Luna de miel

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Kakashi:

Tiempo ha pasado desde aquel momento en que nuestro hijo fue entregado para entrenar arduamente, me molesta el hecho de que no soy yo quién le dió ese futuro, algo seguro como lo es ser espadachín de la Niebla, me sentía mal... No se sí él es un prodigio por el poder que le entrego el sexto Mizukage o... Por tener sangre Hatake... De algo estoy seguro, enmendaré cada error de mi pasado, haré feliz a mi Sakura por el resto de mis días y justo en el momento que vea a mi hijo volver... Ese día... Le haré saber quién es su verdadero padre y de qué clan proviene...

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Nuestra boda fué muy íntima, muy sencilla, no me importaba si no estaría nadie, lo único importante para nosotros en ese momento fue el hecho de unir nuestras vidas, al fin! Mi Cereso es mía legalmente, ante los ojos de todo y de todos!! Ya no importa si los demás no lo aceptan, ya no importa lo que pase después, estamos decididos a entregarnos uno al otro sin remordimiento, viviendo el presente, cultivandolo para cosechar el amor mas puro en el futuro, solo eso... Sí solo eso importa...

Alquilé una cabaña lo mas alejada posible de todo, donde sólo pudiéramos estar ella y yo, cerca de ahí hay un pequeño lago, todo rodeado de árboles de cerezo, el lugar perfecto para Sakura, pensé, al llegar ahí supe que tenía razón, mi pelirrosa estaba encantada con todo el paisaje que veía, la cargué en mis brazos y la llevé adentro de la cabaña, no resistía las ganas de por fin volver a hacerla mía, puesto que desde que concebimos a nuestro hijo hasta hoy no habíamos tenido la oportunidad de hacer el amor de nuevo, esta vez era diferente... Esta sería la  primera vez que nos entregaríamos uno al otro como señor y señora Hatake... No podía estar mas feliz...

Llegamos a la sala, encendimos unas velas, prendí una fogata en la chimenea y acerqué la alfombra un poco a ésta, la noche se hacía fría y qué mejor que dormir junto al fuego para estar agusto, Sakura trajo una botella de vino y dos copas, yo por mi parte, acerqué una canastilla llena de uvas verdes para acompañar el vino, todo era perfecto, ella puso un poco de música, se dirigió hacia donde yo estaba y...- quiere bailar señor Hatake de Haruno?- dijo expresando una hermosa sonrisa que hacía que me derritiera... -por supuesto señora Haruno de Hatake-, me quité la máscara y la lanzé lejos, tomé su cintura mientras ella abrazaba mi cuello, comenzé a balancearme de un lado a otro siguiendo el ritmo de la música, pegué mi frente con la suya y bailamos sin dejar de vernos a los ojos, no decíamos ni una sola palabra pero no importaba, nuestras miradas lo decían todo, de vez en cuando se nos escapaban unas risas, incluso lágrimas de felicidad... Se sentía como un sueño...
Comenzamos a besarnos, la abracé mas fuerte, no quería que se alejara de mí, no otra vez...
Nuestros besos se hicieron mas apasionados, ella acariciaba mi espalda provocándome escalofríos, yo deslicé mis manos por su espalda hasta sus pechos, bajé el cierre de su blusa y se la quité, mi Cereso hizo la mismo con mi camisa, la lanzó lejos, seguimos bailando mientras las caricias se daban y nos despojabamos de nuestras prendas poco a poco hasta quedar completamente desnudos, amaba cada centímetro de su ser, su piel tan suave, tan blanca... Sus manos tan finas que parecían ser esculpidas por ángeles, esa cintura que me volvía loco tan solo de tocarla, sus labios... Sus suaves y cálidos labios que deseaba nunca dejar de besarlos, su cabello con un aroma suave y fresco a la vez... Toda ella era perfecta...

Los besos y caricias no se dejaron esperar en aquellos dos amantes, sin dejar de bailar se desvestían uno a otro, la pelirrosa besaba su cuello con dulzura, él la tomó en sus brazos y la llevó a la alfombra, la recostó y comenzó a besarla, un camino de aquellos besos recorrían desde su cuello gasta sus pechos, se perdió completamente besando uno de ellos y al mismo tiempo acariciando el otro.-aah... Sensei...- gemía ella, esto no hizo mas que exitar al peliplata, ese tono de voz... La palabra sensei, lo volvía loco... Siguió su camino de besos un poco mas abajo hasta llegar a su sexualidad, no se hizo esperar... Inmediatamente comenzó a lamer su centro con tal delicadeza que hacía que Sakura arqueara su espalda y jadeara un poco, estaba a punto de llegar a su límite cuando bruscamente se alejó de él, - no quisiera que esto acabara pronto- dijo con una sonrisa, la ojijade indicó a su esposo que se recostara y ahora ella estaba próxima a acariciar con su lengua la sexualidad de su enamorado...
Lamió desde la base hasta la punta provocando un gruñido en él, lo tomó con una mano y lo introdujo en su boca dando pequeñas succiones de arriba a abajo, -Sakura.. ahh!..- dijo mientras tomaba su cabello rosado y controlaba el ritmo de su esposa, de un momento a otro, los jadeos del peliplata se volvían mas acelerados, al notar esto, la pelirrosa se alejó de él haciendo que este le diera una mirada de súplica - aún no...- dijo con una sonrisa de lado, Kakashi se acomodó para terminar sentado y ella se acercó para quedar sobre él, la tomó de la cadera mientras ella se sujetaba de los hombros de su esposo, de un movimiento lento la dejó caer poco a poco sobre su miembro ya adolorido por la exitacion, sintió sus paredes apretarse contra él, la calidez de su interior, los gemidos expresados por ella eran música para sus oidos...
La Kunoichi comenzó a menear sus caderas sobre aquel ninja peliplata mientras este cerraba sus ojos...

- ahh... Ah... Sakura.. aah..- decía entre jadeos

Ella lo observaba mientras mordía su labio inferior tratando de ahogar unos gemidos, le exitaba verlo jadeando, pronunciando su nombre, cerró los ojos e inclinó su cabeza hacia atrás, disfrutando de los movimientos, sintió las manos de su amado recorriendo su abdomen, pasando por sus costillas hasta llegar a sus pechos, suaves caricias sentía en ellos y algunos leves pellizcos en sus pezones que hacían que un escalofrío recorriera su cuerpo, Kakashi la abrazó y se recostó con  ella aún encima de él, levantó un poco sus caderas y ahora era él quien se movía debajo de ella, se vieron a los ojos unos segundos para después terminar besándose, se giraron para quedar él sobre ella, Sakura acomodó sus manos a cada lado de su cabeza para terminar siendo tomadas por las de Kakashi entrelazando sus dedos, empezaron las embestidas por parte de el peliplata, estas se volvieron mas apresuradas, haciendo que la ojijade gimiera audiblemente fuerte lo cual terminaba por exitar más al ninja, apretaban mas el agarre de sus manos, un escalofrío erizó la piel de ambos amantes mientras que llegaban a su límite en un simultáneo ir y venir... Terminaron... Jadeantes... Viéndose a los ojos... Con un intenso amor que querían seguir expresando toda la noche... No necesitaban decirse nada... El amor... La pasión... La entrega... Era más que evidente esa noche... Su compañía era lo único que deseaban... Nada más....

Mis Sentimientos Hacia Ti (Kakasaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora