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El domingo, luego de acompañar a sus padres al aeropuerto, Yoongi y Jungkook fueron directo hacia la casa de Jimin y Taehyung. No querían perder ni un minuto lejos de esos dos, sobre todo Yoongi, quien no veía la hora de ponerle las manos encima al rubio. No estaba seguro de si pasaría esa noche pero no perdía nada con intentar una vez más.

Además tenía otra cosa importante que hacer. Le había prometido al pequeño Taehyung que harían una competencia de videojuegos juntos. Necesitaba acercarse al castaño de alguna manera, así como Jungkook ya se sentía muy cercano con Jimin. Solo era cuestión de ver a esos dos interactuando para pensar que tal vez el pelinegro también podía ser hijo de Jimin. Él quería lograr lo mismo con Taehyung. Y la verdad le daba un poco de miedo no lograr hacerse querer por el niño.

Pero Taehyung no tenía ningún problema con Min Yoongi. Si bien estaba lejos de verlo como un padre, le entusiasmaba la idea de mostrarle al mayor las cosas que le interesaban. Así que apenas llegó a casa, sin olvidar el trato que habían hecho, Taehyung tomó a Yoongi de la mano y lo arrastró hasta su habitación.

- Tengo muchos juegos de pelea. ¿Cuál quieres jugar? - le preguntó el castañito mientras revisaba entre su colección.

- Pues no conozco del tema. Así que te lo dejo a ti.

El niño se decidió por su favorito y conectó todo para empezar a jugar. Le pasó un mando a Yoongi y le enseñó todo lo que sabía. Claramente el más grande tardó en entender cómo funcionaba todo y Taehyung le dio varias palizas a su personaje. Pero a Yoongi no le importaba. Se dio cuenta de cuanto se estaba divirtiendo viendo a Taehyung reír.

- Bueno, sí que tienes talento para esto. - le comentó al perder por décima vez.

- Es solo cuestión de práctica. Aparte ya me conozco este juego de memoria. Dicen que la nueva versión es más difícil y con mejores gráficos, pero yo aún tengo la vieja. - le respondió el castaño.

- Ya veo...bueno, si te portas bien y te va bien en la escuela podría regalártelo para tu cumpleaños. ¿Qué te parece?

Los ojos de Taehyung se iluminaron. Hacía mucho que no recibía un juego de regalo. Eran carísimos y su papá no siempre podía comprarle lo que quería.

- Sí, sí! Lo haré! Me portaré bien en la escuela.

- Y tienes que obedecer a tu padre también. Sin quejas.

- Mmm bueno. - aceptó un poco dudoso.

- Como por ejemplo, cuando te mande a bañarte. - rió Yoongi.

- Ugh, es que no me gusta bañarme. - Taehyung rodó en su cama al pensar todo lo que implicaba el aseo.

- ¿Cuál es el problema con el baño? - preguntó curioso el mayor.

- Que nunca tengo ganas, lleva tiempo, me da frío, se me arrugan los dedos. - Yoongi reía al ver al pequeño enumerando con sus deditos todos los inconvenientes que encontraba para bañarse - No me gusta. Es una pérdida de tiempo. - concluyó.

- Bueno, no voy a negar que es una tarea a la que hay que dedicarle su tiempo para hacerla bien. Pero ¿no te gusta el aroma y la sensación de limpieza al finalizar? Ponerte ropa limpia y eso.

- No me importa. Me ensucio enseguida. - el castaño se encogió de hombros.

- Eso es porque eres un niño muy revoltoso. - le sonrió Yoongi.

- Todavía no me bañé hoy. - rió el castaño, orgulloso de la mugre que traía.

- Vas a tener que hacerlo porque mañana tienes que ir a la escuela.

Padres Solteros - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora