Capitulo 12

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Solo se habían conocido por semanas. Semanas durante las cuales Jihoon se ha sentido feliz, maravillado, deslumbrado, enternecido, enamorado... realmente enamorado en tan poco tiempo.

Su mundo nunca fue tan brillante hasta que le conoció. Su mundo ahora volvía a estar opaco, sólo que ahora más opaco que nunca. Eran las consecuencias de creer que podría vivir mejor. Si nunca lo hubiera dejado entrar...

Realmente se arrepentía? Jihoon no podía decirlo. Estaba bien querer arrepentirse? Si pudiera estarlo sería más fácil; podría odiar, sabía lidiar más con el odio y el resentimiento que con la tristeza.
Pero en su lugar lo extrañaba... No le era posible llegar a odiarlo y sabe que nunca lo lográ. Los momentos hermosos que fueron como un tesoro, ahora le hacían llenar de culpa.

Seis días no estaban siendo suficiente para que, al menos, dejara de recordarlo a cada instante. En su lugar, Jihoon no dormía un solo minuto y solo quería encontrar maneras alternativas para lidiar con ello, necesitaba lidiar con ello o se volvería loco. Había parado en la pequeña casa oscura que quedaba cerca al parque, solo se tenía que acercar un poco y cualquier persona sabría que quería; recibirían su dinero y le venderían lo que quisiera.

Solo unas cuantas caladas de su cigarro y Jihoon perdía un poco de lucidez. Seguía doliendo, y a veces solo servía para dolerle más y llorar hasta el amanecer; pero otras veces se sentía fuera de ese mundo, como si fuera nada. Esa era la sensación que quería.

Volver en sí era la peor parte, tener consciencia de que nada lo va a hacer sentir mejor de nuevo, que aquello solo es temporal, pero el dolor sigue allí. Su corazón sangra desde tan profundo y eso duele, y duele tanto que Jihoon podría morir. ¿Qué le detiene de morir?.

El sonido de su celular lo saca un segundo de su línea de pensamientos. Lo están llamando, y por unos segundos casi siente que le da un ataque de ansiedad por la idea de que fuera Soonyoung. Sin embargo, la palabra "Madre" en la pantalla lo tranquiliza. Eso es raro. Deja que termine de sonar, pero empieza de nuevo. A la 4ta llamada decide que no pierde nada con contestar.

<<Jihoonie cómo estás? estás bien?>>

La mecánica voz de su madre lo deja aturdido unos segundos, Jihoon no recuerda la última vez que escuchó su voz. Suena tan jovial como en el pasado.

Hace unos minutos estaba en la cocina preparando un café, y sin querer se me calló la taza donde solías tomar chocolate cuando eras niño ¿recuerdas? esa de star wars. Está todo bien verdad?¨

Jihoon asume que lo húmedo en sus mejillas son más lagrimas. ¿Cuantas puede derramar un ser humano?

-Mamá, puedo ir a verte?-

<<...Claro que si bebé. Mamá te extraña>>

Jihoon rompe en llanto mientras su madre lo conforta con palabras dulces, tal como cuando era un niño y tenía pesadillas.

....

Su madre lo recibe con un cálido abrazo que le recuerda a los de Soonyoung, de esos que son tan cálidos y trasmiten paz. Le está diciendo palabras que suenan como a "mi bebé, te extrañé, me hiciste mucha falta, me alegra que estés aquí...". Y se siente un poco aturdido porque no recordaba que su madre haya sido nunca tan cariñosa, de cualquier manera, esas frases reconfortan un poco su corazón.

-Pero no te quedes ahí con esa cara de idiota, entra-. Lo dirige hasta su cocina y le hace sentar en el pequeño comedor, le sirve té mientras termina de ordenar algunas cosas.
-No ordené nada por si no era verdad que venías- dice con una risita -ya sabes que te he esperado otras veces y no apareces, no estoy reclamado, sé que eres un hombre ocupado-

Jihoon no ha dicho una sola palabra desde que entró, y que su madre no le presione por hablar es extraño.

