EL ULTIMO BAILE

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Las semanas pasaban y ellos más se evitaban, invierno había llegado y con él el baile de navidad presentado cada año. Era extraño como su felicidad había llegado a depender de su peor enemigo, se la mantenía callada, caminaba más que nunca sola por los pasillos, provocando que sus amigos se preocuparan por su estado. Habían empezado a pensar que necesitaría ayuda, pues la puntuación de sus últimos dos exámenes habían salido muy bajas.

Había cumplido sus últimos días de castigo con Malfoy, el cual no le dirigía la palabra, al menos que fuera para las formalidades, su orgullo le impedía exigirle que le hablara, como había pensado simultáneas veces: "Déjalo ir, si es tuyo volverá a ti".

Comia con desganas, a veces ni comía, no quería ni pensar que todo eso se debiera a una persona, nunca había pensado que se comportaría en algún momento de su vida como una adolescente enojada con el rumbo que había tomado su vida, tal vez estaba presentando esos cambios después de grande... Solo tal vez.

Sus amigos se preocupaban, pues ni Malfoy les dirigía la palabra y ni Hermione hablaba de él. En los pasillos cuando se lo encontraban, él los ignoraba, como si nunca los hubiera molestado con anterioridad y eso era algo que los ponía nerviosos. Sabían que algo había pasado, pero no se atrevían a preguntarle a Hermione, ya lo habían hecho con anterioridad y solo había provocado en ella una careta que se entendía como: "No pregunten de nuevo o los mato".

La mañana del día del baile de navidad la sala común estaba abarrotada de gente entusiasmada, en su mayoría mujeres, que recibían las lechuzas con sus vestidos para el baile, ese año Hermione no iría, había decidido que, ya que estaba deprimida, ¿porque no estarlo un poco mas leyendo historias de amor?

-La mejor medicina para el despecho-murmuró con sarcasmo, mirándose al espejo de cuerpo entero de su sala común. Las personas que llenaban su sala se habían ido a la fiesta, muy pocos se habían quedado. Sus amigos habían insistido muchísimas veces en que fuera, incluso habían tomado la decisión de quedarse si ella no iba, la enterneció ese gesto por parte de ellos pero no lo suficiente como para permitir que se quedaran y perdieran el último baile de su vida en Hogwarts por ella.

"El último baile y tu estas aquí despechada por alguien que le aborrece la idea de solo hablarte... Pero que no le importa acostarse contigo".

-Que bien Hermione - pensó en voz alta- mira en lo que te has convertido, pareces un vampiro, con la diferencia de que ellos dependen de la sangre y tú de él.

Viendo que no hacía nada hablando con ella misma, se acostó en la cama boca arriba y empezó a adentrarse en la historia, no se dio cuenta de cómo sucedió pero estaba dormida y un sonido en el vidrio de su habitación la despertó. Se levantó sobresaltada y tomó su varita con fuerza. Se acercó sigilosamente a la ventana y...allí estaba, era tan tierno, el ave picoteaba la ventana, tratando de abrirla, al ver que sus picoteos no surgían efecto, el ave cansada se fue de allí a buscar otro refugio.

Se tumbó de nuevo en su cama, mirando al techo, pensó durante 15 minutos sobre su vida, hasta que un sonido, muy fuerte, la hizo levantarse de golpe, provocando que se golpeara la frente con unos de los pilares de la cama.

-Maldición-exclamó tapándose la cara para calmar el punzante dolor.

Otra maldición se escuchó al otro lado de la habitación, esta estaba oscura, ella se había encargado de ello antes de acostarse a leer, quería tener toda la penumbra posible para solo concentrarse en la varita que alumbraba su libro y en la historia.

-¿quien anda allí?- preguntó, un frío caló sus huesos, dirigió la mirada hacia el lugar en donde se infiltraba el viento y se dio cuenta que su ventana estaba abierta de par en par, miró al otro extremo y no vio a nadie, la oscuridad no la dejaba ver con claridad y prender su varita era muy riesgoso, así que se acercó a la ventana y la cerró con cuidado, miró de nuevo a todos lados, pero no pudo distinguir una figura extraña. Se montó en su cama y murmuró ¡Lumos!

Y allí estaba, tratando de levantarse del suelo, él estaba allí, por lo que veía pasado de tragos, se había quitado la capa, su escoba estaba a un lado y él...tratando de pararse.

-¿Malfoy? ¿Estás bien?, digo ¿qué haces aquí?

-Yo querría...querría...quería...-logró decir al fin con claridad.

-Ay por Dios, estas borracho- se bajó de la cama para ayudarlo a levantarse -Ven Malfoy, ayúdame a levantarte- decía mientras se esforzaba por levantar su pesado cuerpo.

-Levántate tu Grrangerr- ella lo miró con cara de pocos amigos mientras lo ayudaba a pararse. Hermione aguantaba todo el peso de Malfoy el cual tenía su brazo izquierdo sobre los hombros de ella.

Lo llevó hasta su cama y lo recostó en el mullido colchón, el se acostó murmurando incoherencias.

-¿Tratas de seducirme?-preguntó con cara de fingido espanto.

-¿tratas de matarte?- respondió con muchísima más nitidez que él.

-Si eso hace que dejjjjes de amarrrrme... Si.

-Eres tan patético.

-No tanto como...Lo es tu diva, viva, vida ahora-respondió con dificultad.

-¿Ni borracho puedes ser un poco más sensible?- preguntó con fastidio.

-No.

-¿Para qué viniste Malfoy?- se puso de espaldas a él, mirando por la ventana.

-Vine para... - se levantó de la cama con pesar, pero cayó de bruces al suelo.

-Lo que tú necesitas es una ducha, bien fría.

-Yo también pienso eso- articuló comiéndola con la mirada.

-Bueno ya que...acabas de dejar claro tus repulsivos pensamientos, ayúdame de nuevo a pararte por favor- replicó con falsa amabilidad.

-Ok, Ok, pero no te sobrepases ¿eh?

-Eres tan idiota- respondió ocultando una sonrisa.

Ya en el baño lo arrinconó a la pared de baldosa de la ducha.

-Quédate quieto Malfoy- dijo al ver que él se movía.

-Si tú te quedas con...

-Cállate-le cortó nerviosa.

Abrió el grifo de agua helada al tiempo que daba un salto atrás para no mojarse.

-¡Maldición!-gritó él-¡esta agua esta helada!, ¿me quieres matar?- las palabras salían más nítidas que antes, el grado de alcohol de su cabeza iba disminuyendo poco a poco- ya puedes cerrarla, ¡estoy bien!

Ella se acercó hacerlo, pero no pensó que Malfoy la jalaría al interior de la ducha.

-¡ahhhhh!-un chillido salió de sus labios- esto esta...esto esta... ¡Helado!

-¿lo crees?-preguntó con sarcasmo quitándose la camisa.

-¿que...que haces?

-Quiero darme un baño -cerró el grifo de el agua fría para después abrir la de el agua caliente.

-Creo que debería dejarte...solo.-tragó en seco al ver que él negaba con la cabeza.

Tomó los botones de la blusa de ella, desprendiéndolos uno por uno.

-¿Quieres celebrar noche buena conmigo?

EL AMOR SECRETO DE HERMIONE GRANGERWhere stories live. Discover now