Ursula Peters

Capítulo 3

También hurgó en un cajón y se asustó mucho al ver un maso de fotografías de alumnos de distintos colegios, todos eran varones, y todos tenían el símbolo del círculo y la cruz hechos con rojo, excepto el último, el último era Thomas.

Dejó todo tirado en el suelo y salió corriendo hacia su Audi, arrancó el motor y se dirigió a casa a toda velocidad.

Una hora después entraba a casa tratando de calmarse a sí mismo.

Pero lo que encontró sobre la mesa lo dejó más nervioso y asustado de lo que estaba anteriormente.

Thomas:     

Sé que has ido a mi casa sin mi consentimiento, sólo estás poniendote más en peligro. Te lo he dicho: no te acerques a mí.No puedo decirte si soy buena o mala en ésta historia, sólo puedo decir que te alejes de mí.

No cuentes a nadie lo que has visto y tampoco me preguntes.

Tu vida corre peligro, no lo empeores. Ursula Peters.

Cuando preparaba su almuerzo se puso a pensar ¿Con quién viviría Ursula? Pues sus padres habían muerto.

Luego de comer no aguantó más y con el papel que llevaba la dirección, salió de casa a averiguar lo que pasaba con la jóven que se hacía llamar Ursula Peters.

Subio al auto y se encaminó hacia Meldenson St. 555.

El viaje supuso aproximadamente una hora ya que primero debía llegar a Londres.

Cuando encontró la calle se adentró en aquel pedrejoso camino para llegar a la casa 555.

Todo el barrio parecía estar abandonado, las casas daban miedo y en ninguna parecía habitar nadie.

Encontró la 555 y vio el gran abandono que aquella casa padecía.

Salió del auto y abrió con un chirrido el portón de metal.

Un gato negro se cruzó en su camino y Thomas dio un respingo.

Tenía más miedo que un niño cuando le apagan la luz de su habitación.

Caminó lentamente hasta llegar a la puerta, la abrió y para calmarse a sí mismo, sólo pensó "la ha dejado sin llave".

Entró en la oscura morada y prendió, con el interruptor, una lugubre y débil luz.

En el centro del gran ambiente vacío había dibujado un círculo con una gran "X" en medio.

Tomas avanzó hacia otra puerta y entró en un pequeño ambiente en el que había un enorme espejo de cuerpo y algunos frascos que contenían sustancias desconocidas.

Una pluma negra en el suelo llamó su atención.

La tomó con sus dedos y al ver los ojos azules de Ursula la tiró al suelo.

Abrió un gran armario y entonces vio un montón de armas y cuchillos.

Sus ojos se abrieron como plato y volvió a cerrarlo.

También hurgó en un cajón y se asustó mucho al ver un maso de fotografías de alumnos de distintos colegios, todos eran varones, y todos tenían el símbolo del círculo y la cruz hechos con rojo, excepto el último, el último era Thomas.

Dejó todo tirado en el suelo y salió corriendo hacia su Audi, arrancó el motor y se dirigió a casa a toda velocidad.

Una hora después entraba a casa tratando de calmarse a sí mismo.

Pero lo que encontró sobre la mesa lo dejó más nervioso y asustado de lo que estaba anteriormente.

Thomas:             

Sé que has ido a mi casa sin mi consentimiento, sólo estás poniendote más en peligro. Te lo he dicho: no te acerques a mí.

No puedo decirte si soy buena o mala en ésta historia, sólo puedo decir que te alejes de mí.

No cuentes a nadie lo que has visto y tampoco me preguntes.

Tu vida corre peligro, no lo empeores. Ursula Peters.

¿Qué podía pensar? Pues no sabía, todo daba vueltas en el mundo de Thomas y apenas hacía una hora había descubierto que su compañera nueva tal vez era una asesina en serie.

No pudo conciliar el sueño en toda la noche y los celestes ojos de Ursula lo acosaban.

La mañana amaneció gris y con una torrencial lluvia aquel Jueves, los alumnos del Isaac Newton Institution ingresaban a la escuela con paraguas y rompevientos. Thomas se arriesgó a mojarse en el trayecto del estacionamiento hasta la puerta y al entrar una de las profesoras se acercó a él.

-Señor Walton- murmuró la mujer.

-¿Sí profesora?

-No hay clases, un alumno murió el día de ayer- los ojos de la maestra de historia estaban desorbitados y rojos.

Thomas abrió los ojos grande y luego frunció el ceño.

-¿Puedo saber quién?

-Peter Maters, de primero de bachillerato- la mujer suspiró con tristeza- lo han encontrado en un descampado a la madrugada y según la autopsia no hay huellas digitales que muestren quién lo mató. Tenía cinco puñaladas en la espalda y en el cuchillo que provocó su muerte no hay rastros de nada ni nadie.

Thomas recordó en silencio a Peter Maters, tenía el cabello negro azabache y los ojos celestes como los de Ursula, no solía hablar practicamente con nadie y su cuerpo era desgarbado y alto.

Se prometió averiguar sobre él y cualquier persona con aquellos rasgos físicos.

-Que en paz descanse- dijo antes de volver a su auto.

Mientras Thomas conducía hacia casa no podía hacer otra cosa que no fuera pensar en que Ursula Peters estaba metida en aquel rollo.

Al llegar eran las 8:01 am y decidió buscar en facebook los nombres de Ursula y Peter, nada.

Buscó en twitter, tampoco encontró nada. También buscó en Instagram y nada, ninguna señal de la existencia de aquellos seres.

Luego averiguó sobre la muerte del jóven Peter, en todos los periódicos decía que nadie había reclamado el cadáver aún, pero sólo había pasado medio día de su muerte, tal vez sus familiares no se ocupaban mucho de él.

También decía que el jóven Peter tenía un símbolo, lo hirieron con un círculo y dentro una "X".

Según los periódicos alguna pandilla lo había asesinado, pero nadie sabía tan bien como Thomas Walton que el asesino era otra persona.

Luego de leer aquello un vidrio se romprió en casa y Thomas vio que el culpable había sido un ladrillo con una nota atada a él.

Thomas:         

Deja de averiguar cosas. Tú mismo te conduces a tu propia muerte. U. P.

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Holaaaaaa perdoooooon por la tardanza. Estuve con muy poco tiempo y ahora que lo tengo les subo el capitulo. Espero les guste y comenten si les agrada. Les dejo mi twitter, doy followback @antoo_gatti. Un beso enorme y gracias por leer. Anto