Jeon Jungkook un alfa adicto al trabajo.
Kim Taehyung, un omega cansado de ser ignorado.
Un día este desaparece, dejando a Jungkook como loco al solo encontrar una carta con su nombre.
Jungkook tiene que empezar un recorrido a través de cartas p...
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Taehyung se había quedado dormido en el hombro de Jungkook mientras seguían admirando el atardecer.
Ya no continuaron hablando, solo se miraban entre lágrimas, medias sonrisas y manos entrelazadas.
Su omega estaba cansado, nunca le fue difícil llevarlo en brazos, menos ahora Taehyung había perdido peso, tal vez no mucho pero estaba más ligero. Al entrar a la pequeña cabaña, lo recostó en la cama que compartirían. Apenas el cuerpo del castaño tocó la superficie suave se acurrucó y buscó a Jungkook, este se acercó para darle ese calor que necesitaba, empezó a admirarlo, sus ojos se le cristalizaban con solo verlo.
—No volverás a pasar por nada como esto amor, te lo prometo—Le susurró mientras veía como la respiración de su chico era pausada por el sueño.
Varios minutos después, el pelinegro se desvistió, sé metió en la cama junto a su omega, sus cuerpos al estar juntos actuaron como imanes, se buscaron el uno al otro, no pasó mucho tiempo cuando el sueño empezó a ganarle, poco a poco cerraba sus ojos hasta caer completamente dormido.
Los sueños de Jungkook se basaban de felicidad y prosperidad, veía un futuro nuevo, las ganas de ser una nueva persona y pareja estaban como única prioridad.
Se llevaría a Taehyung de viaje, lo llevaría a esas playas de Grecia que tanto soñaron un día.
Le regresaría todos esos días perdidos.
Por otro lado los sueños de Taehyung se basaban en rogar que por favor todo lo que estaba pasando no fuera solo un sueño o pesadilla.
Le aterraba el pensar que Jungkook era solo una ilusión y que cuando despertará su vida sería tal cual dos días atrás; esperanzado que su alfa leyera las cartas que escribió con tanto dolor y esperanza para poder recuperarlo.
El castaño estaba seguro que esos no eran sueños, si no pesadillas.
Su pecho le apretaba y no tardó cuando el aire empezó a faltarle.
Se levantó agitado y con lágrimas en los ojos. Miedo era lo único que se podía ver en ellos.
Agarró las sábanas y se tapó su rostro mientras lloraba asustado.
—¡Taehyung, Taehyung!— Jungkook lo abrazó apenas sintió el terror que recorría en el cuerpo de su amado—¿Qué pasa cariño? ¿Te duele algo? ¿Necesitas algo?
—No, no, no—el castaño seguía llorando sin prestarle atención a las palabras del pelinegro— So-Solo lo quiero de-de vuelta— susurraba contra la sábana, los quejidos ahogados no cesaban y Jungkook empezaba a desesperarse poco a poco.
—Tae, cariño...—el alfa susurraba y lo acariciaba lentamente—Estoy aquí cariño, mírame, estoy aquí.
Él omega seguía en shock, a pensar que el pelinegro lo tomaba de su barbilla y lo miraba directamente a los ojos, este seguía perdido.
