1: El cadáver sin nombre.

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Hwitaek estaba cerrando su oficina después de una larga jornada en la estación de policía de Seúl cuando la desgraciada llamada llegó.

No le gustaba perseguir demonios durante la noche.

Estando en el área especializada en delitos graves veía toda clase de atrocidades y con el tiempo aprendió a convivir con ello...pero mentiría si dijera que alguna vez se acostumbró.Muchas veces se llevaba el trabajo a casa, directo a su cama y sus sueños.En varias oportunidades se había despertado durante la noche en medio del sudor y la agitación.Y eso era algo que el café y la terapia jamás podrían resolver.

Sin embargo, Hongseok remarcó que era una emergencia y que lo necesitaban urgente.Por ello mismo tomó su placa, su chaqueta y se dirigió hacia el lugar.Allí lo estaba esperando el oficial junto con un grupo de forenses.Todo el área, comprendida por una pequeña y antigua construcción en ruinas, estaba acordonada con una cinta amarilla donde podía leerse con claridad "PROHIBIDO EL PASO".

Hui estudia atentamente la enorme mansión abandonada frente a él, la cual probablemente vio mejores tiempos, mientras se acerca por detrás hacia su compañero.Él se ve tan afectado que no es capaz de notar su presencia hasta último momento, cuando su jefe está parado a su lado con las manos embutidas dentro de los bolsillos de su abrigo de gabardina.

-Espero que sea algo importante.-Le dice con cierto reproche en la voz-Estaba a punto de irme a casa cuando llamaste.

Una ligera bruma está cayendo del cielo y la temperatura ha bajado rápidamente, lo que marcaba que el invierno estaba comenzando a mostrarse.

Hongseok deja de charlar con uno de los forenses y se gira hacia él con un sobre marrón entre sus dedos.Su expresión no muestra más que consternación y su tez está sumamente pálida.Eso pone alerta a Hwitaek.Claramente su compañero está alterado e intuye que se debe a lo que aquél grupo de forenses está investigando en el patio trasero de la casa: él puede verlos entrar y salir de aquella zona sin parar, como las hormigas.

-Créame, señor...nunca he visto algo como esto.-Es lo primero que le dice Hongseok al entregarle el sobre.

Él alza una de sus cejas y lo acepta, examinando su contenido.

-¿Fotos de qué estoy viendo exactamente?

-Un cadáver.Lo encontramos en el patio trasero de la vivienda.Está en un estado de descomposición bastante avanzado, probablemente lleve unos cuatro años allí.Es un hombre adulto de unos cuarenta años aproximadamente.

-Ya veo...

Hongseok es nuevo en las fuerzas.Por eso no le sorprende a su jefe que aquél escenario le hubiera causado tanta mortificación.Sin embargo, Hwitaek tiene que admitir que las fotos son terribles.Al verlas agradece automaticamente no haber comido, porque el estómago seguramente se le hubiera revuelto: tal y como el oficial le había indicado, el cuerpo se veía en un estado de descomposición importante y poco se podía identificar ya que el cráneo estaba completamente destruido.Lo único que quedaba de esa parte de la anatomía de la victima eran algunos cabellos negros y la parte inferior de la mandíbula, también bastante destrozada.

-¿Se determinó la causa de muerte?

Al ver esas fotos es algo obvio, pero tiene que apegarse al protocolo.

-Lo mataron a golpes, probablemente con un elemento contundente como un bate de béisbol de metal o una pala.Según el forense el primer golpe fue tan certero que lo mató al instante.Sin embargo...recibió múltiples golpes después de ese.El asesino le destrozó por completo el rostro.

Hwitaek suspira y continua observando las fotografiás con avivada atención.A lo largo de su carrera había visto varios casos como estos y su instinto sólo le decía una cosa.

-Esto no fue algo planeado.Claramente fue resultado de emoción violenta.El asesino fue torpe.Si el primer golpe fue en la parte posterior de la cabeza fue porque tomó a la victima por sorpresa y su ensañamiento con el rostro después de que muriera podría indicar también que fue algo personal.

Hongseok se lo quedó mirando durante todo su discurso, escuchándolo hablar en voz alta como si se encontrara fascinado por el instinto de su superior.Sin darse cuenta, el hombre le describió a la perfección lo que la policía forense intuía del caso.

Sin embargo, había algo que a Hui no le cuadraba.

-¿Por qué me llamaste por este caso, Hongseok? No está dentro de nuestra jurisdicción.

El policía aclara su garganta y se dispone a explicarle a su superior el meollo del asunto.

-Señor, usted debe recordar a la pareja de adolescentes que apresamos hace un par de semanas por disturbios y allanamiento de moradas...

-Por supuesto que lo recuerdo.-Hwitaek frunce el ceño-La prensa nunca me dio tantos dolores de cabeza antes.El caso se hizo famoso después de que los persiguiéramos por meses sin resultado alguno.

Y sin embargo...ellos se habían descuidado finalmente, lo que les dio la oportunidad de dar con su paradero.Hwitaek siempre se preguntaría qué era lo que los había llevado a bajar la guardia de tal manera después de salirse con la suya durante tanto tiempo, riéndose en las narices de todo el departamento policial de Seúl.

Eran tan sólo dos adolescentes intoxicados, ¿cómo pudieron hacer todo lo que habían hecho? Nadie lo entendía.Por eso la prensa se revolucionó tanto: las cámaras y noticieros no hablaron de otra cosa durante semanas, infestando los juzgados como cucarachas.Todo el país estaba al tanto del caso.

El jurado no se puso de acuerdo en qué hacer con ellos.Ninguno de los dos había dicho una sola palabra, aún después de horas y horas de exhaustivo interrogatorio.Tampoco habían abierto la boca durante el juicio, ni siquiera para defenderse en el estrado.Sin embargo, después de un exámen psicológico la defensa había argumentado que tenían problemas mentales y delirios, por lo que fueron enviados a un psiquiátrico en lugar de la cárcel.

No hacía falta decir que a Hwitaek esa idea no le había agradado para nada.Al contrario, si fuera por él ese par debería haber pasado una buena cantidad de años en la cárcel por el infierno que le habían hecho pasar a aquellas honorables familias de Corea y los destrozos a la propiedad privada.Desde el principio él fue quien propuso que ellos fingían tener problemas psicológicos para salirse con la suya.Incluso lo atestiguó en el juicio, pero fue en vano.

En fin, todo el caso le había dejado cierto sabor amargo en la boca y aún seguía sin comprender del todo cómo se le habían escapado así, entre los agujeros del código civil y las falencias de la ley.

-Aún no entiendo qué tiene que ver con ese par, oficial Hongseok.

-A eso iba...-El novato le extiende un papel  y al leerlo Hwitaek no puede creer lo que está viendo-Ésta es la antigua vivienda de la chica, señor.Eso lo vuelve algo de nuestro interés.

Un relámpago atraviesa la oscuridad de la noche y la ilumina con un fuerte estruendo mientras el sargento eleva sus ojos hacia la casa en cuestión, preguntándose qué secretos esconderían sus paredes.

Al parecer el caso de la pareja de allanadores de Corea no había terminado y había muchos más misterios que desvelar en torno al par de muchachos.

Quizás ese cadáver podría responder a sus preguntas y enviarlos finalmente a la cárcel, haciendo justicia.

-Dile a las autoridades que nos encargaremos del caso.-Le anuncia a su acompañante con seriedad y cierto aire de expectación-Quiero saber la identidad del hombre para mañana.Nadie dormirá hasta que eso suceda.

Trauma » Adachi YutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora