Padres Solteros - YoonMin

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- Es precioso. - comentó Jimin mientras hojeaba el álbum de fotos de la familia Min. Decenas de fotos de un Jungkook bebé llenaban todas las páginas. Muchas con Yoongi, y varias otras con sus abuelos. Pero nadie más. Se observaba una familia pequeña, pero cálida. - Tienes un hijo muy tierno, Yoongi. No me canso de decírtelo. 

- El tuyo también es una lindura. Travieso pero lindo. - le dijo el mayor. Estaban sentados uno al lado del otro en el sofá de la sala. Las copas de vino ya estaban vacías en la mesita del frente junto con los pequeños platos donde habían comido el pastel que Yoongi preparó, y el cual Jimin devoró hasta el último bocado. 

- ¿Te gustaría tener más hijos? - preguntó de pronto Jimin tomando al otro por sorpresa con esa inesperada pregunta. - Adoptando, por ejemplo. 

- No lo sé, no lo creo. - admitió Yoongi - Me agradan los niños y me encanta ser papá...pero no es algo que yo planeé ¿sabes? 

- Lo sé, yo tampoco. Pero a mí me gustaría...claro si tuviera más dinero y tiempo. - bufó el rubio. - Y una pareja estable que me ayude también. 

- Hola, ¿qué tal? Min Yoongi. - bromeó el mayor ofreciéndole su mano - Me ofrezco como voluntario...ah, y ya vengo con niño incluído. Mataste dos pájaros de un tiro. 

Jimin lanzó una carcajada. 

- No te quieras hacer el chistoso. - lo retó. - Aunque por Jungkook, aceptaría. Solo por él porque lo adoro. 

- Y tú no te quieras hacer el difícil, Park. Porque sé que también me adoras. 

- Bueno...admito que la pasé muy bien hoy. Eres un estupendo cocinero. - Jimin le miró directo a los ojos y Yoongi no se pudo aguantar las ganas de acariciarlo. Primero rozó sus dedos por la mejilla y luego le despejó los cabellos de la frente, echándolos hacia atrás. El que Jimin no se resistiera a las caricias le indicaba que iba por buen camino. 

Se inclinó entonces hacia él, buscando besarlo, para unir sus labios otra vez, como el día anterior. Pero el menor fue más rápido, lo esquivó y regresó la vista hacia el álbum de fotos. 

- Demasiado temprano para los besos, Min. - le dijo. 

- ¿Quién dice? - se quejó Yoongi. Apartó el libro del regazo del menor y volvió al ataque. Para él ya era hora de avanzar un poco más. 

- He pensado en ti todo el día, Park. - le susurró cerca de su boca. 

- Y yo en ti, Yoongi. - confesó el otro. - Me asusta lo mucho que te has metido en mi mente…

- A mí también. ¿Y qué? Realmente me gustas mucho.

Un tercer intento. Y esta vez lo consiguió. Yoongi se acercó a besarlo y Jimin lo aceptó.

Sus bocas se estaban tocando de nuevo y se sentía incluso mejor que la primera vez. Sin embargo, Jimin se separó, lo suficiente para poder hablar y dijo:

- Cuéntame de ti, Yoongi. 

- ¿De mí? 

- Si vamos a hacer esto, quiero conocer tu historia. Todo. 

Yoongi retomó su lugar en el sofá y pensó si éste era el momento ideal para contarle a Jimin la verdad. Y sí, lo era. Confiaba en él. Jamás había hablado de aquello con ningún otro hombre, y si no lo hacía con éste que tanto lo había cautivado ¿con quién sino? 

- ¿Cuál es tu historia y la de Jungkook? - insistió Jimin. - Jamás me has contestado esa pregunta. 

- Es cierto. Es que...es un tema muy delicado. Pero creo que tú podrás entenderme si te pido que no digas nada de lo que te cuente hoy.