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Era pasado el mediodía cuando el auto de Yoongi se detuvo enfrente de su casa. Jimin bajó del lado del acompañante con un sonrisa en su rostro. Habían pasado primero por la escuela hacía unos minutos para tratar el tema de la suspensión, y por suerte entre los dos, habían logrado reducir el castigo de los niños a tan solo un día más sin poder ir a la escuela. Bueno, Jimin supuso que la palabra de Yoongi tuvo más peso que la suya al ser jefe de policía y tener un trabajo más imponente que el suyo. No importaba, solo quedaba un día más y luego todo volvería a la normalidad.

A penas se abrió la puerta de la casa, Taehyung reconoció la voz de su papá de inmediato. Se levantó del lugar donde había estado haciendo la tarea toda la mañana y fue corriendo hacia él.

- Papá!!! - exclamó - Te extrañé!

Jimin lo alzó y lo llenó de besos en el cachete.

- Hola, mi pequeño terremoto. ¿Qué tal tu mañana?

- Aburrida. Hice tanta tarea como para recibirme de la universidad. - se quejó el castaño, tan exagerado que le robó una carcajada a su papá. - Hasta me tuve que poner a leer un libro. Siento que envejecí.

- Oye, no te viene nada mal leer y hacer tarea. - dijo Jimin. - Además te levantaron el castigo. Pasado mañana vuelves a la escuela.

- Oh, ya me estaba gustando esto de no ir.

Mientras Yoongi le pagaba a la niñera y la acompañaba a la puerta, Jimin bajó a su hijo al piso y se acercó a Jungkook que le miraba con una sonrisa. Se agachó y se atrevió a darle un beso en el cachete también. Esta vez el pelinegro lo recibió con una sonrisa.

- ¿A mí también me levantaron el castigo? - le preguntó al rubio.

- Sí, bonito. Los dos zafaron gracias a Yoongi básicamente. Así que agradézcanle.

 Gracias, señor Min!! - gritó Taehyung -  No es tan gruñón después de todo!

- Taee!! - lo regañó su padre. - No digas eso.

- Pero si también te he oído decir que es un gruñón.

Yoongi arqueó una ceja y miró al rubio a la cara. Jimin no sabía donde meterse de la vergüenza.

- Ah, mejor ya nos vamos. - habló nervioso. Su hijo no dejaba de hacerle vivir situaciones incómodas enfrente de este tipo.

- ¿No se quieren quedar a comer? - propuso Yoongi. - Comamos los cuatro juntos.

- Siii! - exclamaron los chicos.

- Ah, no, no. - negó Jimin. - Tengo que, eh, hacer cosas en casa. Y Taehyung ya necesita un baño. Tenemos que irnos.

- Oh, pero papá...- chilló Taehyung. - Todavía no empecé a oler feo. - el castaño olió sus axilas para chequearse y se las hizo oler a Jungkook a su lado también. El más pequeño puso carita de asco y luego ambos rieron.

- Eres un revoltoso. - rió Jimin también. - Pero ya hay que ir a casa. Además, hey, mañana es mi día libre. ¿Qué tal si yo cuido a los niños mañana en mi casa? Hasta puedo llevarlos al parque a jugar. - se dirigió a Yoongi con eso último.

- Genial. Si Jungkook está de acuerdo. - respondió éste mirando a su hijo.

- Sí, sí, quiero! - exclamó Jungkook.

Taehyung se puso a hacer piruetas de la emoción y corrió luego a buscar su mochila para poder ir a casa. Mañana tenía pensado jugar con su amigo todo el día.

Jungkook se acercó a su papá y le miró preocupado.

- ¿Esto quiere decir que ya no estoy castigado? - le preguntó temeroso de la respuesta.

Padres Solteros - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora