Padres Solteros - YoonMin

03

- ¿Todo bien en la escuela hoy? - preguntó Yoongi mientras conducía. Miró por el espejo retrovisor a su hijo que iba en el asiento trasero. - ¿Te molestó ese niño otra vez? No parece malo, debo decir. 

- No lo es… - respondió bajito el menor. 

- ¿Entonces hicieron las paces? 

- No...no lo sé. 

- Bueno…¿y de qué te hablaban recién antes de que yo llegara? - preguntó curioso. 

Jungkook se encogió de hombros, no tenía ganas de hablar de eso. 

Yoongi estaba acostumbrado a las respuestas cortas de su hijo, sobre todo en las últimas semanas. Supuso entonces que todo estaba bien, y que el problema con aquel otro niño estaba solucionado. Pero entonces Jungkook habló. 

- Papá...ayer...lo que pasó en la escuela...yo...mentí. - admitió avergonzado. 

- ¿Con qué? 

- Taehyung no me pegó. Me caí porque él estaba protegiendo a su primo Hoseok. Yo...estaba jugando muy bruto con él y Taehyung solo me detuvo. 

- Jungkook ¿qué? - Yoongi lo miró molesto a través del espejo. - ¿Por qué mentiste? Sabes que eso no se hace!

- Perdón! Me asusté! - le explicó. No iba a contarle la parte de que lo hizo a propósito. 

- Diablos, Jungkook. - se quejó. - ¿Desde cuándo eres tan inconsciente? 

El pequeño se achicó en su asiento. La voz de papá sonaba muy decepcionada. 

- Vamos a su casa, quiero pedirle perdón. No quiero que lo castiguen por mi culpa. - le pidió el niño. 

- No, el que está castigado eres tú. Ahora vamos a ir casa. Mañana hablas con el niño y haces lo que te corresponde. 

- Pero mañana es sábado, papá. 

- Bueno, el lunes entonces. Vas a ir a hablar con la directora y les vas a decir lo que de verdad ocurrió. Y más te vale que no me llamen del trabajo para solucionar los problemas que deberías saber arreglar solo a esta altura. No eres un bebé, Jungkook. - se siguió quejando su padre - Ugh, ¿con qué cara voy a mirar a Park ahora? 

- Lo haré, papá, lo prometo, pero ¿podemos ir ahora a casa de Taehyung? Por favor. 

- Dije que no, vamos a casa. 

- Pero papá…

- Jungkook, dije que no. Basta. Te vas a poner a hacer tu tarea apenas llegamos. Y nada de salir fuera de casa el fin de semana. Estás castigado. 

El pelinegro no lo contradijo más. Solo se quedó callado, aguantando las ganas de llorar. Si lloraba papá se enojaría más, lo sabía, y no quería eso. 

Yoongi se sentía molesto. Ahora iba a tener que pedirle disculpas a ese rubio por todo el asunto. Al final su hijo sí había sido el inocente y el suyo el problemático. No se lo podía creer. Estaba muy decepcionado de Jungkook. No tenía tiempo para lidiar con estas cosas cuando estaba ocupado estabilizándose en su nuevo empleo. 

Pero más allá de la vergüenza que le daba, sabía que tenía que hacer lo correcto. Iba a tener que hablar con Park. 

Fue así que cuando el lunes llegó, luego de dejar a Jungkook en la escuela, Yoongi subió a su auto y alcanzó al rubio que ya estaba yéndose, caminando por la acera. Se detuvo a su lado y bajó la ventanilla del auto. 

- Park, ¿podemos hablar un segundo? - le preguntó. 

- Uh, claro. - respondió el otro bastante sorprendido de encontrarse con Yoongi.