Capitulo 15: El final del padre.

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Entonces nuestro protagonista se embarcaba en su  doloroso destino, en el abismo del terror, en la boca del lobo, en su misma perdición nadie sabía ni él mismo el motivo por el cual decidió tomar esta maldita decisión. con tan soló irse de la ciudad.

<<Genial, ¿y cómo voy a ser eso? ¡ya lo comprobé con mi Trans Am!>>—Se dijo él mismo nuevamente.

Era un pensamiento muy pero muy difícil para nuestro personaje en estos momentos pero ya era demasiado tarde, Eduardo ya había tomado una decisión y sabrá Dios si saldrá vivo de esta o tal vez si lo haga pero no como el realmente lo espera,  o cómo ustedes realmente lo esperan mis queridos lectores.

Apenas empezaba este terrorífico escenario cuando Eduardo puso un pie en esa horrible y putrefacta casa, notó al instante un olor putrefacto y  lleno de repugnancia. Y miles de hiervas echadas a perder y  hongos podridos por todas partes. Estaban en  cualquier alrededor. Eduardo empezó a pensar que tal vez solo tal vez no tendría escapatoria, pero lo que él no sabía es que esa misma decisión  le costaría. ¿Su vida?, ¿su mente?, ¿su propio cuerpo?, ohh incluso..... ¿La esclavitud absoluta?. Nadie lo sabe y Eduardo no le quedaba tiempo y ni mucho menos se sentía seguro; sintió una gran paranoia  y rápidamente empezó a tornarse toda la escalera en color negro, lo cual Eduardo capto rápidamente con sus reflejos de león y vista temblorosa presa del miedo cómo el de una  cucaracha acechada, en lo que Eduardo observaba petrificado, y a la vez presa del terror; nuestro antagonista se encontraba en el tuzuru  también con algo de tiempo bastante atrasado.

El padre Carlos se encontraba con sus utensilios religiosos para combatir al ente maligno y entre ellos los más importante y cliché de las películas de terror  de exorcismos. Agua bendita, perfecta; siempre viene muy bien para una situación tan malvada, tan siniestra y agonizante, llena de temores y dudas pero..... realmente...

<<¿¡Servirá?!>>— Dijo en su mente en un mar de desesperación y terror.

Al ver las casas interminables en las que estaba presenciando el padre Carlos con su mirada, extraviada y agobiante ante esta situación, o mejor dicho en la situación en la que se encontraba Eduardo.

(............)

—¿Tiene algo de prisa?— Preguntó el taxista.

—¿Cómo dice?—preguntó atarantado el padre Carlos.

—¡¿Qué si va con algo de prisa¡?— rugió el individuo pero de una manera diferente, ruin, y terrorífica. Y el padre Carlos notó que el individuo le empezó a sangrar los ojos, la nariz, la boca todos los rasgos faciales hasta que logró determinar detalladamente como este se transformó de manera agobiante y difícil de presenciar. (a pesar de que este estuviese en los asientos de atrás del tuzuru Nissan y presenciaba todo el show en el retrovisor de este mismo).

En lo que presenciaba la actuación del hombre extraño de la gabardina, El tuzuru Nissan estaba perdiendo el control poco a poco  juntó con esa cosa que se encontraba abordó en el auto. Le pisó a fondo al acelerador y de kilometraje en kilometraje iba de derecha a izquierda el auto por el camino.

El hombre extraño de la gabardina se sacó tres tentáculos que se dirigieron ferozmente  a la inocente cara del padre Carlos, y este presa del pánico  no podía ver, usó el sentido del tacto, para mínimo poder sentir el sufrimiento de la agonía y del terror recorrerle como hormigas bala por toda su cara.

Y de repente se le empezó a nublar la  vista, como si estuviese drogado o algo así por el estilo; pero notó que le faltaba algo, algo que no estaba funcionando no del todo bien  en su organismo; y sí mis queridos lectores. Viendo desde la vista del hombre extraño de la gabardina este le había sacado una pata de una tarántula y le había perforado el pecho a este lo cual le provocó poco  a poco, la muerte.

El corazón estaba del otro lado del Nissan dando sus últimos bombeos y poco a poco el padre Carlos dejó de hacer tanto alboroto, tanta lucha por su vida; pero así como empezó a perder todos sus sistemas del cuerpo humano, también el hombre extraño de la gabardina perdió en  total  control del Nissan tuzuru. Y este se salió de la carretera y se estrelló con un árbol lo cual a la vez provocó que el vehículo perdiera poco a poco el combustible y este se derramase debajo del carro de una manera constante, mientras que el motor del Nissan no paraba de emanar humo, como si fuese una locomotora, y de repente sale un liquido de color negro como si fuese  plastilina; y a la vez como si fuese petróleo y sale del auto completamente sin ningún problema como si fuese un trapo.

Salió del auto y se empezó a dar forma poco a poco; al principio no se le notó forma a la plastilina pero conforme trabajaba en ello al final se notó que es un cuerpo humano. Y le empezaba a crecer el  cuero cabelludo de manera rápida y le quedaba al completo, largo, como si fuese una muñeca de trapo o una muñeca  de barbee. Y después venían los dientes con filo de espadas, nuevas, recién salidas con el herrero. Listas para la batalla en la edad media.

Y por fin dió forma , este tomó una cara femenina, y sí mis lectores, era Sara la que se había encargado del padre Carlos.

3:33Donde viven las historias. Descúbrelo ahora