry ¿puedes creerlo?, con Harry - repitió con un soñador suspiro - Fue tan lindo... tan romántico, tan espectacular, tan...- la miró cortando su discurso- ¿Y tú? ¿Qué hiciste cuando nos fuimos?

-Mmmm, nada del otro mundo, leí un poco y me acosté temprano.

Debajo de la cama, Malfoy adoptaba una postura de incredibilidad, lograba ella mentir tan bien que lo impresionó, con una mueca de asombro, concluyó en que, le hacía competencia a él. Un cosquilleo por su mano derecha lo sacó de sus pensamientos, no lograba ver con claridad debido a la oscuridad, pero aun en las sombras, pudo ver que un insecto trepaba ya por su brazo.

Apretó los labios con fuerza, movió el brazo tratando de que el insecto callera pero no lo logró, el animal siguió subiendo provocando que su frustración y agonía creciera, si era lo que él pensaba, podría vomitar en cualquier momento... Odiaba las cucarachas.

- Y los chicos ¿donde están? - pregunto, echando una disimulada mirada bajo la cama, frunció el seño extrañada al ver que la sombra de Malfoy se movía de manera extraña.

- Están abajo, me están esperando para ir a desayunar, después nos vamos a dormir, me enviaron a buscarte- dijo mientras se quitaba sus zapatos. Hermione desvió la mirada rápidamente.

- No te preocupes, si quieres ve tú, me quiero duchar y lavarme el pelo, siento que tengo días sin lavármelo.

- Pero si te lo lavaste ayer- replicó incrédula.

- Si lo sé, pero ando un poco susceptible, no estoy de humor, ve tú en serio y discúlpame con los chicos.

- Está bien, pero no creas que te escaparas de la cena.

- Te lo prometo que no.

- Bueno, nos vemos más tarde- se despidió levantándose de la cama.

Hermione abrió la puerta para que ella saliera, antes de poder cerrarla la pelirroja asomó su cabeza.

- Ya sabes, la cena- repitió amenazante.

Al cerrar la puerta Hermione se recostó a esta, inhalo una gran bocanada de aire, un alivio la recorrió de pies a cabeza, parecía que había aguantado la respiración por horas, miró al cielo antes de que un ajetreo bajo la cama la hiciera acercarse.

Malfoy salió de esta retorciéndose de asco.

- Granger, ¡quítamela!-gritó desesperado con la cucaracha en el cuello- Maldición Granger, que me la quites.

-¿Que te voy a quitar? , ¿De que estas...? ¡Asco, aleja eso de mi!- gritó en respuesta encaramándose en la cama- ¡aléjate Malfoy!

- ¡Maldita sea Granger!, quítamela.

-¡IUC! ¡NO! Aleja eso de mi - repitió esquivándolo.

- ¡Haz lo que sea, pero quítamela ya!

En lo último que pensó fue en su varita, tomó lo que tenía más cerca, una revista del quisquilloso edición especial que enroscó para su comodidad.

- ¡espera! ¡Espera! No pienses darme con...

- Bueno... ¿me vas a decir porque ese rojo en tu cuello?- insistió por enésima vez un divertido Blaise.

-Ya te dije, me caí y me golpeé con el borde de la cama ¿que eres? ¿Mi mujer o algo por el estilo?

Iban saliendo de su primera clase del día, el rojo en su cuello era muy notorio, recordaba como casi había caído desmayado por este, pero con un alivio por no tener a ese insecto sobre si, por una parte agradecía a Granger y por otra la culpaba, porque muchas personas ya empezaban a especular el porqué del golpe en su cuello.

-Puedo serlo si tu lo deseas- respondió mientras le pasaba la mano por la espalda y fingía una mirada coqueta.

Malfoy no pudo evitar reír y apartarse de él divertido.

-No seas malito muñeco, deja que sea tu...muñeca- susurro, poniendo su voz lo más fina posible.

-Aléjate de mi Blaise- logró decir entre risas- ni te atrevas a tocarme o te arrepentirás.

-Tú te lo pierdes- hizo un mojín, antes de alejarse de él moviendo sus caderas y manos con gracia. Pero sus movimientos fueron interrumpidos a medio camino por una rubia que caminaba en su dirección.

Lo último que pudo oír Malfoy antes de que Blaise se alejara lo suficiente fue:

-Te acompaño preciosa- usó su mejor voz de galán. Malfoy meneó la cabeza con una sonrisa, Blaise nunca cambiaba, era un completo mujeriego. Y como no serlo, si cuando él se lo proponía todas las chicas caían a sus pies.

-Hola Malfoy- lo saludó Hermione con disimulo, no querían que nadie se diera cuenta de que entablaban conversación.

-Hola- respondió rascándose la nariz para disimular el saludo.

-Hoy a las siete en la sala de los Menesteres- agregó ella arreglándose sus zapatos.

-Allí estaré preciosa- le dirigió una sonrisa cómplice antes de alejarse.

Suspiró cuando lo vio a la lejanía, ¿Cómo lograba hacerlo?, la ponía a mil con solo una mirada.

EL AMOR SECRETO DE HERMIONE GRANGERWhere stories live. Discover now