-Me alegra ver que estés aquí- vuelve a decir su madre cuando al fin se sienta en el pequeño comedor, frente a él.
 -¿cómo va el trabajo? ¿estas saliendo con alguien? ¿que tal el viaje en metro? ¿estás comiendo bien? Te ves más delgado. Olvídalo estoy hablando mucho porque estoy nerviosa, no respondas a nada.-

Jihoon suelta su primera risa desde hace días. Su madre debe estar más nerviosa que él para no parar de hablar, normalmente puede llegar a ser tan callada y fría como él mismo. Sus dos personalidades le hubieran agradado a Soonyoung... ¿le hubieran agradado verdad?. Es seguro que a su madre le hubiera agradado, siendo tan parecida a él, hubiera amado a ese chico tan dulce y adorable. Su madre era tan débil a las cosas lindas que tenía cuadros de gatitos colgados por la sala y nadie que la conociera un poco, con su serio semblante usual, sospecharía que tuviera esos tipos de gusto.

La mira a los ojos, y los de ella son atentos. A Jihoon le gustaría saber si una madre puede leer los pensamientos de sus hijos. Casi siente como si ella lo hiciera.

-Siempre fuiste un niño tan ensimismado Jihoon-  dice de pronto su madre, con una mirada que francamente no puede descifrar: amor? lástima?
-Pensaba que tenía que sacarte siempre de tus pensamientos para que no te me perdieras. Por eso es que siempre fui tan intensa- ríe bajito.

-La mayoría de las madres les preocupa que sus pequeños niños sean lastimados en su primer día de clases- Continúa, y Jihoon puede ver la preocupación más claramente en su ceño fruncido.
-Que alguien malo les haga daño y no vuelvan a ser los mismos... ese debe ser el mayor miedo que tiene una madre. Pero a mi me preocupaba más lo que podrías hacerte a ti mismo, el daño que te causabas, tan silencioso y casi sin notarlo... ¿qué pasará con mi niño cuando yo no está ahí para sacarlo de sus pensamientos? encontrará a alguien que lo haga? Pienso en eso todos los días porque no puedo protegerte de eso.-

La noción de que su madre nunca ha dejado de preocuparse por él le hace sentir el peor hijo del mundo.

-No te permito que sientas culpa por mi preocupación Lee Jihoon- le da una mirada severa que solo aumenta el picor en los ojos de Jihoon.
-Es mi deber. Todos los hijos deben preocupar a sus madres, y tu deber es seguir haciéndome preocupar ¿qué haré entonces sino?. Mis días seguirán siendo aburridos si sigues diciéndome que solo estás bien, no me mientas Jihoonie-

-Tenía a alguien- empieza al fin Jihoon -era importante... y lo alejé-

Ella suspira.

-Bueno, y qué estas esperando? no parí un hijo tan guapo y talentoso como para que desperdicies el potencial que tienes. No me malinterpretes, hace mucho me resigné de que me des nietos, pero podrías traerme a un novio bonito algún día.-

Jihoon siente un poco de indignación.

-¿Qué Seungkwan no lo era?-

-Meh, si, pero también era muy quisquilloso- Jihoon vuelve a soltar una risa leve. -Y tu no te veías muy entusiasmado con él. No como debe verse alguien enamorado. Quiero verte tan entusiasmado como el primer día que empezaste a componer una canción-

-Hablando de eso- vuelve a decir su madre. -hace unos meses se mudaron los nuevos vecinos, son unos chicos lindos que tienen una banda, les dije que mi hijo es un gran productor talentoso, y estaban interesados en conocerte-

Ahí estaba de nuevo su madre siendo la madre metiche preocupada y presumida que recuerda.

-Les dije que hoy vendrías por cierto... deberías pasar a verlos porque igual les llamaré para que lleguen aquí-  no, en realidad no solía ser tan metiche.

Como si de un respiro se tratara, Jihoon sabe que en una situación normal se hubiera puesto muy nervioso de interactuar con una banda interesada en su servicio, pero habiendo acabado de hablar con su madre, se siente tan liviano y tranquilo que no tiene problemas con ir a hacerles una visita.

-No tienes que traer a casa un novio bonito Jihoon, sólo tráe a un novio que ames-

Mejillas Dobles [s.h - h.s♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora