Jeon Jungkook un alfa adicto al trabajo.
Kim Taehyung, un omega cansado de ser ignorado.
Un día este desaparece, dejando a Jungkook como loco al solo encontrar una carta con su nombre.
Jungkook tiene que empezar un recorrido a través de cartas p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No sabía con exactitud qué sentimiento abarcaba todo su cuerpo.
El equipaje ya estaba listo y bien acomodado en la cajuela del auto de Jungkook.
Era tiempo de volver a casa, aún no se sentía listo y realmente no sabe cómo la noche anterior pudo decirle a su alfa que deseaba volver a Seúl.
Al principio el pelinegro no lo comprendió porque no se escuchaba muy convencido en el primer momento que lo dijo, pero terminó aceptando cuando sintió que su omega no mentía.
Fueron casi dos semanas de revivir viejos, y lindos sentimientos así como también pensamientos.
La pareja se había disfrutado de una manera tan irreal en todo momento.
Taehyung miraba a Jungkook como lo mejor que podía haber en el mundo mientras que el pelinegro lo veía como algo único en su mundo.
Eran tal para cual y Hoseok lo confirmaba.
Aunque no iba muy seguido a la cabaña para darles su espacio, la pareja lo había ido a visitar un par de ocasiones sacando sus habilidades culinarias en cada visita.
Eso bastó para que el pelirrojo supiera que merecían estar juntos.
Hoseok sonreía con solo mirarlos, su amor invadía todo el ambiente donde quiera que estuviesen, transmitían felicidad, seguridad y prosperidad; algo que definitivamente el pelirrojo perdió hace mucho.
El pelinegro no opinaba cuando Taehyung convencía a Hoseok sobre el seguir adelante y por el no darse por vencido.
Era un tema difícil de tratar y lo mejor era que su omega hiciera lo que creyera correcto.
—Te prometo que volveremos pronto amor— el pelinegro lo rodeó con sus brazos para después besarlo en sobre su cabello cuando vio a su omega despedirse con demasiada melancolía de la cabaña.
El castaño lo miró y sonrió—Vamos a casa— Jungkook solo asintió con una sonrisa.
Subieron al auto con sentimientos encontrados.
Taehyung solo rogaba que por favor nada cambiará llegando a casa.
—¿Intentarás hablar con Hoseok de nuevo?— Él omega asintió y continuó mirando el hermoso paisaje.
El castaño quería ayudar a Hoseok, sabía que su amigo necesitaba salir de esa playa.
No porque fuera mal estar ahí, sino porque su amigo pelirrojo necesitaba seguir con su vida normal, no estar refugiado de todo y de todos por miedo a recordar o caer de nuevo en el hoyo de la tristeza.
Jungkook aparcó en el pequeño sendero que llevaba a la casa de Hoseok, este aún no sabía que la pareja había decidido volver a casa.
—Te esperaré aquí cariño— Comentó el pelinegro poniendo en auto en Parking—No quiero que se sienta incómodo con mi presencia.
