PROBLEMAS

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-Creo que me acabo de perder-murmuró con voz enronquecida.

-Todavía no... Créeme- susurró antes de posar sus hambrientos labios sobre los de ella.

"No otra vez" pensaba ella desesperada, pero a pesar de todo no quitaba sus labios de su boca, estaba hambrienta, quería mas, siempre lo había querido, incluso cuando se obligó a pensar que ya no lo buscaría...¿Porque no pisotear mas su orgullo?, ¿Si ya estaba completamente pisoteado, que importaba una pisada más?.

Sus manos la exploraron como nunca antes, el alcohol en su sangre lo hacía más vivas, más activo de lo que por sí ya era, le resultaba imposible alejarse, lo había intentado y esa noche no soportando mas había caído en el alcohol para borrar sus penas, sin darse cuenta que estaba cometiendo a su vez un error, un error tan grande que ella también lo pensó en ese momento y se paralizó entre sus brazos.

-No, por favor- suplicó el observándola a ella, que lo miraba entre confundida y asustada. Las gotas de agua caían sobre ellos y era como si no lo hicieran, estaban tan absortos en sus pensamientos y sentimientos que la leve caricia del agua al caer en sus caras y cuerpo no los alteraba, ella bajo la mirada, estaba dudando y él lo sabía, pero la necesitaba en ese momento, la necesitaba tanto -¡No!-exclamó al tiempo que la pegaba a las baldosas de la ducha- ¡Tu también lo deseas!- Pegó su frente a la de ella impidiendo que nuevas gotas la mojaran, la miró a los ojos y en ese momento supieron que estaban perdidos - Te necesito- susurró sobre sus labios al tiempo que metía las manos bajo su falda para tomar sus piernas y colocarlas al rededor de su cadera. El contacto íntimo de su entrepierna con la de ella, provocó que un suspiro escapara de entre sus labios, meneó un poco las caderas intensificando el contacto hasta recibir la respuesta del cuerpo de ella. Al fin rendida a sus caricias lo besó con ansias mientras pegaba su torso al de él, siendo tomada por los glúteos, encadenada a sus caderas, salieron de la ducha besándose desenfrenados hasta caer en la mullida cama.

-Malfoy yo creo que estas... Bebido- logró murmurar tras la bruma de placer que le estaban produciendo sus besos en el abdomen.

Bajó un poco mas hasta desabrochar el botón de la falda con los dientes, subió de nuevo hasta que sus ojos quedaron a la altura de los de ella, realizó un camino desde sus labios, bajando por su cuello, hasta llegar a sus hombros besándolos mientras bajaba las tiras de su brassier, se concentró por unos minutos en esa zona, provocándole gemidos de placer.

Hermione tomo sus cabellos entre sus manos para atraerlo hacia sí y besarlo, era una de las cosas que más le gustaban a parte de tocar su cuerpo, lo único que los separaba en esos momentos de su unión era la ropa interior de Malfoy, la cual Hermione por primera vez sintiéndose atrevida, se la quitó. Colocandose entre sus piernas y mirándola a los ojos la penetró, la llevo a la cima lento, de manera sensual, provocativa, impresionado de no darse cuenta con anterioridad que ella era una amante muy receptiva. Logró llegar unos segundos después de ella, agotado se acostó a su lado mirando el dosel de la cama de hierro, dirigió su mirada a la cara de ella para después apoyarse en su codo y mirarla mejor.

-Cálida- murmuró- eres demasiado cálida- levantó su barbilla para que lo mirara- se que te dije que se había acabado, pero... No puedo- se tumbó a su lado con un pesado suspiro, no quería pensar- he sido demasiado duro contigo, te seduzco, te tengo y luego... Me siento como una basura por tratarte de esta manera, debes pensar que te estoy utilizando y...- un dedo acalló sus disculpas.

-¿Puedes callarte?- preguntó posicionándose encima de él. Movió sus caderas despertando sus sentidos.

Con una sonrisa el deslizó las manos por el torso de ella.

-Eres insaciable- dijo riendo.

-¿Yo?-indagó inocentemente- parece que no soy la única- agregó al notar la respuesta corporal por parte de él.

Rieron juntos besándose, perdiéndose mutuamente en el cuerpo del otro, rodaron sobre sí mismos abrazados antes de que Morfeo se los llevara a sus aposentos de sueño.

A la mañana siguiente, cuando la luz del sol entraba por la ventana y el frio del exterior lo empañaba, una serie de miembros enredados se desperezaban, ella se soltó de su agarre con delicadeza antes de restregarse los ojos con fuerza, lo miro a su lado, acostado, estirándose con los ojos aun cerrados, todo era tan extraño. Habían dormido juntos, ellos estaban consientes de ello, incluso una extraña emoción los invadía.

-Nunca pensé que tuvieras buen aspecto al levantarte, incluso tu cabello luce bien- dijo examinándola.

-Que saludo tan halagador- replicó con sarcasmo, sentándose y apoyándose en el espaldar de la cama.

-¿quieres algo halagador?-preguntó acercándose a ella- eres excelente en la cama-susurró sobre sus labios- lástima que tengo que volver a mi sala, si no créeme que no saldríamos de aquí- agregó a la vez que se levantaba no sin antes darle un beso a sus trémulos labios.

-¿Por qué tu amiga no está aquí?- pregunto al percatarse de que estaban solos en la habitación de la chica, algo que no se había arriesgado a pensar la noche anterior.

-Tienes suerte de que no durmiera aquí hoy, iba a dormir con Parvati ¿o es que crees que sería tan estúpida de dejar que te quedaras sabiendo que ella iba a venir?

-Me siento utilizado- fingió enfado- no deberías hacerle eso a un hombre como yo.

-¿Cómo tu?- se carcajeó- ojala en realidad fueras un hombre al cual temer.

-¿Quieres que te lo demuestre?- inquirió acercándose lentamente.

-¡No!- exclamo riéndose- Deberías irte antes de que...

-¿Hermione, ya estas despierta?-preguntaron. Los dos se miraron a las caras petrificados, con los ojos dilatados...estaban en problemas.

EL AMOR SECRETO DE HERMIONE GRANGERWhere stories live. Discover now