Jeon Jungkook un alfa adicto al trabajo.
Kim Taehyung, un omega cansado de ser ignorado.
Un día este desaparece, dejando a Jungkook como loco al solo encontrar una carta con su nombre.
Jungkook tiene que empezar un recorrido a través de cartas p...
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¿Dónde se encontraba?
Tenía recuerdos demasiado vagos de lo que le sucedió, lo único que le venía a su mente era él cayéndose y pegándose fuertemente con la punta de la mesa, cuando quiso incorporarse su vista estaba borrosa, intentó hasta que se desvaneció y todo se volvió negro.
Escuchaba voces a su alrededor, trató de agudizar su oído para poner más atención a la persona que estuviese hablando pero le era imposible.
Sabía que Hoseok estuvo varias veces acompañándolo ya que lo olía, podía sentir su tristeza pero su omega de rehusaba a despertar, quería a su alfa.
Y fue cuando todo pasó rápido.
Solo bastó dar una inhalada profunda para sentirlo, la esperanza invadía su cuerpo.
Intentó abrir sus ojos para ver por sí mismo lo que estaba sintiendo pero sus ojos le pesaban, aún no podía abrirlos pero podía percibir el aroma de su alfa, Jungkook estaba cerca.
—Tae, ya-ya estoy aquí cariño—Cristo, su alfa.
Por alguna razón su cuerpo no le obedecía, su omega lloraba de felicidad cuando lo sintió acercarse a su cuello y quedarse ahí.
Lo necesitaba, necesitaba al pelinegro ahora, inhaló por segunda vez y tuvo cosquillas a causa de los cabellos de su alfa cerca de su nariz.
—No-no quiero perderte... No re-resistiría, por-por favor.
Quería gritar y abrir los ojos, su cuerpo se relajaba con cada toque y cercanía que Jungkook estaba brindándole.
Intentaba balbucear aunque su lengua estuviese entumida necesitaba comunicarse.
—Ju-jungkook— susurró demasiado bajito y débil, ¿Lo habrá escuchado? Lo siento alejarse para segundos después quedar en la misma posición—Ko-kookie— intentó nuevamente y fue cuando su alfa le apretó su mano.
Cada tacto mejoraba sus posibilidades, cada tacto incrementaba sus ganas de seguir, fue en ese momento cuando su cuerpo reaccionó y contestó el apretón de mano.
—Tae...— Sintió la respiración de Jungkook cerca de su rostro, su aliento mentolado golpeaba sus labios y todo paró cuando su pelinegro pegó sus labios suaves contra los secos de Taehyung.
Un leve gemido salió sin permiso.
—Taehyung— escuchó nuevamente con voz ansiosa.
Lentamente abrió los ojos, sentía como estos peleaban por volver a cerrarse.
Una puerta fue abierta, trató de enfocar su mirada pero todo seguía borroso, sabía que Jungkook estaba a lado suyo, podía ver una mancha negra, sus manos seguían juntas, después percibió otras dos manchas más moverse hasta quedar enfrente suyo.
—¿Cómo se siente joven Kim?— Abría y cerraba los ojos esperando a que por fin estos pudieran enfocar y saber de quién se trataba.
—Kookie...—Fue lo primero que pudo salir de su rasposa garganta—yo, yo es-estoy bien— balbuceó con esfuerzo.
