Capítulo 11

70 5 0
                                    

Entré a la habitación, y mi novia ya estaba sentada, pero estaba sola, no había rastro de Ally y Mani. Dinah parecía reclamarle algo a Lauren y ella parecía ignorarla. No le tome importancia.

Sentía una ganas fuertes de lanzarme a su lado y besarla mucho y quitarle esos parches. Así que le hice caso a mi corazón. Me senté a su lado y tomé su mano, le regalé un beso en su mejilla.

-Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, incluso cubriendo tus hermosos ojos.- dije con una sonrisa.

-Hola camila--respondió un tanto seca y una sonrisa bastante finjida.

-Estas molesta conmigo. ¿verdad?- pregunte, tal vez porque no había respondido a ninguna llamada por la mañana.

-No.- volvió a contestar.

Le di una mirada de confusión a Dinah, ella sólo se encogió de hombros, pues no sabía tampoco la razón del por qué su actitud.
En ese momento llegaron las chicas, en cuanto vieron a Lauren sentada se lanzaron hacía ella y abrazandola.

-En donde carajos estaban, me dejaron sola- preguntó Lauren a las chicas ignorandome completamente a mí, me sentí mal.

Estuvimos platicando algunas cosas, hasta que Ally se le ocurrió tocar el tema de nuestra boda.

-Lauren, Mila, han escogido fecha para la boda?- cuestionó amocionada.

-Bueno, a mí me gustaría...- me interrumpió mi novia.

-Creo que aún no es momento para hablar de boda, Camila no querría casarse con una ciega. ¿Cierto, camz?.- dijo mientras apretaba un poco fuerte mi mano, enserio, no entendía su enojo.

-Lolo, a mi no me importa tu condición, te amo así- contesté robándole un beso, cosa que sentí que le molestó.

-Basta chicas, no empiecen con sus curcilerias o harán que a Dinah le de asco- hablo mani entre risas, cosa que hizo sonreír un poco a Lauren.

Tocaron la puerta y esa una enfermera acompañada del doctor Mahone, pidió que sólo quedará una persona al cuidado de Lauren, obviamente esa iba a ser yo. Las chicas aceptaron y salieron del lugar sin antes advertir que regresarían pronto.
El silencio se apoderó de nosotras, sólo podíamos escuchar nuestras respiraciónes.
Lauren no decía nada, sólo estaba sentada, por mi parte yo sólo la observaba, el silencio por primera vez era incómodo en nosotras.

-Lolo, necesitamos hablar-. Rompí el silencio.

-Quiero descansar un poco camila, no quiero hablar de nada, ayudame a acostarme.-  contesto un poco fría.

-Esta bien- acepté vencida y ayudé con lo que me había pedido.

El silencio volvió a reinar en la habitación, no estaba segura si Lauren estaba durmiendo en verdad o sólo no quería hablarme, los parches no me permitían averiguarlo. Salió de mis labios un "Te amo" casi en un susurro, acarisie un poco su mejilla libre y le di un suave beso. Sentí unas ganas inmensas de llorar y no me contuve volvieron a salir de mis labios otras palabras en un susurro "Perdoname" enserio me sentía como una mierda, como la peor persona del mundo, pues aunque sólo había sido un beso, esto me estaba confundiendo.

El llamado de la puerta me saco de mis pensamientos, enseguida entro el doctor Mahone acompañado de una mujer de blanco, obviamente era una enfermera.

-Buenas tardes, señoritas--saludo muy amable.

Contesté y enseguida contestó mi novia, ella no estaba dormída, debí de suponerlo.
El joven doctor dio algunas indicaciones, una de ellas era que mañana por la mañana quitaría los parches para poder ver los resultados de los ojos de mi novia, se despidió y salio de la habitación sin antes dejarme un poco de comida para que comiera algo Lauren.

-Laur, te ayudaré a sentar, tienes que cenar amo- indiqué suavemente, ella solo asintió.

Mientras le daba de comer a mi novia no me habló, me sentía más culpable pero tenía razón, la había dejado sola.
Después de ayudarle a que cenara, hablé un poco con Ally, quién decía que se quedaría junto con Vero en la sala de espera por si necesitaba algo, agradecí y después nos despedimos, por su lado, Lauren había vuelto a su posición de la tarde, acostada de lado derecho.
El silencio para mí era más que incomodó, entonces volvió a sonar mi celular, por un momento agradecí la llamada, tal vez sería Dinah, o Mani, o incluso Mike, el padre de mi novia. Pero no fue así, en la pantalla de mi celular estaba el nombre de quién menos quería hablar, de Shawn.

Insistía e insistía, hasta que lauren habló
-Contesta Camila, o apaga de una buena vez ese maldito celular.- sonaba irritada.

-Lauren, necesitamos hablar, ya fue mucho tiempo tu enojo conmigo-- contesté acercándome a ella.

-No tenemos nada de que hablar, sólo estoy cansada, quiero dormir- volvió a contestar secamente.

-Esta bien, te amo Lolo- dije dándole un beso en los labios, quise profundizar el beso pero ella no me lo permitió, me sentí mal ante su rechazo.

...

El sueño se había apoderado de mí, así que dormí en el sofá que estaba a un lado de la cama en la que estaba acostada mi novia.
El llamado a la puerta me despertó de un susto, provocando que brincara, en cuanto reaccione me levante del sofá y abrí la puerta, eran las chicas, pasaron y despertaron a Lauren, todas estaban esperando la llegada del doctor y por fin quitar esos parches que cubrían los ojos de mi novia, todas rogabamos por que esta sea la primera y última crujía. El doctor Mahone al fin llegó a la habitación, pero llegó acompañado de otro joven doctor, es el que había realizado la crujía.

-Buenos días chicas, veo que todas están esperando a dar el veredicto final-- interrumpió el doctor.

Todas asentimos, yo más que nada estaba amocioanda por el resultado que pueda dar para Lauren, ambos doctores la ayudaron a sentarse de lado de la camilla en la que estaba, me acerqué frente a ella, sabía que estaba enojada, pero no me importó quería que supiera que a pesar de todo yo estaría con ella por siempre, ante cualquier circunstancia que pueda enfrentar, por que la amo.

-Lern, se que estas molesta conmigo, y perdón-- ella solo asintió, no me importó pero tomé sus manos, las entrelace con las mías y aunque sentí que me apretó un poco no me importó --Lauren, no importa que pueda pasar o cual sea el resultado de todo esto, yo te amo, y pasé lo que pasé yo siempre voy a estar contigo-- de su rostro salió una media sonrisa, yo sonreí también, nos interrumpió el doctoro pues era tiempo ya de quitarle las bendas y los parches de sus ojos.

En cuanto abrió los ojos poco a poco más nerviosa me ponía y también mis amigas, podía sentir los nervios de ellas también, pasó pocos segundos y sus ojos estaban abiertos totalmente, logré ver que le brillaban como si su vista hubiese regresado.

Volverte a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora