Mejillas Dobles [s.h - h.s♡]

Capítulo 13

"...primero hágase responsable de Jun hyung de una vez y deje de hacerlo llorar. Luego podrá decirnos que hacer! "

Las palabras de Chan no dejaban de hacer eco en la mente de Minghao en los últimos días. Para él, ignorar los sentimientos que había desarrollado por su Junnie era una manera de hacerse responsable de ello; no se había dado cuenta de que, de hecho, estaba huyendo.

Desde que había conocido a Junhui, su hyung le había parecido el chico más hermoso que había visto. Minghao no se había considerado homosexual hasta ese momento, tampoco es que tuviera problemas con ello. Pero ese hermoso chico tímido era demasiado. Su sangre hirvió desde el primer momento que presencio como trataban de aprovecharse de él, vio con ira cuando un chico más grande lo golpeó en la cara por éste tratar de defenderse de todas las humillaciones diarias y no pudo evitar golpear al imbécil una y otra vez con todas su fuerzas. Se vio a sí mismo volviendo a china con el rabo entre las patas, sino hubiera sido porque sus tres amigos apelaron por él y sólo le suspendieron. Aquel idiota fue expulsado.

Desde ese día, su Junnie había estado más pegado a él y Minghao no podría tener menor problema con ello. O así era hasta que empezó a notar el obvio interés de Jun por él. El chico era tan tímido y fácil de leer cuando se sonrojaba con tanta facilidad por un roce de manos, y aunque Minghao no podía estar más emocionado con cada reacción, sabía que aquello no podía suceder.

Junhui y él? en qué mundo esas cosas sucedían? Minghao no podía. Definitivamente ese chico que baila como un dios provocándole, tal vez inconscientemente, no podría estar con alguien como él.

Siente que Jun es demasiado real, Y Minghao ha vivido una vida falsa desde que puede recordar, con una apariencia y actitud falsa, ideas falsas, sentimientos falsos. No funcionaría. De modo que acostarse con más chicas falsas, igual que él, debería ser buena idea para alejar las ilusiones que podría hacerse con Jun. Sensaciones temporales sin ningún compromiso, si, eso es lo de Minghao, ignorar las miradas duras de su Junnie no era tan difícil cuando recordaba porqué lo hacía.

El problema nació cuando su idea se le fue saliendo de las manos, cuando no podía ignorar que su tímido Junnie también estaba madurando y volviéndose cada vez mejor en el baile. Su cuerpo se estaba haciendo muy difícil de ignorar y sus comentarios de reproche hacia él, cada vez más cortantes, le excitaban. La idea de un inocente Junnie al que tenía que proteger era su zona de confort para evitar actuar. Pero el actual maduro Junhui, lo estaba desbalanceando.

De modo que ahora Minghao no ha dejado de mirar a Jun practicar (junto a otros dos chicos) en la sala de ensayos de la academia mientras piensa en todo ello. Chan acompañó a Soonyoung al apartamento y pronto también tendrán que irse porque se han puesto de acuerdo en no dejar a Soonyoung mucho tiempo solo. Ese maldito enano... Cuando piensa en eso también le hierve la sangre pero en cierta forma Minghao puede sentirse identificado con Jihoon.

No piensa demasiado en eso porque de nuevo el cuerpo de Jun se mueve tan bien como para provocar una leve reacción en los pantalones de Minghao.

Últimamente Jun baila con más pasión. De modo que ya ha sucedido otras veces, que tiene que recurrir a decirle a Jun que se vaya antes para poder masturbarse en el baño; se toma su tiempo para hacerlo, despacio, imaginando sus movimientos, y el cómo serían con su Junnie bajo él. Una vez acaba, fuerte, regresa y Jun lo recibe en el apartamento con cara de reproche, como si sospechara que hubiera estado con una chica. Minghao prefiere no aclarar la confusión, y así evitar la leve culpa que empieza a llenarle. No debería pensar esas cosas de su dulce e inocente hyung.

De todos modos ahora es diferente, Jun se mueve tan bien como esos días y de vez en cuando le mira con tristeza. De alguna forma que Minghao no logra comprender, y que le inquieta, la cara triste de su Junnie junto con sus seductores movimientos, lo están encendiendo aún más.

Se levanta de manera abrupta, camina y detiene la música. Channie le dijo que se hiciera responsable, entonces eso hará.

-¿Qué haces, Hao?- pregunta un agitado y sudado Jun. Sigue teniendo rastros de la cara triste que no ha dejado de hacerle desde la discusión del día lluvioso y eso ahora solo lo enoja.

-Se terminó el ensayo, largo de aquí- Minghao aplaude a modo de término. Sus otros compañeros lo miran con confusión, pero obedecen. Seguramente ya querían largarse.

-Qué te pasa? estábamos a medio ensayo aún, si tanta prisa tienes por irte podías irte solo- y allí está de nuevo la cara de reproche. Minghao debería estar loco para que le guste tanto.

-Me importa una mierda tu ensayo- dicho eso, no espera a que Jun empiece de nuevo a protestar; toma su mano y la pone sobre el bulto en su pantalón. La cara de sorpresa de su Junnie queda ignorada una vez su mano se siente cálida y húmeda, por el sudor, sobre su apretado miembro y Minghao se siente en el cielo cuando Jun acaricia suavemente. Lo mira a los ojos, que tienen un brillo que nunca había visto, ahí está su inocente y tímido hyung suplicándole.

No logra conectar ninguna idea cuando ya ha empujado a Jun contra la pared besándole, sabe mejor de lo que imaginó y el beso es lo suficientemente intenso como para hacer temblar las piernas de su Junnie, y Minghao no puede evitar acariciar una de ellas, apretarla, y subir su mano hasta debajo de su camisa; siente su abdomen duro y sudado bajo su mano y sigue subiendo, pasando por sus pezones hasta su cuello, que sostiene aún por debajo de su camisa, ahora levantada. Se detiene allí, para volver a mirarle a los ojos.

Minghao tiene en frente la imagen más hermosa y no entiende como ha estado perdiéndosela hasta ahora. Sin embargo sabe que necesita detenerse un momento porque su tembloroso Junnie tiene los ojos llorosos.

-Me perdonas Junnie- éste lo mira con esa mezcla de llanto, confusión y excitación. -quería protegerte de todos esos idiotas, incluyéndome a mi. Me perdonas por todo? Te quiero demasiado como dejarte ir-

Su Junnie asiente repetidamente antes de abrazarlo fuerte. Minghao lo abraza aún más fuerte contra si mientras aspira su aroma, aún tiembla levemente. No sabe del todo como continuar hasta que lo siente besar su cuello, son besitos suaves y tiernos y Minghao tiene que tomar las cosas con calma para seguir ese nuevo ritmo y no estamparlo contra la mesa del equipo de sonido. Empieza acariciando suave su cintura y retirando su camisa; dando pasos hacia la mesita, su apenado Junnie luce demasiado hermoso para creerlo. En serio ¿cómo había estado perdiendose de esto?.

Lo sienta sobre ésta y lo besa suave y húmedo el tiempo suficiente como para sentir que se ha relajado un poco; empieza a quitarse su propia ropa y le escucha jadear cuando presiona sus entrepiernas.

-En serio me quieres Hao?- su pregunta es apenas audible pero Minghao la entiende, como entiende que su Junnie aún tenga algo de inseguridad por como se ha comportado, se encargará de hacerle saber que tan serio va.

-Te amo Junnie; eres lo más hermoso que tengo- susurra contra su oído. Este vuelve a jadear cuando siente las manos de Minghao bajando sus boxer, comienza a temblar nuevamente. -Tranquilo, hoy no haremos demasiado, okay?-

Sus entrepiernas, ahora completamente desnudas vuelven a presionarse y Jun tiene que esforzarse para no gemir fuerte, cuando el miembro de Minghao está duro contra el suyo.

-Dame tu mano Junnie- la temblorosa mano es tomada por la decidida de Minghao, que la dirige hasta sostener ambos miembros juntos y empezar a frotar.

La sala de ensayos se llena de gemidos y jadeos por parte de ambos chicos.

-Te ves hermoso mirando nuestros penes bebé pero te verás más hermoso mirándome a los ojos, quieres?- con su mano libre, Minghao sostiene la cara de su sonrojado Junnie, que no para de gemir deliciosamente desde que ha estado mirando y frotando sus miembros juntos, parece que su inocente hyung es de los que les gusta mirar la acción; y aunque a Minghao prefiera verle a los ojos también le excita verle mirar. Lo vuelve a besar tan intenso como antes.

Se vuelven un desastre cuando ambos se corren sobre si mismos, Pero no podría importarles menos porque de todos modos iban a ducharse. La ducha juntos se vuelve un revoltijo de besitos, risas y ñoñerías propias de una pareja feliz.